No sigo ni por televisión ni por radio el llamado debate de investidura. Anda, que no tengo otros quehaceres más gratificantes. Como mucho un vuelo de zaping y ya me dice si el panorama está nublado o aclara. Sí leo y de modo selectivo y con tiempo limitado alguna crónica correcta de prensa y artículos de fondo que me parecen de enjundia y sensatez. Al menos lo busco. No me gustan las formas -no digo ya los fondos- agresivas, mediocres, exageradas, de echar mierda y sembrar odio de un sector de los diputados amplio, que agrupa a varios partidos. Por supuesto, no me representan, aunque no creo que haya alguno en el que me sienta representado. Lo dejo en el aire. A estas alturas solo creeré en los hechos. Pero de pronto me encuentro en una crónica con estas palabras del portavoz de un partido minoritario, localista, reivindicativo con razón, el de Teruel existe, Tomás Guitarte:
"Somos gente normal y de la calle, y estoy avergonzado del lenguaje que se ha usado aquí...Seamos capaces de dejar a un lado la preponderancia de las ideologías y pongámonos a trabajar en los problemas de la gente".
Eso me toca, me he dicho. Me llega, piensa como yo, que no soy de Teruel pero soy de todas partes donde me acogen. Tiene que llegar el único representante de un partido pequeño para cantar las cuarenta a la actitud de medio hemiciclo. ¿Vivir para ver?
Me refugio en la poesía, y en concreto en la de Luis Cernuda. En su Díptico español (Desolación de la quimera) escribe:
"Si yo soy español, lo soy
A la manera de aquellos que no pueden
Ser otra cosa: y entre todas las cargas
Que, al nacer yo, el destino pusiera
Sobre mí, ha sido ésa la más dura.
No he cambiado de tierra,
Porque no es posible a quien su lengua une,
Hasta la muerte, al menester de poesía".
https://trianarts.com/luis-cernuda-diptico-espanol/#sthash.Vnay5mgn.dpbs
(Fotografía tomada de la revista cultural Tarántula)
A todo esto, me sonrío.
ResponderEliminarAhora escucho un señor de León que quiere la independencia...Ya sólo me falta ver a los del Bierzo levantar pancartas contra el colonialismo leonés.
Pero con lo que hay, todo se andará. No pierdo esperanzas.
Salut
Por supuesto, podemos sonreírnos y reír a carcajada abierta. Pero temas aparte como el de León, que no viene de ahora, también refleja la incapacidad de cualquier Gobierno de nuestra Historia para articular mejor los territorios. Y no me refiero a banderías ni gestas épicas, Miquel, sino al desarrollo.
EliminarGuitarte estaria más en la línea de Labordeta que en la de estos politicuchos vocingleros.
ResponderEliminarSeguro, y ya ves que juega una cuestión muy concreta y muy limitada, ¿o no tan limitada en esta España configurada de ricos y de pobres todavía? Aunque habría mucho que matizar, claro, el clientelismo se cobra fidelidades hasta en los abandonados y españoles rurales vacíos.
EliminarDesconfío de las cosas que me dicen que soy, por condición de nacimiento. Ser español de nacimiento. Ser cristiano católico de nacimiento. Hay incluso quien está disconforme con su sexo de nacimiento. No es mi caso, pero si el de los otros dos.
ResponderEliminarSoy aquello quiero ser y en lo que me he formado. Y no entiendo a Cernuda porque pienso que puedo poetizar mi verbo en más de un idioma.
Yo también desconfío de lo que desconfías. Pero entiendo a Cernuda, y además yo no puedo poetizar o expresarme o lo que sea en otro idioma. Y entender a Cernuda es entender lo que vivió y transvivió, si se puede decir así. Para mí es válido, no lo reduzco.
EliminarClaro que no. Yo tampoco lo reduzco, infravaloro o como quieras llamarlo. Solo dije que me cuesta entender que no se pueda usar, incluso de forma poética, varias lenguas. Pero todo es muy respetable. Algunos no pueden (o podemos), ni con una.
EliminarLo justito puedo con una, yo al menos, y aprendiendo y aprehendiendo todavía. Pero la lengua precisa -al menos cada vez más lo necesito- ponerse a disposición de la buena intención. Algo que no siempre se ve precisamente en el entorno y no te cuento en el mundo de los diputados elegidos.
EliminarYo tampoco he seguido el debate, me niego en rotundo. Coincido contigo en que debemos dejanos de ideologías y buscar el respeto y el punto de encuentro. Mi refugio siempre será la armonía, que la encuentro en todo lo que produce belleza.
ResponderEliminarUna entrada fantástica!!
El debate debería interesarnos, pero tanto en formas como en contenidos no se respeta por parte de un sector amplio de diputados. Y yo no aguanto el estilo barriobajero a estas alturas, que solo crea desasosiego, animadversión y fomenta encono. Los sistemas de ideas existirán siempre, pero deben retomarse de otra manera, y representar los intereses reales de una sociedad. No las ansias de los escalistas ni los dogmas de sus partidos. La armonía, estimada Undie, es una búsqueda, no es fácil encontrarla aunque ciertas reglas de estética, de ética y de bien hacer ayudarían mucho. A veces llega desde fuera, sin que hayamos hecho nada, simplemente si somos receptivos. Gracias por seguir, felices Reyes si te hacen feliz.
Eliminar'Cernuda llegó a adoptar un distanciamiento frente a la guerra civil. Su relación con Salvador de Madariaga le influyó en esa equidistancia, en mirar a los dos bandos con frialdad. Aunque después dio un giro y declaró que no era posible esa frialdad. Se sintió asqueado del franquismo'. 'Para Cernuda', apuntó Guerra, 'la madre patria acabó por convertirse en la madrastra patria'. Un poco como exiliados doblemente, he mirado a ratos el debate. Pánico, a mí estos modos me dan pavor. Lo siento pero la derecha sólo sabe ganar en España como lo hizo Franco, con odio cainita y esos modos me producen chirriar de dientes, la verdad. No busquen otro Tamayo, que son capaces :-)
ResponderEliminarAhora leo a un rumano que he encontrado, de narrativa extraña, Cartarescu, y me olvido de qué país habito por un rato. Un abrazo
Lo que dices de Cernuda respecto a la guerra lo desconozco. Es otro tema. Su poesía es lo que más me ha interesado siempre. Pero es lo que dices. Hoy, comiendo, he tenido que ver por tv, para no desairar a otros comensales, algunas escenas del circo montado por la Santa Alianza. No hay nada que hacer. Los montaraces son los que siempre se han tirado al monta en lugar de dialogar. Los que comienzan a conspirar cuando no pueden gobernar. Cuando en un momento dado han lanzado el grito de guerra de ¡Viva España!, la suya, claro, acompañando como coartada lo de ¡Viva el Rey!, sonaba un conjunto ronco que a los que somos mayores nos recordaban los actos de la dictadura. Ellos hacen de España su coartada, su lema publicitario, aunque no creen en ella. Los demás tenemos que llevar a España por partida doble: a cuestas y a nuestro pesar, en el sentido de Cernuda. Aviados estamos, que dicen por la Meseta.
EliminarLeí a Cartarescu hace un par de años, no me llenó, pero ese es otro asunto. Y todo lo que sirva para relajar la tensión pues bienvenido.
De momento, soy española, hasta que sus señorías decidan otra cosa. Y no sé para qué las votaciones, si luego consiste en conseguir un escaño de donde sea y al precio que sea.
ResponderEliminarY luego, todavía se burlan y ríen expresando una y otra vez, "lo que la mayoría de los españoles han votado".
Sé que soy torpe y, quizás por ello, solo comprendo que no hay política sino intereses adheridos.
Saludos.
Tranquila, que ninguna señoría va a decidir nada en ese sentido. Las votaciones tienen su papel, las cosas han venido enrevesadas, la actitud de ciertos sectores es poco respetuosa. Hay muchas ambiciones, sin duda. Pero no todos son iguales. Sí, hay política, siempre la hay, pero se trata de dilucidar para qué: si para intereses adheridos o para dar respuestas realistas. En ello deben estar, aunque todo se muestra muy revuelto. Gracias.
EliminarSí, la poesía es un buen refugio para salvarnos de muchas cosas y a veces, como hoy, de la intolerancia y de la vulgaridad, cuando menos...
ResponderEliminarTú lo has dicho, de la intolerancia y la mediocridad, añado. Y de más cosas y efectos malsanos. Cuestión de higiene mental. Y de no dependencia del pensamiento abyecto.
EliminarFáckel:
ResponderEliminartampoco yo estoy siguiendo la investidura.
Es una pelea de perros rabiosos azuzados por su fatuidad, prepotencia y, todo hay que decirlo, por mantener sus sueldazos. Lo demás, les importa un pimiento.
Salu2.
Tengo la impresión de que hay unos perros más rabiosos que otros, si somos honestos y observamos con cordura. Mucho más rabiosos.
EliminarPor cierto, Fáckel:
ResponderEliminaraún ando cavilando sobre las dos concepciones antagónicas del catolicismo que me sugirió usted... ¿Alguna aclaración, por favor? He busco su correo electrónico en su perfil, pero no aparece.
Salu2 de nuevo.
¿Cómo que no aparece? Yo lo puse. Buen día de Reyes Magos, que los vamos a necesitar como nunca.
EliminarQuizás si pusiésemos listas abiertas, nos quitaríamos de encima a mucho apesebrado. Seguir el sistema ingles donde hay parlamentarios que votan en contra de sus partidos si ven razonables propuestas de otros, y que todos los votos valgan lo mismo, que ya esta bien...
ResponderEliminarUn saludo
Pues no sé, puede que sí. Pero me citas al sistema inglés, al que he seguido en debates televisados y ¡señor! a años luz de ventaja de lo que pasa en Carrera de San Jerónimo. Saben tener modales, respetar y rebatir con argumentos. Con distinto procedimiento. Gracias, saludo.
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