...pero no me lo han traído.
Y una cosa me queda clara: los Reyes Magos tampoco son los diputados y senadores. Ni los banqueros. Tendré que seguir pidiendo, pues dentro de un año, vayan ustedes a saber qué necesitaremos.
Dejo aquí la viñeta de El Roto, aparecida hoy en El País:
(La fotografía de arriba la he tomado de internet, no sé de dónde, disculpas, no soy ni el Mago ni el niño ni el muñeco. Como mucho el balón)
.jpg)
.jpg)
%2015.38.44.png)
.jpg)
Hace tantos años que pedía algo así como tu, un país nuevo, que cansado ya desistí y lo abandoné emocionalmente. Ahora solo soy un prisionero a las puertas de la ancianidad que dice aquello tan escatológico del para lo que me queda en le Convento, me cago dentro.
ResponderEliminarTe entiendo, pero incluso a edad provecta cuesta quitarse los viejos vicios y las perseverantes manías de juventud, ¿no crees? Por aquí hay un dicho: "Yo ya tengo toda la cebada vendida". Esa conciencia de la edad y de nuevos miedos (la decrepitud más o menos paulatina, la enfermedad, el final...) nos hace desinteresarnos parcialmente y buscar cautela y calma.
EliminarMi padre murió con noventa y cinco años, por supuesto mermado de facultades, estímulos y objetivos, con mente buena, y seguía la actualidad general entendiéndola a medias, distinguiendo a quienes tiraban la piedra y escondían la mano, pero con mucha calma, sin acritudes, sin esperar nada salvo sobrevivir del modo más suave.
Lo que más necesitaremos es paciencia y capacidad de comprender al otro, aun que como decia Gil de Biedma...
ResponderEliminarLUNES
Pero después de todo, no sabemos
si las cosas no son mejor así,
escasas a propósito… Quizá,
quizá tienen razón los días laborables.
Tú y yo en este lugar, en esta zona
de luz apenas, entre la oficina
y la noche que viene, no sabemos.
O quizá, simplemente, estamos fatigados.
Sí, es como una exposición de la normalidad, pero claro, depende cómo le vaya a cada cual en este mercado que es la vida, que también lo es. Excelente Gil de Biedma, voy leyendo a cachos, porque me apetece seguirlo así, su "Retrato del artista en 1956".
EliminarEstoy contigo: mucha paciencia, prudencia, claridad. No es fácil comprender a los otros. Cada hijo de vecino parte desde un ángulo del cuarto. Y no es fácil coincidir a la primera.
Fáckel:
ResponderEliminarpor un lado, no encuentro tu respuesta sobre las posiciones antagónicas...
Por otro lado, la ilusión de los Reyes Magos es muy tierna con los niños. Lo recuerdo con especial nostalgia. Ya, de mayor, todo cambia. Si los niños (no todos, por desgracia) pueden ser felices unos años ¿por qué amargarlos?
Salu2.
Dyhego, no he respondido, lo siento. No creo que tenga mayor interés, acaso fue un desliz mío. O que me tiene que coger con ganas de entrar en un tema espinoso.
EliminarNaturalmente, los Reyes eran otra historia antes, un reflejo sociológico de tiempo y país, más sencillo, humilde, menos ambicioso. En lo que llevo de día ya he visto el despliegue por la calle de familias con niños en busca de los Reyes de los abuelos o tíos. Y exhibiendo sus regalos. Mi padre nunca me dejó salir a la calle con juguetes. Yo ahora sobre las ilusiones soy muy escéptico, pero evito polemizar, hay temas más dignos de debatir. Salud de Reyes.
No te preocupes, Fáckel. Hay que sentirse libre para opinar, comentar o no hacerlo.
ResponderEliminarLos juguetes de los Reyes Magos hace ya tiempo que se salieron de madre (igual que las comuniones y los cumpleaños).
Nosotros intentamos limitar el número de regalos a nuestros hijos pero los parientes nos decían que ellos eran libres de comprar lo que les diera la gana...
¡No hay manera de limitarlo!
Salu2.
Por supuesto, pero todo tiene su momento. Y espacio, algo que aquí se reduce. No, no hay manera de limitar, hace falta claridad en todos los miembros de una familia. Luego esto de Reyes cumple diversos papeles, compromiso, toma y daca, tradición, etc. La seducción del regalo siempre tiene un precio. Ya se les dice a los niños: si habéis sido buenos os traerán...Bueno, se decía, yo ya tengo olvidado el tema como hijo y como padre.
EliminarTe he pasado enlace respecto a Naboko en la entrada de Lolita, una entrevista a Tusquets que aún no he leído.
Esta es la frase exacta:
ResponderEliminar"...un reflejo sociológico de tiempo y país, más sencillo, humilde, menos ambicioso..."
Y ante esta frase no puedo argumentar. Siempre he dicho que "somos lo que consumimos", a partir de aquí poca cosa a decir y nada a polemizar.
Un abrazo y salut
Joder, qué razón te respalda, hermano. Somos lo que consumimos, empezando por las ideas que nos metieron de niños, y no me dejes que entre a precisar, que todos sabemos...¿Cuánto de todo aquello nos ha servido de verdad para nuestra integridad moral?
EliminarSalut de realeza, vamos la raleza del diálogo que aportáis aquí todos.
A mí tampoco me trajeron lo que quería. Eso sí, el carbón, todo el carbón, creo que lo han reservado para llevárselo a la clase política en general, a los iluminados, a los xenófobos, a los intolerantes, a los insolidarios y a esos patriotas que evaden impuestos y se llevan la pasta a los paraísos fiscales. O al menos es lo que deseo que ocurra.
ResponderEliminarFeliz día de reyes.
Qué bueno, así me apunto yo a tus deseos. Oye, y a la Santa Madre que inmatricula bienes que no son de ella, es decir, se los apropia descaradamente y son miles, ¿qué les caerá? ¿Les esperará la condena eterna según las Tablas de la Ley? Ay que jorobarse. Feliz día, yo ya me comí una tajada de roscón familiar de par de mañana y ahora bajaré a tomar un verdejo en el bar, hala.
Eliminarmenos mal que le reglaron la pelota y no ese bebé a ese niño de la foto jaja...
ResponderEliminarno pidas otro país que quizá puede ser peor eh! saludos...
Mira que yo creo que el rey es también el padre del niño de la foto; al niño no se le ve asustado y está convincente con él en su doble rol. Los muñecos de otra época eran muy cabezones todos.
EliminarTienes razón, JLO, a estas altura ya no sabe uno qué clase de país pedir. Porque los que andan vendiendo desde la oposición el producto en plan apocalíptico asustan, y los risueños que van a tener que administrarlo...lo tienen claro. Salud y sana prudencia.
Siempre lúcido el humor. Que no falte, a falta de un país con gobernantes más preparados, con mejor oratoria y con menos testosterona.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde
No sé si es testosterona, pues a la hormona, pobre, se le echa la culpa del comportamiento energúmeno. Cierto que predominan cada vez más varones jóvenes. Pero la voluntariedad, la capacidad y la ética de los individuos se va de rositas. Yo sigo insistiendo en que los representantes políticos, no solo los gobernantes sino los que quisieran gobernar, han sido elegidos. Luego la preparación también es un déficit de la ciudadanía toda, en mayor o menor medida. ¿Oratoria? Eso desapareció con Manuel Azaña.
EliminarFeliz Rey Mago.
“Madrecita de mi vida, que nos quedemos como estamos!” pero ya sabemos que eso es un imposible.....pero puestos a pedir.....fantasía y quizás mucha ceguera emocional!, total .... ah si y “ que sea una horita corta” y como en todo esto la percepción temporal resulta totalmente subjetivo....... entonces habrá que pedir una razonable medida de estupidez!
ResponderEliminarPerdona, me lo has puesto mollar es que la ironía burlona y a veces cruel me supera!
El problema es que no nos podemos quedar como estamos, porque el movimiento -no sé si telúrico o del universo entero- no cesa ni siquiera para las relaciones supuestamente fraternales. Se han desatado las tripas de cierta gente y se niega el don de la palabra. ¿O lo estaré soñando?
Eliminar