"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





jueves, 12 de septiembre de 2024

Ecos lejanos, 7

 


No le veo interesado en los temas que tratamos en la tertulia, no pregunta nunca. Else jugueteaba con el vasito de licor. El Josty se iba cargando de un humo difícil de sortear. Imagino de qué habláis ordinariamente, le respondí con falsa frialdad. La situación explosiva que se está viviendo por todas partes en este imperio que se requebraja da para hablar y quejarse. Pero solo hablando, ¿qué adelantáis? Else se sintió molesta, no podia ocultarlo. Fue impetuosa. Qué sabe usted, entregado a sus lecturas de rincón, de si lo que nos inquieta se queda en la saliva o nos implicamos en una acción que es más arriesgada que nunca. Mientras, usted, ¿no se conforma acaso con el placer de sus libros y el desahogo de su pluma? La población sale a las calles, confusa pero expectante, y los pasivos como usted permanecen impávidos, aunque probablemente les pese más el miedo que la esperanza. 

Me gustaba su energía descarada, haberse arriesgado a venir hasta mi mesa para perorarme como si fuera un burgués insensible. Su firmeza no condenaba el contacto que ella trataba de establecer conmigo. Le diré más. En las ideas sobre arte o lenguaje que intercambiamos en aquella mesa hay más acción y catarsis de lo que usted puede imaginar, y no es un mero entretenimiento. ¿No se ha dado cuenta otros días que hay ciertos tipos que vienen a poner el oído y a apuntar quiénes venimos? ¿No le dice eso nada? Si lo nuestro fuera de meros charlatanes, coloquios de familia, ejercicios de distracción, ¿íbamos a inquietar a estamentos que se vuelven más férreos cuanto más se descomponen? 

Else, ¿sabe que su mirada iracunda la envuelve en una intensidad de juventud que permanece a salvo del tiempo? Ella me miró perpleja, sin tener claro si mi salida era ofensiva o complaciente. Luego volvió la cabeza hacia donde sus compañeros de fatigas polémicas seguían enrendándose con pasión. Pero no se levantó ni me dejó plantado. ¿Se ha sentido tocado en algún momento por la pintura que se hace en estos días y la subversión literaria que desfigura las imágenes de la vida que pretenden vendernos? Percibí que abría un nuevo frente de tertulia cara a cara solo conmigo. No me va a creer, le respondí tranquilo, pero de momento me sensibilizan y laceran más los movimientos de masas que están intentando ventilar la hediondez y poniendo patas arriba un sistema que no da respuestas. Y ya le digo que no me creerá. Pero me preocupa el río revuelto y las fogatas peligrosas que pueden prender en esta situación los iluminados.




*Grabado de Ernst Ludwig Kirchner

36 comentarios:

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    1. Y tanto. Pero mira que hay y algunos llevan veinte siglos.

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  2. A veces en una tertulia comienza un terremoto...

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    1. Y los territorios se deslindan y pueden llegar a ser antagónicos.

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  3. Los iluminados, siempre son peligrosos, para la gente de bien, poco amante de revoluciones de salón y menos de las callejeras.

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    1. Son peligrosos para todos, sobre todo para las masas. Ejemplos múltiples hay.

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  4. Los iluminados oscurecen el paisaje y la razón. Librémonos de ellos.

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    1. Y por lo tanto afecta al bien de la humanidad que toque cerca. Ejemplos abundan.

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  5. El protagonista no se ha dado por aludido cuando ha mencionado a los que vienen a apuntar nombres. Es buen actor. Quizás ella aún no se ha dado cuenta y no lo ha dicho con intención. De todos modos, si es un buen espia, finalmente se integrará en la tertulia.
    Ahora que ya sabemos que es una serie de espias, no concluyan la trama, eh?

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    1. Si fuese un espía ya se habría integrado, ¿no? Pero quioén sabe, acaso solo quiere espiar a Else con otro método y otros fines. Ya sabes que las tramas que salen de estos ejercicios míos no suelen terminar. Para qué.

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  6. Al las masas, pueden salir tras un vendedor de crecepelo o del que sale de un colmado con la última sandía.

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    1. Cuando COAG, por ejemplo, dentro de una protesta más amplia decidía regalar patatas, y esto en estos tiempos de abundancia, había colas para recoger el saquito, con asistencia transversal, como se dice ahora, de clases sociales. No te digo más. A partir de ahí a la masa le gustaser embaucada. No creo en la inocencia ni en la capacidad de justicia de las masas.

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  7. Iluminado queda a nivel del buenismo.

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    1. ¿Cómo es eso? No lo acabo de captar.

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    2. Intenté hacer un cruce entre el término buenismo (en tu entrada anterior) e ilumidado, en este; ambos generarían una suerte de suspicacia al ser utilizados.
      Y en otro asunto, no puedo realizar comentarios con mi cuenta de usuario en tu blog, estoy traabajando en la solución. Disculpa por el Anónimo. Saludos.

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    3. Te entiendo mejor.

      Es extraño eso que dices que no puedes hacer, ¿te pasas con otros blogs o solo con este?

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    4. No con todos, pero en fin: usaré este formato contigo en lo fututo; si tienes dudas con algún comentario a mi nombre, tienes mi correo electrónico. Un saludo y gracias.

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    5. No hay problema, lo interesante es la opiión y más el criterio que cada cual emplee y aporte.

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  8. Me deja algo confuso, aunque creo sospechar hacia donde vas

    Paz

    Isaac

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    1. Te creo en lo de confuso, pero aún no sé dónde voy.

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  9. Si tuviera interés en esos temas, le habría preguntado o mínimamente me habría acercado a su mesa.
    Me he sentado aquí porque mi único interés es usted.
    Ahorrémonos la perorata, quiere?
    o mejor, dejémosla para después...

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    1. Los caminos de la aproximación son infinitos, Etienne, y a salto de mata muchas veces.

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  10. Ando perdida porque tengo el blog medio dejado, una mudanza me dejó sin internet una semana, y voy liada. Esas tertulias pueden no dejar nada claro, pero juzgarlas como inútiles más o menos no es el caso. La juventud es impetuosa, por suerte, y Elsa un día lo entenderá.

    Un abrazo

    Un abrazo

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    1. Quedarse sin internet por unamudanza o, en otros casos, por indisposición temporal, es un precio que hay que asumir.

      Ignoro si hay ahora más tertulias que en mi juventud, en que no eran solo de jóvenes, pues nos interesaba mucho la opinión de personas mayores que ya habían pasado lo suyo. Eso sí, en algunas hemos padecido el control de los esbirros.

      Que se te arregle pronto la situación, cuídate de las mudanzas.

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  11. Cuando nos movemos en las sombras siempre viene alguien que dice que todo debe arde para que podamos recuperar la luz. Son peligrosos los iluminados, sí, pero más peligrosos somos las personas cuando nos convertimos en masa.

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    1. Ahí está el quid. Y es tan difícil no convertirse en masa, ¿no crees?

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  12. Ninguém sabe tudo... o objectivo das tertúlias é trocar ideias, defender ideias, mas são perigosos os que pedem que tudo seja reduzido a cinzas e se escondem nas sombras...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Ciertamente hay quienes van a agitar más que a debatir y aceptar ideas ajenas, o al menos a escucharlas. Las tertulias deberían ser espacios tranquilos, no obstante los pensamientos diferentes de cada cual, y muy expectantes. Pero en tiempos revueltos pueden ser otra cosa. Obrigado. Saúde.

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  13. A veces extraño esa actitud enérgica de la juventud. Duele cuando la mala experiencia del paso de los años desalienta a la rebeldía. Un abrazo

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    1. ¿Será que en la edad avanzada invade un complejo de frustración?

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    2. Tal vez es la prueba de que con el tiempo logran domesticarnos

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    3. No olvides que muchos ya son domesticados desde que nacen. Un tema retórico, supongo, sobre el que se podría debatir.

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  14. Lo mejor que puede hacerse con los autodenominados "iluminados" es ignorarlos y ya.

    Saludos,
    J.

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    1. ¿Cuántos están, estamos, dispuestos a ignorarlos? Porque es una cuestión también de cantidad y no solo cualitativa, si queremos que de amenaza no se pase a peligro...y sus consecuencias..

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  15. Fáckel:
    cuando las conversaciones que nos rodean se vuelven aburridas, uno se ausenta, se aisla de la cháchara y se dedica a observar el lenguaje corporal, la vestimenta, los detalles... Se aprende mucho.
    Salu2.

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    1. Hoy nos debatimos entre conversaciones aburridas (por mor de repetición y tópicos) y conversaciones insensatas (favorecidas por la ignorancia, la delegación en los vociferantes y en sus medios de incomunicación ad hoc)

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