"Todas las cosas están en estado de transformación. Tú mismo sufres una alteración continua y una suerte de agotamiento. Lo mismo ocurre con todo el universo".
Pienso que acaso Marco Aurelio no me descubre nada a estas alturas. Pero un pensamiento de tal clase sí refrenda lo que uno viene asumiendo desde hace tiempo. Pensamiento que proporciona un cierto grado de calma necesaria. Sin la calma la exploración del mundo, principalmente el interior, seguiría siendo mero caos. Pero uno vive no para resolver el caos sino más bien para comprender en cierta medida sus movimientos no reglados y, por lo tanto, aceptarlos. Todo es fugaz y pasajero, evidentemente, pero al persistir en la vida debemos procurar no desesperarnos por sus impurezas, pues al fin y al cabo cada uno de nosotros somos producto y efecto de ellas.
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No es cosa fácil. Cuando M.Aurelio expresó ese pensamiento, no sabía, entre otras verdades, que su cuerpo se renovaba célula a célula, excepto algunas del sistema nervioso, y en su totalidad, cada seis años. Y no es cosa fácil, ni mirando hacia afuera, ni mirando hacia adentro. Reglar un caos, es como llenar una botella sin culo. Se puede poner la mano para tapar la base, pero tarde o temprano la tendrás que retirar. Seguramente no te servirá, pero aún así déjame decirte que yo llegué a la conclusión de que lo único que valía la pena intentar era situarse en situación de observador. Observar conlleva separarse lo suficiente como para contemplar las escenas, los acontecimientos y eso; observarlos objetivamente.
ResponderEliminarDicen los actores, que no se puede juzgar la obra desde el interior del escenario. Hay que bajar a la platea.
Naturalmente que hay que observar, y cada vez más. No nos urge ningún ardor ¿caótico? juvenil y sí la necesidad de percibir en distancia. Pero ni de observadores se está a gusto del todo. Los actores...es de la gente más contradictoria que he conocido, no siempre dicen y hacen al unísono.
EliminarPuede que sean así, como dices. Pero creo que esta afirmación de que el peor lugar para poder apreciar la obra es el escenario, me parece de una lógica aplastante. Aún así conviene recordarlo de vez en cuando. Recordar que la mejor perspectiva para poder juzgar, valorar o interpretar algo, siempre se obtiene desde una cierta distancia y no desde su centro.
EliminarPor supuesto, el símil es absolutamente razonable. Si estás en el escenario no ves la obra (como espectador) pero la vives en otra coyuntura (como actor) Tal vez ese sea el dilema, contradicción o simplemente modo de sortear la existencia. La pulsión entre nuestra visión siempre limitada y la acción a que se nos obliga diariamente. No podemos ser solo espectadores distantes, pero en muchos temas nos conviene hacer como si lo fuéramos.
EliminarLas impurezas son nuestra personalidad.
ResponderEliminarO al menos parte de ella, no me cabe duda. Importa saber distinguirlas.
EliminarTodo es fugaz y pasajero, cierto, y la mayoría de las veces banal.
ResponderEliminarSalut
Digamos que hay cuestiones bastante triviales a las que concedemos excesiva importancia y encima sufrimos por ellas; conviene separar el grano de la paja.
EliminarNo deja de sorprender que Marco Aurelio tuviera clara conciencia de lo que significa el Universo en toda su magnitud,
ResponderEliminarSaludos.
Había vivido bastante y conocía lo que suele llamarse el corazón de los hombres.
EliminarMarco aurelio ya debia tener sus añillos cuando publicó esto. Por que lo de transformacion puede ser positiva o negativa, pero si lo acompañas de "agotamiento", ya no tiene posibilidades de fluir en dos sentidos. Solamente hacia abajo. Los años que hay que cargar cada vez son mas y las fuerzas menos.
ResponderEliminarY él aun tenia la suerte de que en su tiempo, ls edad era sinonimo de sabiduria. Ahora tambien lo es, pero a pocos les importa.
Cada vez es mas dificil comentar en esta mierda de cuadrito, que han dejado los de blogger, para poner los comentarios. Con el movil es horrible
Saludoss fackel
Se tengan los años que se tengan conviene adecuarse y resistirse hasta un cierto punto al agotamiento. Hasta el punto que este diga: ya no puedes o no debes o te agobias más. Me gusta leer a Marco Aurelio porque sus pensamientos van siendo los míos en muchos enfoques, depende de temas. Y, naturalmente, no todos los entiendo.
Eliminar(Yo no utilizo nunca el móvil para comentar en blogs, me pondría de los nervios)
Está claro que hoy, en el siglo XXI, cuando hemos visto tantas transformaciones, cuando hemos visto cómo la historia del hombre es la historia de la barbarie, hoy después de Darwin, las palabras de Marco Aurelio no nos descubren nada.
ResponderEliminarLotario I también lo decía “Omnia mutantur nos et mutamur in illis” (Todas las cosas cambian y nosotros cambiamos con ellas).
Nada es estable y todo se convierte en una imagen fugaz, un recuerdo que tarde o temprano también desaparecerá. Hasta las geologías más compactas se erosionan y se convierten es áridos –hoy los áridos los utilizamos para hacer hormigón-
Supongo que mi admirado Marco Aurelio ya sugería la calma indispensable para la supervivencia del género humano, de alguna manera apelaba al instinto de conservación.
En efecto todo es fugaz
Nos lo decía Virgilio en sus Geórgicas “Fugit irreparabili tempus” (Huye irreparable el tiempo). Y séneca nos advertía de la velocidad del tiempo “Infinita est velocitas temporis, quae magis apparet respicientibus” (La velocidad del tiempo es infinita y nos damos cuenta de ello cuando miramos hacia atrás)
Cicerón y Ovidio insistían es esta fugacidad.
Subrepticiamente la muerte se introduce en lo que está vivo, la vejez en la juventud y cuando preguntamos qué hora es, la hora ya ha huido –más o menos así estaba escrito en Epigrammata-
Estos sabios continúan vigentes porque nosotros continuamos “adornados” con la ambición y la insensatez de entonces.
La vida es tan breve que no nos da tiempo a comenzar ni siquiera a elaborar en una esperanza larga.
Un abrazo
Concedo el valor de las opiniones de un personaje culto de la Antigüedad clásica, y mira que hay bastantes, y le/les estoy reconocido por su capacidad de captar y transmitir. La vigencia de aquellos sabios vale más en la medida de lo que dices: que la ambición y la insensatez siguen rigiendo las vidas de los hombres de todas las épocas y hoy además de la manera más urgida, estresante y poco aprovechada que pudiera caber. Porque si encima de que la fugacidad nos marca y lo efímero nos sentencia no sabemos aprovechar un mínimo (carpe diem que no se sabe tomar) más valiera que acabásemos, que diría el poeta Vallejo. La vida es breve, pero la ilusa ilusión, la revestida desnudez y la prepotencia de los impotentes lo cubre todo. Y así nos va. Salud y calma.
EliminarEs mejor no desesperarse y tomar la vida como llega, si puede ser disfrutarla al máximo.
ResponderEliminarUn abrazo, Fackel.
Pero todo eso conlleva matices, nombres y apellidos, sustantivos y adjetivos, y no me refiero a la gramática de la lengua como a la gramática del vivir personal, que es lo más importante. Pero cada uno debe descubrirla.
EliminarTransformar cosas es más fácil que transformar personas. Supongo que el crecimiento de estas últimas es hacerlas desarrollar todo su potencial y alinearlo a sus deseos y a los deseos de los demás. Dar vida a las personas, repito, y verlas evolucionar hacia donde desean es el objetivo de este proceso. Complejo pero posible, sobre todo si hay voluntad de llevarlo a cabo.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Pero si el ejercicio de la confirmación y transformación de un individuo es un ejercicio esforzado y libre tiene grandes satisfacciones. Gratifica. Al menos yo lo percibo así. Y si hay un gran valor en cumplir años es el de ir comprendiendo un poco, acaso solo una parte, de la complejidad de las conductas y los modos de vida. Y saber elegir, diferenciar, escoger. Que a pesar de las desazones, los desencuentros y las dificultades comunicativas entre unos y otros sepamos tener una cierta claridad y no sentirnos producto de manipuladores de cualquier pelaje. Gracias, LAntonio.
Eliminar.É um belo pensamento..
ResponderEliminarCumprimentos poéticos.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Los pensamientos de Marco Aurelio son profundos y te los recomiendo vivamente, Ryk@rdo.
EliminarFáckel:
ResponderEliminararrastrados por la furia del río, siempre buscamos una isla donde descansar. ¿Permanecer en la isla y ver el agua bajar y bajar? ¿O dejarnos arrastrar por la corriente? ¡Ojalá hubiese más islas y más cercanas unas a otras!
Salu2.
Hay que bucear en el entorno de nuestras propias islas. Distinguir entre islas e islotes y continentes. No creo que nos sea dado conquistar nuestro propio suelo personal, pero vivir es estar en ello.
EliminarCuanta verdad esconde esa reflexión. Todo se transforma y por otro lado, a mí al menos, me queda la sensación de que en el fondo nada cambia.
ResponderEliminarUn saludo y que tengas un buen día.
La razón nos invita por un lado a registrar los cambios, pero no te fíes de las sensaciones que en el caso de nuestras generaciones son muy limitadas. Ya lo creo que ha habido cambios, ya lo creo. Lo que ocurre es que hay cuestiones que no se han resuelto y se siguen desarrollando sin aparente solución, verbigracia la agresividad de los individuos, la tendencia a la posesión, las soberbias y demás consecuencias, etc.
EliminarVivir para aceptar que moriremos. Qué difícil!
ResponderEliminarO vivir lo más intensamente posible sin perder el norte de que un día dejaremos de vivir. Más posible.
EliminarNo fundo, tentar encontrar o equilíbrio. Nem sempre é fácil, mas o desafio é esse....
ResponderEliminarObrigada pela visita
Beijos e abraços
Marta
En efecto, todo un desafío. El equilibrio es inestable pero nos mantiene. Saúde, Marta.
Eliminar"Todo es fugaz y pasajero, evidentemente": l'Heràclit d'aquesta afirmació no es carrega el Parmènides que diu el contrari, les coses es poden veure de més d'un costat.
ResponderEliminarMarco Aurelio habla del estado de transformación. Si esto mismo lo leo con veinte años no lo entiendo. Sobre todo en lo que tiene que ver con el mundo de las ideas y las conductas, porque el físico siempre se ve a primera vista. No sé por qué tanta gente se obstina en aferrarse a lo aparentemente inmutable, si esto no existe.
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