Carmen Jiménez es la voz de la superación. También de la transformación. Demostración palpable de que con esfuerzo se llega lejos. Como poco, a independencias y liberaciones impensables. Como mucho, a una realización personal ilimitada casi. Carmen Jiménez Borja fue una revelación en el encuentro TEDxValladolid. Viendo el vídeo adjunto se sabrá por qué. Y lo claras que tiene las cosas esta mujer.
Por cierto, el alcalde de la ciudad la ha fichado para la lista de las Municipales.
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Las sociedades comunes no soportan lo extraordinario (se dice que lo mejor resulta enemigo de lo bueno) pero bien dispuestas están a “chupar rueda” ajena. Naturaleza humana.
ResponderEliminarDe rarezas positivas en distintos planos se plagaron grandes álbumes..... la cuestión es la interrelacion entre los diversos planos o aspectos de un mismo “álbum”, persona, circunstancia.
Obsérvese la expiración que emite la moza tras muchas de sus frases. Eso dice de la persona más que sus palabras, nos indica la magnitud de su esfuerzo tanto como de su autodeterminación.
Conozco personas muy firmes en algún aspecto y terriblemente débiles en otros, yo misma podría serlo.
No sé si es más terrible la impotencia de saberse tont@ o el autoengaño social que nos interesa creernos, al que nos sometemos por conseguir un puesto relevante en la sociedad.
Muy observadora sobre la muchacha. Interpreto que ella está presentando su ponencia-testimonio y que la exige un sobre esfuerzo más allá del protocolo estudiado ad hoc. Yo he observado sobre todo su balanceo inequívoco y nervioso, que también dice mucho de la personalidad esforzada de Carmen Jiménez.
EliminarLa discriminación es una lacra, pero sigue y sigue, o por mujer, o negro, o gitano o gay, o...lo que sea, hay quien disfruta buscando la diferencia en vez de lo común-. Carmen sabe lo que dice
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche
Brillante la
Y por lo que se ve, sabe defender posiciones, dentro y fuera de casa. Este tipo de personas que lo tienen duro merecen doble reconocimiento. Ojalá como edil, si cunde la elección, sea un puesto aprovechado por la joven. Gracias por opinar, Albada.
Eliminarrealmente interesante.
ResponderEliminarUn abrazo
salut
A mí me lo ha parecido también. No está mal nutrir la representación democrática con la riqueza que proporcionan la diversidad y el esfuerzo.
EliminarEs mucho más cómodo creer en un mundo cuadriculado, lleno de clichés y de tópicos, cada uno en el lugar que le corresponde, todo organizado convenientemente en sus casillas correspondientes, fácil de entender por cualquiera en el bar con el palillo en la boca, de esa gente que te arregla el mundo en dos patadas.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues hoy hay que adaptarse al mundo cambiante -bueno, eso ya debería ser desde hace décadas y más en un país tan relativamente conservador en unas cosas como rupturista en otras- si los humanos de nuestras sociedades no nos queremos ver arrastrados por la vorágine dinámica. Respecto a los que arreglan España o el mundo con el palillo en la boca...por su palillo muere el rácano que llevan dentro. Saludo.
EliminarEl problema reside en que esta mujer es la excepción, no la norma. Y lo digo desde el conocimiento próximo de un barrio vecino en el que hay muchos gitanos que son y no es un apriorismo 'trapaceros', como deben de ser en general por su comportamiento y tratan a las mujeres como describe ella en su alocución. Insisto, está muy bien el mensaje de esta mujer, pero es una excepción, lástima que no abunden más como ella, falta le haría a las mujeres gitanas.
ResponderEliminarPero al ejemplo, y ojalá cunda, de esta mujer me remito. Debido a esa intervención al alcalde debió entusiasmarla y la propuso ir en las listas municipales del PSOE. Respecto a los trapaceros...los cargos políticos de payos de este país están repletos de ocupación por trapaceros en grado superior. No hay más que ver la de procesos judiciales abiertos por trapacerías delictivas y corruptas. A ver si las próximas generaciones hacen más esfuerzo por combatir los males y vicios del pasado.
EliminarUn abrazo.
El testimonio es muy bueno y la excepción. ¡Ojala! sirva de ejemplo.Su etnia rompió un pasado nómada pero sus costumbres impiden la formación y se rigen por la ley del mínimo esfuerzo.
ResponderEliminar¿Imagina a gitanos y quinquis con horarios laborales de 8 o más horas?
Por ahora, ni pensarlo! seamos realistas: se apañan con 4 o 5 mañanas al mes de mercadillo para mantener una familia y si no llega pues ya sabemos con qué complementan sus ingresos. Les gusta vivir bien sin esfuerzos.
Adriana
No creo que sea tan simple y reducido el tema, ni tampoco conozco el mundo gitano lo suficiente como para osar opinar. ¿Sus costumbres impiden? Y el acceso al mundo social "normal" ¿lo han tenido fácil? Dejémoslo ahora. Sigue siendo tabú el tema para los españolitos. Eso sí, voy conociendo nuevas generaciones de no-gitanos a los que les gusta vivir de la subvención y el cuento y no están por la labor de los horarios laborales que hemos hecho otros durante décadas. ¿A quién no le gusta o gustaría vivir del mínimo esfuerzo? Pero no es el camino. Y en estos temas, ya se sabe, el que esté libre de pecata...
EliminarDesde luego, somos reactivos a todos los que no son "de los nuestros". Eso me parece el principal escollo para el progreso humano, cuanto peor tratamos a los distintos más nos perjudicamos, estrechamos nuestra participación en este mundo.
ResponderEliminarTambién es cierto que el diálogo y el razonamiento no son fáciles ni con los que no son de los nuestros ni tampoco con los nuestros. Pero ahí no hay nada nuevo bajo Helios. De todos modos creo que el problema radica en otra parte: en el déficit de cultura política y en concreto democrático que tenemos en este país.
EliminarPor cierto, he recordado a El lute, primer quinqui licenciado en Derecho. Hubo una gran difusión de sus libros y películas. ¿Caló entre los suyos? Me temo que no. Si es que el problema es la educación, se casan demasiado jóvenes.
ResponderEliminarAdriana
¿De verdad que usted piensa así, Adriana? No estoy de acuerdo con la forma de enfocar ese tema, tan reduccionista.
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