Un barrendero que cae muerto en pleno trabajo en una tarde de plomo de cuarenta y pico grados ¿qué es? ¿Un héroe o un antihéroe? ¿En qué nómina de reconocimiento se inscriben los albañiles que mueren en una obra, los conductores profesionales que se estrellan, los brigadistas apagando un incendio o los barrenderos limpiando las calles? Por citar casos recientes. Siempre me ha ha hecho gracia aquella expresión: muerto en acto de servicio, que se aplicaba a ciertos sectores de actividad pública en señal de reconocimiento formal. ¿Se aplica acaso a alguno de los anónimos caídos por la actividad cotidiana que beneficia a toda la sociedad? No lo sé. Pienso que el mejor reconocimiento es corregir lo que está mal. Los horarios, los medios de trabajo, la percepción salarial, la organización laboral, en definitiva. José Antonio González, sesenta años, caía muerto por un golpe de calor limpiando las calles. Otros, y pienso con especial ironía en autoridades y beneficiarios de la plusvalía generada por un empleado, estarían tan ricamente a la misma hora refrescándose en sus piscinas particulares. Ya digo: ironías de la historia cotidiana, la de los muertos anónimos en verdadero acto de servicio.
(Fotografía tomada de internet)
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Acho que todos somos heróis de alguma maneira...Para termos um autocarro limpo, há alguém que começou a trabalhar à uma da manhã...Concordo contigo; é necessário rever as condições de trabalho, o salário...Porque todos temos direito à dignidade.
ResponderEliminarInteressante como sempre....
Obrigada pela visita
Beijos e abraços
Marta
A veces la ciudadanía no valora los trabajos de la gente, y las autoridades dejan mucho que desear en ciertos casos, como este de Madrid.
EliminarNo es un héroe, es una víctima de una sociedad laboralmente injusta. Para ser un héroe tendría que haber sido anónimo.
ResponderEliminarEn efecto, víctima de una sociedad injusta laboral y no solo laboralmente. Y el Ayuntamiento de Madrid se lava las manos como Pilatos, pero esto es muy propio de la ideología de aquel gobierno, que todo lo privatiza.
EliminarLo que no se puede admitir es lo de la contrata de un mes... Una tomadura de pelo.
ResponderEliminarY no se puede admitir que se trabaje al mediodia y pleno sol.
Y no se puede admitir el traje de plástico...
Nadie sabe nada, nadie es responsable, nadie tiene la culpa..de una mierda de subcontrata de una subcontrata de una contrata.
Quien te cambió el turno sabía lo que hacía, hacía mucha calor en aquellas horas,
y tu,
ya considerado viejo por el sistema a tus sesenta años
para encontrar empleo fijo
no pudiste negarte,
y no pudiste negarte por miedo,
por miedo a que en la negación hubiera un apartado,
pequeño,
pero apartado,
que constara que no quisiste hacer un cambio de turno,
y claro, que como compañero quedara
constancia de que eras poco colaborador
y no se te volviera a contratar
por un mes,
un miserable mes.
Tus palabras me emocionan, dirigiéndote al empleado González. Lo triste es que las autoridades echan balones fuera. Como todo se privatiza y parece que Madrid se lleva la palma al respecto el alcalde señor Almeida no quiere enterarse de lo que vale un peine. Insensibilidad, cierto despecho y desinterés, por aquello de que la culpa siempre la tienen otros -de las condiciones laborales en este caso- tan propio de la derecha ad hoc.
EliminarEspero que al menos fuera un barrendero profesional, y no uno de estos que hay ahora de tres meses. Porque si vino con 60 años a barrer 3 meses y se quedó por el camino...
ResponderEliminarBueno , en realidad es lo mismo.
Este es evidente;pero todos los que se quedan disfrazados de accidentes de trafico, como los transportistas . En fin, en todos los casos es una pena morir trabajando, sobre todo si es para otro, y mas aun si el trabsjo no te gusta, y mas aun si lo hsces a disgusto para dentro de 7 años poder parar de trabajsr y cobrar slgo de pension
Salud,
Pues tenía un contrato breve, Gabi, como se desprende de las noticias, y puedes informarte. Da igual para el caso. Y el caso es que no se revisan las condiciones de trabajo hasta que no hay accidentes laborales. Si se revisan. Acto de servicio, acto de trabajo, acto de entrega de tu vida. Como mucho los hipócritas de turno habrán enviado una corona.
EliminarMe alegro que le rindas homenaje, a él y a los tantos que mencionas.
ResponderEliminarEs lo mínimo. Harto está uno de que solo se acuerden de aquellos que sirven para sacar rédito electoralista.
EliminarDe los anónimos y del día a día que también dejan su piel en el asfalto (sic, como es el caso) no se acuerdan nunca los hipócritas que se sienten herederos de la finca.
Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y llegamos tarde. Hay cosas que nunca deben ocurrir como la muerte de este barrendero o muchas otras que se nos escapan. Mucha tristeza, mucha. Cada vez entiendo menos a este mundo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Fackel.
Hay tantas cosas que están ahí funcionando mal y no hay manera de tomar medidas. Bueno, acaso hay otras que sí, que se han corregido. Pero tienes por ejemplo el tema de los incendios forestales ¡por toda España! y algo no está funcionando bien en el cuidado de los bosques y pastos, incumbiendo a todas las comunidades y sus administraciones, en mayor o menor medida. ¿No te parece que hay también una mentalidad de dejadez en la ciudadanía? Nada exigente y encima dada a respaldar a gente que minimiza los problemas. Recuerda lo de los hilillos de Rajoy cuando lo del chapapote, y etc.
EliminarCompletamente de acuerdo contigo. Hay una dejadez tremenda y así no vamos por buen camino. Tendríamos que estar como en Fuenteovejuna todos a una e intentar mejorar el mundo. No hemos aprendido nada de nada.
EliminarLo dicho, mucha tristeza.
Un abrazo.
Fuenteovejuna es mítica pero no es una actitud habitual, y eso que podría ser muy sencillo. Simplemente interesarse en el día a día por cuestiones cívicas cercanas, agruparse y mantener ideas claras que trasladar a los poderes públicos. Hay una minoría que lo hace, pero es muy minoritaria. Y los problemas siempre crecen.
EliminarComo siempre son los humildes los pringados.
ResponderEliminarBuen homenaje al caído anónimo.
Ese es el término en román paladino: los pringaos. Ni héroes ni antihéroes. Y los hay a millares. Mientras haya pringaos la sociedad no puede presumir de haber progresado lo suficiente.
EliminarComo bien dices, Fáckel, debería "servir" para aplicar los protocolos y el sentido común ante unas temperaturas tan feroces. ¡Y no es la primera vez, que los veranos siempre son tórridos!
ResponderEliminarSalu2.
Supongo que a ti y tu familia te habrá sucedido que muchas veces habréis comentado, tanto en situaciones de extremo frío o extremo calor: esa pobre gente en la carretera o en la obra, con el calor o el frío que hace...O sea, nada nuevo. Habría que replantearse tantas y tantas situaciones, oficios, protocolos, normas y cumplimientos...
EliminarSin palabras y aquí debería acabar este extenso comentario. Neti neti, o res de res (en valenciano, nada que ver con “reses”, aunque no nos diferenciemos tanto de ellas)
ResponderEliminarEse golpe a lo mejor le ha resultado más afortunado que morirse de asco en su casa retorciéndose de dolor, tal y como anda el negocio médico en el presente. Nunca sabremos lo que pensó, si hubiera tenido la desgracia de hacerlo, y tampoco conocemos bien, para variar, el variopinto panorama que nos rodea y nos espera aunque siempre resulte mejor para la salud disfrutar del instante y así enfocar el perfil más positivo posible. La buena noticia es que la ciencia ha conseguido demostrar que la materia está vacía: lo de las cuerdas , vibración y todo eso, mas esas cuestiones del universo holografico etc. pueden derivar en purititas comidas de coco y ya no me sirven paños calientes. Como pensaríamos de haber nacido en circunstancias diferentes y con otros encadenamientos helicoidales? A partir de ahí toca derivar. Lo que menos me cuadra de lo aprendido es la existencia del dolor físico. Sinceramente, no le encuentro otro punto que el de la injusticia como gran preboste de la vida. Así nos encontramos con que si alguna parte del cuerpo duele mucho no se puede pensar en otra cosa y mejor no seguir por no ejercer más aún de pesimista por más que luche por el equilibrio y la ecuanimidad. Total si da lo mismo.... En ciertas fanfarrias lo denominan “ego”.
Anda y que si al final en términos generales resultaba un tipo odioso y le ha acabado haciendo un favor a su familia, o por el contrario era un tipo encantador y su desaparición les ha partido el corazón! .... que por cierto acaba de descubrirse que también dispone de un buen puñado (puñao) de neuronas!!
Pues sí, el punto crucial de la vida es el DOLOR, en cualquiera de sus manifestaciones: orgánica psíquica, emocional, de pérdidas...Cierto que tendemos a comparar muertes, mejor un ataque al corazón que un proceso de degradación doloroso, solemos decir, pero eso solo está en mano de la propia evolución secreta de nuestra naturaleza, así que no nos vale de mucho desear un fin, salvo para consolarnos en el lenguaje coloquial. Sobre la personalidad del empleado fallecido no entro, pero su hijo hizo declaraciones a su favor y me quedo con ellas. Solo sé que es triste acabar de esa manera, en plena actividad por ganarte el jornal. Lo comparas con lo bien que viven especuladores y vividores varios, que son más de los que nos pensamos, y da asco. Un abrazo.
EliminarEs un héroe moderno, víctima de nuestros propios actos y estupideces mercantiles. No es un héroe de historietas con súper poderes, pero nos enseñó: responsabilidad, amor por el otro y entrega a su familia. Solo espero que su partida remueva las conciencias de los que lo contrataron y obligaron a trabajar en forma inhumana. Ojalá.
ResponderEliminarAbrazos
En estos tiempos en que los ideólogos del tres al cuarto han pontificado sobre la muerte de la clase trabajadora y sus esperanzas de justicia social se ha instalado la insensibilidad colectiva y por supuesto reducido la personal. La incertidumbre moral está servida. Comparto tu texto, Tatiana. Vivimos instalados en el horror al que no queremos reconocer como tal.
EliminarSon faenas al sol, como las del campo. Y es penoso que no hay medidas de contención a esos golpes de calor. Aquí se ve también las faenas que han de aceptar a ciertas edades, y es vergonzoso.
ResponderEliminarUn abrazo
Ese es el quid, MPau, no tanto, que por supuesto también, el excesivo calor como la manera de realizar las faenas laborales. En la construcción vengo observando que en verano trabajan hasta las tres de la tarde, no sé si en todos los casos o en aquellos acordados por convenio o por negociación directa con la patronal. Trabajar de ese modo y a la edad en que miles están jubilados es vergonzoso total, sí.
EliminarEsta sociedad en la que vivimos y a pesar de los avances que hay que reconocer, sería vergonzosa para los Neandertales. Ellos cuidaban mejor en su contexto de la gente mayor, al punto de masticarles la comida cuando ya no tenían dientes o de esperarlos en sus constantes cambios de cuevas o campamentos.
ResponderEliminarSeguimos siendo homínidos en proceso de humanización.
Coincido contigo, Nox. Y entiendo por sociedad todos y cada uno de los humanos que la componemos. Hacemos dejación del apoyo mutuo y de la progresión en la mejora de vida de nuestros congéneres. Responsabilizo a la sociedad, que ya estoy harto de escuchar lo de echar en cara a las autoridades, que responsabilidades tienen y mucha, sin duda, pero los políticos no pueden ser nuestra coartada y justificación. Ya está bien.
EliminarEfectivamente; es cosa de todos. Y desde luego escudarse en los fallos o dejadeces de los políticos tiene su "puntito". ¿O es que acaso se nos olvida que somos nosotros los que les seguimos el juego votando, escogiéndolos y apenas demandando responsabilidades?
EliminarPor ahí va mi queja, Nox, por ahí.
EliminarNo creo que pueda considerarse heroísmo una consecuencia de algo que puede interpretarse como trabajo insalubre, al menos en ese momento y condición en que se dió la tragedia. Suena muy injusto el contraste
ResponderEliminarNo, no es cuestión ni de heroísmo ni de lo contrario, simplemente este hombre ha sido víctima de las circunstancias que ha tenido que aceptar para sobrevivir. Pero otorgo valor añadido al esfuerzo.
EliminarUn barrendero que cae muerto en esas condiciones no es ni un héroe ni un antihéroe, es una víctima de una mala planificación laboral; o sea, una víctima que hubiera sido evitable con una buena planificación laboral que, sometiéndose al mandato normativo de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales, hubiera previsto y activado un protocolo para proteger a los trabajadores de limpieza en atención a determinadas condiciones climáticas extremas (sean de frío o de calor o de viento).
ResponderEliminar¿Tienen reconocimiento oficial-administrativo o social los trabajos con una alta penosidad? Creo que no, ni a la hora de retribuirlos, ni a la hora de valorarlos como bien social que facilita la vida del resto de ciudadanía.
Es cierto que en el ámbito de las administraciones públicas y el funcionariado existe ese reconocimiento que citas de "en acto de servicio", y tal reconocimiento conlleva derechos (económicos y administrativos) inherentes al hecho; en el ámbito laboral general, debe ser tratado como accidente laboral, y también conlleva derechos (económicos y administrativos).
Corregir lo que está mal es el mejor reconocimiento, pero reparar el daño causado por no haberlo previsto antes, no sólo es un reconocimiento, es una obligación exigible a quienes, por falta de previsión y cuidado, pudieran haber, presuntamente, generado un resultado fatal evitable (esto tendrán que determinarlo las autoridades administrativas en materia laboral, ya sea de oficio o a instancia de parte y las jurisdiccionales en la misma materia (en este caso, normalmente a instancias de parte) si fuera preciso llegar hasta dicha instancia.
Para la familia, la pérdida de José Antonio es moralmente irreparable, eso es incuestionable, pero tienen derecho, pienso, salvo mejor criterio, a la reparación económica correspondiente a un accidente laboral y a la pensión correspondiente.
Supongo que tendrán que fijar el tanto de culpa que les corresponde a quienes, obligados por la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, deberían haber tenido, a priori, unos protocolos de prevención de riesgos laborales claros, efectivos y eficaces, pero, dado el resultado y el hecho de que dichos protocolos se hayan convenido y activado tras la muerte y por la muerte de José Antonio, será preciso determinar las causas (investigar si ha habido incumplimientos normativos que tengan relevancia o sean determinantes en la relación causal de los hechos) y ponderar y objetivar presuntas responsabilidades por inacción, inhibición o descuido negligente en el imperativo cumplimiento de las normas (el artículo 2.1 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre es muy claro; y el artículo 2.2 de dicha Ley dice: "Las disposiciones de carácter laboral contenidas en esta Ley y en sus normas reglamentarias tendrán en todo caso el carácter de Derecho necesario mínimo indisponible, pudiendo ser mejoradas y desarrolladas en los convenios colectivos"; o sea, tener "carácter de Derecho necesario mínimo indisponible" , quiere decir que no pueden ser empeoradas (sea por dejación, por inhibición, por descuido, por "pormishuevismo" ), pero, tal como se establece en el mismo, sí pueden ser mejoradas por acuerdos, convenios, etc.)
Sigo, porque no me cabía todo lo que quería decir/
ResponderEliminarEste caso, y algunos más con el mismo resultado, deben ser analizados y resueltos a la luz de las normas que vinculan y disciplinan esta materia y a quienes, por su ámbito de actividad, están obligados a someterse a lo establecido en ellas.
Y en el terreno afectivo, estas pérdidas golpean fuerte en el corazón y ánimo de quienes las sufren. Nadie debería caer víctima del trabajo precario y mal organizado, nadie.
Descanse en paz y mi pésame a la familia.
Has hecho un empático reconocimiento a un obrero precarizado, caído en acto de servicio (accidente laboral), porque barrer las calles es, además de un trabajo, un servicio social que genera bienestar a la ciudadanía; ya es hora de que se reconozca y se retribuya como tal, además de proteger adecuadamente a quienes lo desarrollan activando protocolos con el celo profesional suficiente como para evitar resultados tan fatales como el que recoge tu entrada.
Todo tu razonamiento es impecable y con conocimiento de causa. Lo voy a volver a leer con más lentitud porque hay infinidad de aspectos que ni conocía ni hubiera imaginado. Te agradezco mucho toda esta descripción. Mi pobre y menuda aportación iba en la línea del hastío ante la injusticia cotidiana, lo que reflejas en tu último párrafo. No hay ningún trabajo que por sí mismo deba ser considerado más bajo o incluso ínfimo, aunque las condiciones legales a que están sujetas muchas actividades dejen tanto que desear.
EliminarMuchas gracias, de nuevo.
Cuando hay una ola de calor es igual el agua que bebas, la ropa que lleves, directamente hay que suspender los trabajos a pleno sol y al aire libre. Pero no lo hacen porque para los de arriba un trabajador es una pieza más en el engranaje, no un ser humano. Este trabajador ha sido una víctima de unas normas laborales absolutamente absurdas e injustas. Y si no se prohíbe la actividad laboral al aire libre en plena ola de calor a las horas de temoeraturas extremas seguirán cayendo más personas trabajadoras.
ResponderEliminarEs indignante. Una vergüenza. Otro trabajador que entregaba propaganda a domicilio de 56 años también ha muerto. Y habrá un montón de personas más que habrán muerto en parecidas circunstancias y no nos hemos enterado.
Habrá ocurrido en el pasado también, pero eso no justificaría nada. Cabría suponer que se ha aprendido de otros tiempos. Pero el ansia de ganancia no prevé, porque no se le ocurre o no quiere, las medidas necesarias para el desarrollo de una actividad que deje a salvo la propia vida. Ciertamente hay empresas que organizan y dotan de medios a sus empleados, sea en circunstancias de calor o frío extremos, y les honra. Pero hay otras y sobre todo las autoridades que contratan a esas empresas que no están a la altura de las circunstancias. Supongo que, sin embargo, se llevarán algunos el equis por ciento. Ya sabes.
Eliminar¿Tienes idea de cuántos accidentes de trabajo con resultado de muerte -y no por causa de altas o bajas temperaturas- se producen al año en España? Pues eso.
ResponderEliminarMe remito a las informaciones que aparecen en los medios y son legión. Siempre me impresionan y me enfadan. Morir en el trabajo...
EliminarPer què totes les obres se solen fer a l'estiu? Per no molestar als habitants de les ciutats, els treballadors suporten aquest infern. A mi la calor m'enerva molt, sempre he trobat una crueltat que es faci treballar algú en aquestes condicions.
ResponderEliminarSupongo que todo tiene su por qué, Helena. Las obras públicas de las ciudades aprovechan menor densidad de tráfico, temperatura estable para los materiales empleados, etc. Aunque en mi ciudad hay obras en cualquier tiempo y bajo cualquier clima. Tiene que haberlas si queremos mantener eso que se ha dado en llamar la calidad de vida ciudadana.
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