"Oh, tú, la primera. De ti surge el todo. Tú otorgas la protección y los hombres crecen bajo tu cuidado. Das la razón de existir y amamantas sin distinción a cada criatura. De ti descienden los que piensan y los que actúan. De ti los que alimentan y son alimentados. De ti quienes ríen y cuantos se entristecen. De ti quienes unen y quienes separan. De ti dimanan los que heredan el calor y los que se arriesgan al abandono. De ti proviene el principio del habla que produce más habla y el silencio que acoge el desconcierto. Tú conviertes en fecunda la tierra baldía. Tú animas a los intrépidos y consuelas a los desafortunados. Tú muestras el camino de la bondad y repruebas a los maliciosos. Tú exiges a los guerreros que depongan las armas. Tú eres la llamada de retorno para el moribundo. Después de ti los hombres usurparon tu nombre, pero no pudieron nunca negarte. Te denominaron de otras formas, intentaron someterte al imperio de nuevos dioses o del dios único. Pero cada ser humano de cualquier tiempo de la historia sabe perfectamente dónde te encarnas. Cada uno te reconoce en la madre que tuvo. Cada uno se emociona ante la gran madre de la naturaleza que nos acoge a todos. Cada cual te reclama ante el dolor extremo. No hay humano que no se mire a sí mismo sin encontrar la huella de ti. Tú eres el vínculo entre la vida que se perpetua y la nueva que se origina. Tú estás en el origen de cada tiempo y cada individuo y persistes más allá del destino y de la nada".
Esta escultura, que representa a la Diosa denominada de Hamangia, fue hallada en la misma necrópolis neolítica de Cernavoda, Rumanía, donde estaba la estatua del dios pensante o dios triste o no dios. Por supuesto, ya desde el Paleolítico los humanos habían desarrollado conceptos abstractos en sus representaciones, no olvidemos no solo la abundante serie de venus con sus atributos femeninos sino representaciones aún más primitivas basadas en rasgos, geometrías o aprovechamiento de oquedades.
Pero lo que me llama la atención de ambas esculturas Hamangia es que poseen cierto estilo naturalista que permite expresar emociones, actitudes, comportamientos y una determinada acción a través de sus posturas. Obviamente la dificultad está en interpretar toda esa expresividad. Si son dioses son dioses cercanos, humanos, como todos los dioses, pero más de casa. Si representan la encarnación del ser humano diferenciado -un gran avance respecto a las representaciones anteriores y más primitivas de seres andróginos- cuya sacralidad va implícita en el reconocimiento de la vida y pretenden rendir homenaje a ambos sexos -en unas sociedades agrarias que se habían ido asentado y que ya configuraban formas de relación y de institución- su modernidad conceptual me parece enorme.
Piénsese que la cultura de Hamangia -una de las que abundaban hace siete mil años por zonas europeas como la región adriática, la egea, los Balcanes centrales, los Balcanes orientales, Moldavia, Ucrania occidental o Danubio medio, culturas que hoy se conocen como La Vieja Europa- que duró algo más de dos mil años fue desbaratada por pueblos nómadas que avanzaban a caballo desde regiones comprendidas entre el Volga y el Dniéper, salvo en territorios más al sur del Egeo y el Este asiático, donde tuvieron continuidad y evolución.
Es curiosa esta figura. No es hierática y parece en movimiento, máxime cuando la pierna izquierda está en posición estirada y sus manos se apoyan sobre la rodilla derecha, dando todo ello una composición de movimiento.
ResponderEliminarEs algo "brancusiano", muy brancusiano. Algo que se me escapa, pero el creador de la obra era un adelantado a su tiempo y estoy seguro rompió moldes en su época.
salut
Es tan espectacular como la del pensante. Y es verdad que recuerda a parte de la obra de Brancusi. Uno no deja de sorprenderse, porque entre las obras que se han descubierto posbilemente ambas sean de las más exquisitas y elaboradas. Naturalmente, según criterios nuestros actuales. Pero hay muchas más y supongo que otras se habrán destruido o aún no se han hallado. Pero es para reflexionar sobre la labor humana desde la Antigüedad. Que no todo es destrucción -aunque también- ni negativismo, sino que hay una labor anónima de envergadura en el pasado. Si no la hubiera habido no estaríamos aquí y en los planos de desarrollo -no cuestionemos ahora este- al que la humanidad ha llegado. Por cierto, es para reflexionar también cómo culturas evolucionadas como las de La Vieja Europa, esas que cito, fueron aplastadas por gente más primitiva, nómadas frente a urbanos, ya ves. Y La evolución de aquellas culturas se vino abajo y tomó derroteros de supervivencia. Sigo pensando que el conocimiento histórico es necesario y útil para la actualidad. Como toda ciencia que implica conocer ello influye en las filosofías tradicionales y permite avanzar nuestro pensamiento y nuestras pautas éticas. Quiero creer en ello al menos, Miquel.
EliminarUn ademán, el de la diosa, tremendamente humano, natural, nada forzado... Tal vez inspirada la figura en una persona normal de carne y hueso, un intento de reducir lo divino a niveles materiales comprensibles, lo que indica cierto grado de desarrollo en todos los niveles.
ResponderEliminarSaludos.
Para mí un grado elevado de desarrollo, indudablemente las formas estilizadas se fueron materializando más poco a poco, creo que estas representaciones son una excepción, todavía quedaba mucho para llegar a naturalismos más avanzados. De todos modos las interpretaciones siguen siendo un tanto ambiguas. Saludo.
EliminarUna escultura preciosa, sin duda. Tu invocación no tiene desperdicio. Nos conduce al origen. La gran madre, de donde venimos todos.
ResponderEliminarMadre naturaleza en general o madre física personal siempre están en el origen y en la presencia. Aunque la humanidad haya hecho abstracciones de ellas ambas son de carne y hueso. O de lluvia y floresta, si prefieres, para uno de los casos. Y en nuestra necesidad. Conozco personas que al morir invocan a su madre. Te lo dice todo.
EliminarBuscando que te busca, he encontrado el dato que con esa obra se desenterró otro "pensador", lo que me recuerda una entrada anterior tuya, en este "pensador" se refleja la introspección humana en lugar de las preocupaciones artísticas habituales de la caza o la fertilidad que eran lo más representado en el neolítico.
ResponderEliminarSaludos
Sí, parece que la escultura del post anterior y esta iban parejas en el mismo lugar. A una los científicos la llamaron dios y a otra diosa. En ese período iban asentándose modos de vida nuevos, más sedentarios y agrícolas, poco a poco iría cambiando la mentalidad simbólica de los individuos y sus colectividades. Buen día.
EliminarCuriosa invocación. ¿es de tu autoría?
ResponderEliminarPuestos a invocar...o ¿a evocar? O a ambos caprichos. Es divertido jugar con el lenguaje.
EliminarComparo ambas esculturas y me impresiona lo actuales que me parecen, creo que más de un escultor estaría encantado de que llevaran su firma.
ResponderEliminarEl arte, la humanidad en general no hacemos mas que dar vueltas sobre los mismos temas.
Un saludo y gracias, no dejo de aprender en está tu casa.
Creo que damos vueltas a los temas a lo largo de siglos y milenios porque continúan en vigor los mismos temas. Eso sí, los temas también han evolucionado en matices y a veces de modo drástico. Por ejemplo. ¿Se vive hoy la actividad amorosa del mismo modo que en el el Paleolítico? Otro ejemplo. El lenguaje ha evolucionado contundentemente; hoy es un medio y un fin, tremendo. Tu comentario se presta a reflexionar sobre que LO MISMO no es de la MISMA MANERA. Luego acaso ya tampoco mucho de lo original es el mismo tema. Uf, dan ganas de seguir prospectando.
EliminarMi asombro viene por la capacidad que tuvieron hace tantos milenios en plasmar la esencia de las cosas. Ahí es donde tenemos que aprender. Gracias y salud gozosa.
Creo que cada época tiene su forma de mirar las cosas. Las convenciones sociales, religiosas, incluso el medioambiente influye en la manera de enfocar la vida.
EliminarHasta mañana.
Por supuesto, y son cambiantes. Con solo mirar a la generación a la que pertenece uno y las transformaciones -que también se podrían matizar- se percibe. Buona sera.
EliminarEvoca la madre tierra, en minúsculas, como que formando parte de todo y de todos.
ResponderEliminarUn lujazo ver esta y la previa. Un abrazo
Te aseguro que indagar -en la medida de nuestras posibilidades- en aquellos tiempos, obras y simbolismos es apasionante. Naturalmente, no sé si hay certezas o solo aproximaciones, pero indudablemente todas las culturas coinciden en valorar y sublimar lo que es común a todas: la naturaleza, la maternidad y fecundidad, los miedos, la capacidad de sobreponerse, etc. ´
EliminarGracias por seguir el tema, A.
ResponderEliminarExcelente invocación-evocación a la diosa, naturaleza, principio, madre, mujer...
Aunque entiendo poco de esculturas, lo que mas me asombra de estos últimos dios y diosa, es la extraordinaria expresión de sus rostros, de sus miradas donde casi puede leerse sentimientos, temores, angustias... de siempre, de ahora mismo...
Buenatarde.
Y los cuerpos están dotados de un cierto movimiento: la posición de brazos y piernas, el torso, la disposición general de ambos cuerpos, las características como hombre o como mujer...No son representaciones rígidas en absoluto, más bien se reconocen como naturalezas humanas ambas esculturas. Y es que encima hablamos de tener siete mil años. Casi ná. Gracias, Soco, bien estar.
EliminarMiradas desde otro punto de vista, una puede representar el principio activo y otra el principio pasivo. La acción y la reflexión. Puede que ya percibieran aquellos artistas los principios que luego se han llamado del yin yang en culturas posteriores.
ResponderEliminarAndrea
Pues no me atrevería a decir que no. Gracias por el apunte, Andrea.
EliminarSi. La abstracción lograda a través de sus formas no hace que pierda poder expresivo. Si bien la interpretación queda a cargo del observador, bien se advierte la intencionalidad simbólica que aquel antiguo artista buscó manifestar
ResponderEliminarEs de suponer que las interpretaciones serán relativas y quedarán siempre en el aire. Así que cuando enseguida los especialistas llaman diosas a este tipo de imágenes yo sigo teniendo mis dudas. Claro que diosa puede tener un sentido más amplio, no sé.
EliminarFáckel:
ResponderEliminargracias por la información. ¡No tenía ni idea!
Me gusta esa estatuílla y tus sugerencias: demasiado humana para un dios y demasiado divina para un mortal.
Desde luego sus líneas podrían ser tomadas como una escultura moderna. ¡No hay nada nuevo bajo el sol!
Salu2.
Recuerda que muchos artistas plásticos del siglo XX tomaron como referencia obras antiguas, bien cicládicas o africanas y todo el mundo se descubrió ante esas obras modernas en el tiempo. Tal vez haya que divulgar más la modernidad de las obras antiguas, aunque creo que la trampa de las denominaciones y categorías está ahí. Lo importante es conocer aquellas realizaciones de hace milenios y reflexionar sobre la historia humana: eso nos puede poner en la comprensión actual de nuestro tiempo y vida, ¿no crees?
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