Observo que Anja no se está esforzando mucho estos días. ¿La habré dado demasiada libertad para sus poses y lo ha malinterpretado? Acaso esa especie de indolencia es una manera de ponerme a prueba. Hoy ha llegado lánguida. Que había dormido mal, que tenía mal temple, se ha justificado. Sin embargo, no sé que rezuma esta modelo que incluso desganada proporciona visiones de sí misma que no puedo perder. Déjeme que me quede amodorrada, ha soltado en cuanto se ha quitado la ropa. Hice como si no la hubiese escuchado y comencé a trazar en el cartapacio las líneas de su cuerpo. Dibujar a una mujer dormida es un aliciente que no se procura con frecuencia. ¿Tú duermes alguna vez?, dijo de pronto tuteándome. Estoy segura que incluso durmiendo y soñando tu mano seguirá agitando los lápices. La he dejado hablar mientras aceleraba el bosquejo. Su cabeza reposaba complaciente sobre la abundante cabellera. Unos cabellos cuyos matices de color son ígneos y cegadores. No me quitaba ojo. Puedes dormir cuanto te plazca, incluso profundamente, le dije en voz baja, tratando de que no se espabilase. Aquella postura lasa me estaba ofreciendo una perspectiva original y seguramente exclusiva. Que se duerma de una vez, me repetía a mí mismo. Necesito su pose sin que ejerza ningún control sobre el cuerpo. Entregada a sus sueños caprichosos. Pero los párpados de Anja no se cerraban del todo. Simulaban entornarse. Como si estuviera a la caza y captura de un fallo mío que me obligara a rendirme a la faena. Tú, ¿cómo duermes?, dijo babeando torpemente las sílabas. Te imagino levantándote una y otra vez por la noche a tomar apuntes de tus sueños. Callé para no perder el ritmo de mis trazos. Solo me faltaba que se colara en lo que yo hago por las noches o sobre mis fantasías oníricas. Ya que parece que lo sabes todo, le dije en un repente sarcástico, adivina qué me inquieta en ciertos sueños. ¿De verdad quieres que lo adivine?, replicó socarrona, casi provocativa.
(Dibujo de Egon Schiele)
Este dibujo es el que más me gusta; y el desarrollo es muy personal, íntimo, pareciera estar ahí, observando toda la escena desarrollarse.
ResponderEliminarEs que está observando, no lo dudes.
EliminarNo lo dudo, me refería a que atrapa tanto la lectura que es como estar ahí de espectador.
EliminarAl narrador le debe parecer que está como protagonista.
EliminarEso lo he tenido claro desde que vengo aquí.
EliminarEl poder del medio; la ilusión del emisor o del recepetor.
EliminarHay una diferencia sustancial entre el artista que dibuja y el que fotografía. El primero no necesita imprescindiblemente la presencia de un (una) modelo. El segundo, sin esa presencia, no puede hacer otra cosa que una siesta.
ResponderEliminarBuena reflexión, y tanto. Dos procesos, dos visiones, tiempos diferentes,
EliminarHay un poema de Bécquer que retrata lo mismo. Supongo que para un pintor es un reto pintar un cuerpo sin voluntad consciente.
ResponderEliminarA ver si localizo ese poema, no lo recuerdo. ¿En Rimas?
EliminarFácilmente adivinable, tras escuchar esta conversación.
ResponderEliminarPor cierto, una pose poco apropiada para amodorrarse.
Bueno,el cuerpo le va cayendo, caída la cabeza y el tronco no cabe duda que abdomen y extremidades acabarían cediendo al sueño, que es lo más desnudo que existe.
EliminarPor razones de alejamiento y "amodorramiento" espacial, me he perdido esa serie de Egon. Ahora iré leyendo tus escritos sobre Egon, este expresionista que tanto me gusta. Sus desnudos dan para una tesis sobre las buenas intenciones del Expresionismo.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Egon es y será siempre un moderno, porque la modernidad exige deconstrucción de las visiones cómodas, líquidas y falsas, que son muchas hoy día. A mí siempre incentivó mi mirada la obra de Schiele. Quería traducir en ocurrencias ciertas imágenes suyas, y mira que dibujó y pintó para no haber llegado a los 30. Acaso en otro momento me dé por echar mano de Kokoschka, que es otro de los que más me gustan. Bienvenido.
EliminarEgon veo lo inspirador que os resulta a los escritores. Un placer leerte. https://dietariodelugares.blogspot.com/2020/09/egon-schiele-autorretratos-del-encierro.html?m=1
EliminarNo sabía si había más gente que escribiera inspirada por aquella obra de Schiele, pero tampoco me sorprende. Miraré ese enlace, muchas gracias.
EliminarTambién a mi me agrada el dibujo. Parece en movimiento.
ResponderEliminarMaestoso.
EliminarUna serie que me cautiva...
ResponderEliminarBelleza en sus trazos, belleza en tus letras.
Feliz tarde Fackel.
Las letras son también trazos, y no solo signos, ¿no?
EliminarClaro que sí. Trazo o trazos en cada letra que construyen palabras, y frases y contenido que despiertan sentimientos y vete tú a saber...🤔😊
EliminarAh!! no voy de anónimo, protejo mi privacidad pero en esta plataforma tengo mi perfil. No sé si se habrá solucionado. Soy Ángela.
Parece que sí, gracias Ángela.
EliminarDuerme, o lo aparenta, mientras se ofrece en todo el esplendor de sus piernas abiertas. Parece como si Anja le hubiese tomado la medida a Egon.
ResponderEliminarO al menos lo intenta, da la impresión.
EliminarSeguro que es posible un amodorramiento mayor, porque la postura no parece muy cómoda, parece caída del techo y ha wuedado tal cual. Amontonada. En breve corregirá la posicion y acomodará de algún modo el hombro derecho, quizás hacia delante, y el pie derecho ya se le debe haber dormido.
ResponderEliminarAbra oo, fackel
Las caídas en el adormecimiento o amodorramiento, como prefieras, suelen ser imprevistas y fuerzan al cuerpo a posturas poco saludables. ¿No te has quedado alguna vez grogui siquiera unos minutos delante de unos platos post comida o ante el ordenador o en un sillón en posición incómoda? Yo creo haberme dormido, con disimulo, incluso en alguna conferencia. Sí, la chica del posar seguro que se corregirá antes o después. Salutem, Gabi.
EliminarInteresante posar medio dormida o totalmente dormida delante de un pintor. La escena que narras parece inocente, pero tiene una gran carga de sensualidad. Para dormir en presencia de otra persona hay que tener mucha confianza. Anja parece retadora. Quizás es la fantasía onírica de él. Ella se hace la tonta, pero yo creo que lo intuye.
ResponderEliminarEsta serie tiene un increíble misterio. La relación ya no es únicamente de modelo pintor. Tampoco es amorosa ni sexual. Es una relación indefinible. Habita en un campo mágico de posibilidades. Me gusta...
En efecto, para un adulto se requiere mucha confianza quedarse dormido delante de otros. También en función del cansancio o agotamiento, pero en un ámbito que al menos acepte a quienes se sienten arrebatados por un Morfeo en ciernes. Tomo nota de tus observaciones sobre la serie, Ana.
EliminarLa cabeza cae y el brazo se desvanece. La cadera atenta y las piernas sostienen el todo, como todo en la vida. Siempre un algo sostiene la desidia humana.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
Claro, siempre algo sostiene cualquier conducta, en este caso la indolencia o la desidia insinuada, y entonces el cuerpo se comporta en función de lo que se está expresando. Uno de los comportamientos que entiendo pero no me gustan es el que tienen los futbolistas cuando meten un gol, esa reacción de creerse dioses que se comen el mundo,multiplicando gestos me parece chunga pero cómo les gusta inventar poses y gestos y señalar los cielos...en fin, no tiene que ver con el tema de Egon pero tenía ganas de soltarlo.
EliminarNo da la impresión que estuviera muy cómoda en esa pose! Raro que a esas alturas la modelo no hubiera averiguado como suele dormir el pintor! Muy detallado el resumen entrecruzado de sensaciones que une a esos dos personajes durante el acto de bucear en la naturaleza de las formas. Un abrazo
ResponderEliminarEl profesional necesita guardar distancias, pero la tentación vive no en el piso de arriba sino en el recorrido de la mirada y el lápiz hacia el objeto modelo. Ve a saber o a ver si el diario nos relata algo más íntimo.
EliminarPor experiencia personal, he visto a una modelo en una pose con los ojos cerrados, como si estuviera dormida. Incluso teniendo algo de adormecimiento, aunque la pose exigía tensión, no era cómoda.
ResponderEliminarAsí que le encuentro mucho sentido a lo contado sobre Anja.
El pintor ha encontrado belleza en esa pose, con Anja realmente adormecida. Y ha sabido aprovecharla.
Creo que el pinto está en los pensamientos de Anja, que eso la ha desvelado. Tal vez sea necesaria una distancia profesional, pero algunos artistas han roto esa norma.
El nombre Anja me recuerda a la actriz Anja kling.
Saludos.
¿Solo algunos? Cuesta creer que un artista sepa mantener la distancia, pero supongo que habrá de todo. La profesión es la profesión por ambas partes, pero a veces las conexiones más allá son inevitables. Gracias, Demiurgo.
EliminarAdmiro, sinceramente, tu capacidad para ponerte en la piel de Egon Schiele y en el estado anímico de Anja. Creo que es hora de que Vera vuelva...para que esta pueda descansar un poco :-) . Abrazos.
ResponderEliminarPobre Egon verdadero, se horrorizaría de mi invención si lo supiera, aunque tal vez pactáramos acuerdos en torno a unas cervezas. Mira que Vera ya volvió y con qué ínfulas.
EliminarPD- Creo que me quedé corta en el comentario anterior, por eso agrego aquí: Buenísimo este texto lleno de matices anímicos, por parte tanto del pintor como de la modelo.
ResponderEliminarPues voy a revisarlo (algo que no suelo hacer) a ver qué parte de razón puedes llevar; gracias, Myriam.
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