SI ENCONTRARAS los fragmentos perdidos de tu vida, ¿crees que conseguirías armar de mejor manera su arquitectura? Ya lo has intentado más de una vez. Siempre que tratabas de colocar una pieza desplazaba a otra que considerabas hasta entonces ajustada. Mejor confórmate con la disposición alcanzada por el edificio, no vaya a ser que tanto fragmento perseguido y mal encajado lo acabe dejando en ruinas. Tuviste a tu alcance un material aceptable. No es hora de lamentar si supiste hacer buen uso de él, ni de reprender tu limitada capacidad de albañilería. Piensa que al fin y al cabo toda existencia es y será una obra inconclusa.
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Más que colocar una pieza en ocasiones se aligera eliminando alguna que constriñe. ( p.e: muela del juicio).
ResponderEliminarMuy acertado, Anónimo.
EliminarColocar un pedrusco encima de otro y conseguir el equilibrio no es fácil. La arquitectura es un arte complejo. Hay que compensar las tensiones, hacer que todas las fibras de los materiales puedan soportar las solicitaciones, deben neutralizarse los esfuerzos, el cálculo debe ser muy preciso.
ResponderEliminarEl espacio tiene su inercia, como la tiene el tiempo y recomponer inercias vividas es muy difícil. Dejado todo al albedrío del crecimiento puede resultar salvaje, pero si tenemos en cuenta que una de las variables del ciclo del crecimiento es la adaptación al medio, la arquitectura resultante tedrá eficacia y me atrevo a decir, que será un cuerpo bello.
Salud
Francesc Cornadó
La otra parte del tema reside en que los materiales se deterioran por efectos del clima, las estructuras envejecen, se generan puntos más débiles, puede haber resquebraduras parciales y al final el derribo amenaza de manera inevitable. Pero mientras disfrútese del cuerpo hábitat.
EliminarUn abrazo.
Obsolescencia de las estrcuturas y de los cuerpos enamorados.
EliminarSalud
¿Lo obsoleto como puerta del fin? Relativicemos.
EliminarAlgún especialista tendrá que aclararme a cuento de qué a veces consigue usted sacarme de mis casillas y hacerme sentenciar tajantemente palabras de honor, para inmediatamente después desprometer lo prometido. Escrito sea en mi descargo: Es usted tan malévolo como santo. Por ajustar más: Ante la pirotecnia de su fantasía, amable caballero, me descubro.
ResponderEliminarSiempre faltará un fragmento, así que lo importante no es obsesionarse con encontrarlos todos sino el equilibrio del edificio: o su inestabilidad, si es que se sabe vivir con ella. Andamios, se titulaba una novela de Benedetti que hablaba de eso.
ResponderEliminarLa pasarela que fotografías es tan hermosa que da pena cómo se ha dejado que la maltrate el tiempo.
En efecto. Como somos fragmentarios ¿para qué obsesionarnos con la obra bien hecha?
EliminarPásate por:
https://elpaseantevallisoletano.blogspot.com.es/
Fragmentos perdidos, de qué índole? La cualidad se me antoja importante. De todos modos la armonía del conjunto que sea me parece vital aunque parte de sus elementos resulten defectuosos.
ResponderEliminarParecemos melodías orquestadas, voluntades y esfuerzos milenarios mediante .... me parece.
Vivencias vitales, sin más detalle. Precisamente no parecemos lo que dices quienes nos hemos orquestado poco y mal, de ahí fragmentos y exèriencias inconclusas...
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?list=SRDeluxe+Reconstruccion+El+mejor+momento&time_continue=86&v=d6S1ONH7788
ResponderEliminarTu deriva de hoy me ha hecho recordar esta canción de Xoel.
Bueno, está bien la asociación de ideas, solo que uno ya no tiene el optimismo profético ni místico de ese tipo de mensajes de reconstrucción. Gracias, Tempero, creo que todos nos nutrimos del intercambio de lo vivido y convivido, saquemos conclusiones.
EliminarGracias por pasar y leer, Benedetta. Me acercaré al tuyo. Saluti.
ResponderEliminarEl hecho de saber que sigue estando inconclusa nos anima a seguir intentando completarla. 😊
ResponderEliminarPor supuesto, siempre queremos colocar más fragmentos, aun sabiendo de los perdidos y de los deteriorados.
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