Te los daban por disciplina y urbanidad. Por buen comportamiento y atención en clase. Por puntualidad y colaboración. Por rigor piadoso y ferviente. Los vales los guardabas en una hucha siempre ubicada dentro del pupitre, cual bitcoins de la infancia escolar. Cuando se tenía un número determinado -el valor y la cifra siempre han sido una característica del mercado más primario- se nos concedía un premio. Ojo, si te portabas mal, si aparecías hecho un trazas, si te pegabas con un compañero, si tu actitud pía se relajaba, si decías palabrotas, si no dejabas de hurgarte en las narices y hacer bolitas, con la variante añadida de tirárselas a otros, si incordiabas al colega de al lado o hacías dibujos sarcásticos y procaces (era lo mío), si la atención mermaba...entonces tenías que devolver los vales. Era un toma y daca. ¿Cuántos llegué a poseer y cuántos perdí en la vorágine de aquel sucedáneo del Mercado de Valores? No sé, la memoria ya no guarda registro de esta clase de minucias.
Moraleja uno. Los vales que habíamos repartido entre los señores/as diputados/as (ag, qué repelente este / políticamente correcto) para que efectuaran su trabajo pero que tienen empantanado el llamado poder legislativo y en gran medida el ejecutivo, ¿no piensan devolvérnoslos?
Moraleja dos. Qué citas bíblicas tan estupendas. Vienen para la situación que ni a pelo. Es lo que tiene guardar recuerdos seculares. Buenas noches. Me voy a que el sueño de verdad me despeje del sueño de mentira. ¿O es al revés?
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Esos vales de infancia bien valdrían como ejemplo. No sé si nos regresarán las ilusiones, imagino que no.
ResponderEliminarUn abrazo y finde bonito
Comparto tus algo más que dudas. Condenados como Sísifo a subir al monte con la roca, ya sabes la historia.
EliminarBien estar siempre, malgré tout...
Creo que se van a llevar una sorpresa en el próximo reparto de vales.
ResponderEliminarSaludos.
Y yo, y yo. Esa sensación que nos transmiten de charcorranas es nefasta. ¿No se darán cuenta de que no somos del todo imbéciles?
EliminarSaludo sabatino.
¡Cómo han cambiado los papeles!
ResponderEliminarSoy maestra de primaria y ¡qué curioso! ahora los "vales" no son repartidos a los alumnos sino somos los maestros quienes según los "vales" tenemos o no premio.
Devolverlos, sí los han devuelto. El dilema es si con otra cara u otra máscara.
Me gusta leer cuanto escribes, son reflexiones que dejan abierto debate.
Saludos.
Ay qué bueno, sí que han cambiado, sí. Por cierto, ¿ha cambiado el comportamiento de los alumnos? Antes los chicos éramos un pelín o más que un pelín gamberros, pero muy contenidos y dentro de un orden y mando que nos reprimía incluso con algo que hoy iría a un tribunal: los castigos corporales. Cuando cuento lo que he visto a chicos de ahora no se lo creen. Cambiaron las tornas, parece.
EliminarGracias por comentar, Rosa, escribo sobre mis dudas siempre, sí, y sobre certezas que nunca son absolutas, como las de cualquiera, porque el que se pretenda en posesión de verdades va dado.
Lo más importante: dormir bien.
ResponderEliminarEsos vales jamás los conocí, a mi me tocaron otros mucho mejores con formas de arroz y garbanzos envueltos en perfidia albionica!
Ya me contarás de qué iban, desconozco la cultura albiónica, tendrá sus variantes.
EliminarQue sí, que cada cual utiliza su verborrea como proyección inconsciente y muchos desgraciados adictos/adoctos al poder exponen sus miserias al descubierto y encima sin enterarse hasta que reciben su merecido, eso con suerte! Pero las masas proyectamos nuestras mediocridades si no miserias en los lideres y así “recibimos” también. Mejor dormir, si.
ResponderEliminarAdicción, seguimiento, tendencia, proclividad...ya no sé dónde nos situamos cada cual pero a mí me tienen harto, y ¿cómo renegar del funcionamiento de un país, no obstante las catervas que se ofrecen, cuando en ese funcionamiento hay presente y futuro para bien o para mal?
EliminarYo passso. Tengo mis vales en Instagrammm. Mi vida de Facebuk; mis historias en bloguer; ; mis chismes en tuliters...
ResponderEliminarUn vale de caridad y con solemnidad...¿ y a quién va dirigido?...Lo sabrá Él ?
Y por citas bíblicas podríamos acercarnos a una de mís preferidas, la del Eclesiastés 7:16 (este Salomón siempre acertado); yo sigo su pauta...y a esperar
Salut
¿Estos...?
Eliminar"16 No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte?
17 No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?"
La búsqueda del continuo equilibrio, algo pura y fieramente humano. El Dios y los dioses se la habían otorgado. Nosotros tenemos que discernirlo. No reniego de mi mortalidad, que me permite descubrir y discernir, acierte o no es otra cosa.
Hola Fackel. Estoy llegando a una conclusión en estos últimos días, después de visto y escuchado lo ocurrido con el poder legislativo, y es que todo esto ocurre porque lo permitimos y ell@s lo saben.
ResponderEliminarBuena reflexión
Un abrazo
Naturalmente, Jose, naturalmente. Lo permitimos y ahora mismo deberíamos de ejercitar en público nuestra disconformidad. Aquel grito de hace unos años del "no nos representan" se tendría que dirigir ahora a muchos de los que entonces lo vociferaban. Paradojas. Ironías de la historia. Inmadurez.
EliminarSigamos reflexionando, es una propuesta que no nos debe quitar nadie.
Cordial.
Me temo que todo es tan virtual como estas nuevas monedas no sujetas al valor del oro. Aquello era puro chantaje moral, ¿esto?
ResponderEliminarMe temo que también chantaje moral y no solo eso. Para mí anti Política. Y este país no está sobrado de cultura política democrática.
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