"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 4 de diciembre de 2021

El plantón (Serie negra, 52)

 



Solíamos citarnos en Les deux magots, pero aquel mediodía yo no aparecí. Cuando me telefoneó desesperada por la noche alegué un reportaje imprevisto en el periódico. Dijo que no me creía, que los reportajes no son nunca de última hora y que había llamado a la redacción y...Para, para, corté con énfasis su enfado. A estas alturas deberías saber que los reporteros estamos vendidos a la improvisación y que el orden del tiempo por el que otros os regláis a nosotros se nos niega. Continué con un tono de animal sacrificado. Ahora mismo tengo que pasar a limpio las notas del suceso y entregar la información. Me la están urgiendo. Mi  argumento no debía ser muy creíble porque ella no cejaba en su ímpetu. Dijo algo así como: ay, pobrecito mi periodista de investigación, te imagino cargado de café y envuelto en volutas inspiradoras de humo para hacer literatura barata con tus notas, débil y enfebrecido sin haber tomado siquiera un sándwich, envuelto en el gabán, ojeroso y desgreñado, necesitado de mimos y otros estímulos más intensos, sin fuerza para proporcionártelos tú mismo si no estoy a tu lado...Siguió diciendo esto y aquello que yo no quería escuchar, porque aquella chica había perdido la compostura y no la reconocería ni su abuelo diciendo memeces. Lise, le dije de pronto alzando la voz, no te pongas chabacana que estropeas tu estampa. Esta salida mía le llegó al alma. Tú eres quien estropea mi imagen, y soltó un improperio que me alarmó, no tanto porque me lo llamara sino porque no parecía ella. Entonces se me ocurrió: Pero Lise, ¿eres tú con la que hablo? Al otro lado del teléfono el improperio se potenció y dijo no sé qué de que me habían visto coqueteando con la redactora jefa del periódico de la competencia y que la escucharon decir a ella que estaba dispuesta a cambiar de journal porque si ingresaba menos por un lado ganaba más por otro y...Las cataratas verbales siempre me bloquean, y yo entonces me respaldé estoico en el sofá y dejé colgando el cable y el auricular se precipitó en un baile pendular y divertido. Me sabía mal chocar con aquella mujer tan estilosa e inteligente, pero oh, cuánto he odiado toda la vida sentirme en propiedad de alguien. La voz iracunda y quejica se fue diluyendo a través de las ondas. Seguí acariciando con parsimonia a mi gata de Angora.  




(Fotografía de Henri Cartier-Bresson)

38 comentarios:

  1. Una forma de cortar por lo sano para no perder la indepencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una forma compartida tanto entre hombres como entre mujeres.

      Eliminar
  2. No es que me compadezca, pero lo cierto es que la vida del periodista es bastante dura y hay mujeres estilosas que no lo comprenden.
    Salud

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay periodistas y periodistas (y periodistas) Un mundo y mundillo que se presta a coartadas, sin duda.

      Eliminar
  3. Hay una cosa que se llama incompatibilidad. Pues eso.
    Un saludo, Fackel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y que solo se distingue (no digo ya se conoce) con tiempo y relación, es obvio. Saludo.

      Eliminar
  4. Hay mujeres, y hombres, que no aceptan dejar de ser el centro del univreso. Pero bueno, paro eso están los periodistas de verdad, aún sin periódico, para poner frenos y caricias al gato :-)

    Un abrazo, y buen finde

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que este personaje periodista actuaba más como individuo que como ejercitador de una profesión, eso sí, aprovechando tesituras. Pero...¿y si ella veía fantasmas y él ya sabía de esa actitud?

      Eliminar
  5. Respuestas
    1. Me haces pensar en que acaso todas las parejas son disparejas = dispares, ergo diferentes, y creo que malo aquellas que se crean iguales. En todo caso que la identidad se base en su desigualdad (de caracteres)

      Eliminar
    2. Creo que entiendes por donde voy.

      Eliminar

  6. ...Veo dos personajes muy corrientes y abundantes, por cierto... Tal para cual, que se dice.
    Pero, admirable, siempre, tu manera de narrar. Bonjour, monsieur.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En lo corriente y abundante nos consolamos a menudo, por aquello de mal de muchos...O bien. Claro que el recurso del mal de muchos sirve para nuestras desgracias o errores. Sin embargo cuando acertamos y nos sale bien algo solo nos centramos en nosotros mismos, como si fuera nuestro gran logro. Somos así.

      Eliminar

  7. No logro entender bien tu respuesta, o esta tarde tengo la mente oscura, con esta lluvia tan insistente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De la oscuridad la luz, dice un dicho. Nada de preocuparse. Mis opiniones no son nada trascendentes (por suerte)

      Eliminar
  8. Ahora entiendo porque no he tenido pareja lo suficientemente duradera, según los estándares al uso: No tengo gato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me alegro que el texto te haya iluminado, y sic transit etcétera.

      Eliminar
  9. Parafrasejant Tolstoi, totes les parelles felices s'assemblen, cada parella dissortada ho és a la seva manera...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabía que hubiera dicho León eso. Creo que se traía unas broncas con la mujer de órdago y muy señor mío.

      Eliminar
  10. El juego de los afectos debería ser algo más sencillo, nuestra necesidad de posesión del otro lo complica todo o eso creo.
    Salud, en la noche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez, pero me temo que no hay nada puro en esta vida. El camino de los afectos tampoco es recto. Desde la noche.

      Eliminar
  11. Respuestas
    1. ¿Cómo va a convencerla a ella de que se encuentra tan a gusto con su gata de Angora?

      Eliminar
  12. Me ha gustado como lo has narrado.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces uno tiene cada ocurrencia...Salud, Miquel.

      Eliminar
  13. Maravillosa entrada La he disfrutado enormemente

    ResponderEliminar
  14. Los celos son un gran hándicap, pero sí es la de la foto... Además gasta un lenguaje y una forma de expresarse, que podría ficharla para el periódico. Pero por aquí hay muchos amantes de los gatos pero... bueno yo vuelvo a mirar la foto.
    Creo que ha perdido un pastizal en la bolsa😜
    Abrazo fackel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya que te quedas tanto con la fotografía siempre me he preguntado qué contiene la mirada de la señora del fondo. ¿Celos de la juventud divino tesoro?

      Eliminar
    2. No. Le llama la atención que llore. Para celos ña hubiera mirado cuando hubiera lucido feliz.
      Más bien... "jódete , ya ves que no todo son "flors i violes" en la juventud.
      Bueno, no con esas palabras, pero más o menos.
      Ayer vi el programa de iker jimenez, y tenía en el decorado, no sé si una foto o una reproducción de la estatua, de "la leona que también tiene derecho a vivir"
      Saludoss

      Eliminar
    3. Ve a saber qué miraba la madame.

      ¿La leona...la íbera, dices?

      Eliminar
  15. La paz no tiene precio y la placidez de un minino en el regazo es todo un regalo para quien lo sepa apreciar. Menuda escena la del teléfono danzando en el aire ... ,muy buena.
    La mujer que observa a la joven puede sentir celos o tal vez indolencia, yo más bien la veo como una espectadora de la vida.
    Un abrazo Fackel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. O es la mera curiosidad, o la comparación de edades, o sorprendida por el contraste de las modas, u observando la reacción de la joven ante una noticia de prensa...Ya ves, se abre el abanico de posibilidades. Gracias, Ana.

      Eliminar
  16. O Mundo não roda à nossa volta e há quem não entenda (ou não quer entender). Por vezes, esse despertar é muito humilhante... mas sobrevive-se...Tudo é fugaz...desvanece...
    Interessante como sempre...
    Beijos e abraços
    Marta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, pero mientras dura hay que vivirlo y si es posible disfrutarlo.

      Boa segunda-feira, Marta.

      Eliminar
  17. La señora mira con reprobación la faldita de la chica.
    Salu2, Fáckel.

    ResponderEliminar