"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 24 de febrero de 2018

Y no te olvides de (leer a) Antonio Machado















El azar depara fechas de efemérides -nacimientos, muertes, ceremonias, acontecimientos múltiples- que no tienen mayor valor que ser eso, casualidades. Un 22 de febrero nos recuerda siempre la triste desaparición de Antonio Machado en Collioure, como otro 22 de febrero nos traerá en el futuro el adiós de Forges. Una fecha parcial apenas significa nada si no se la matiza. Y el haz y el envés de la existencia siempre jugando a los dados. Aquel febrero de 1939 era frío y no sólo de invierno estacional. Lo era gélido total: el exilio, la guerra perdida por los que habían mantenido la legalidad constitucional (eso que antes y ahora se desprecia tanto por parte de algunos), el remate absoluto a sangre y fuego de un régimen republicano elegido, el abandono, la carencia, incluso el olvido. El invierno de Machado fue también el de innumerables españoles que supieron de la represión y de la persecución verdaderas -ciertos personajes de ahora deberían ser más considerados al utilizar los términos alegre e indebidamente- y para los que no hubo nunca vuelta atrás ni retorno a su casa.  

Habría que aplicar a Antonio Machado las mismas palabras -pido que se lean atentamente porque siguen en vigor en nuestro tiempo- que él dedicara a Francisco Giner de los Ríos, inspirador y rector de la Institución Libre de Enseñanza, con motivo de su muerte:

"...Y hace unos días se nos marchó, no sabemos a dónde. Yo pienso que se nos fue hacia la luz. Jamás creeré en la muerte. Sólo pasan para siempre los muertos y las sombras, los que no vivían la propia vida. Yo creo que sólo mueren definitivamente -perdonadme esta fe un tanto herética- sin salvación posible, los malvados y los farsantes, esos hombres de presa que llamamos caciques, esos repugnantes cucañistas que se dicen políticos, los histriones de todos los escenarios, los fariseos de todos los cultos, y que muchos cuyas estatuas de bronce enmohece el tiempo han muerto aquí y, probablemente allá, aunque sus nombre se conserven escritos en pedestales marmóreos".

Pues lo dicho. Forges popularizó aquella coletilla que colgaba abajo en sus viñetas de No te olvides de Haití, a propósito de las tragedias que sufrió aquel país, y estos días los periodistas lo retoman con un No te olvides de Forges, muy de circunstancia, supongo. Me sumo al No te olvides. En este caso de Antonio Machado, al que hay que seguir leyendo para entender algo de la historia y nuestras maneras de estar, que no sé si de ser, y de paso y sobre todo entendernos.



25 comentarios:

  1. "Oscuro, para que todos atiendan; / claro como el agua, claro, / para que nadie comprenda"
    A.M.

    ¿Que la curiosidad mató al gato? ¡Mentira!

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    1. Siete vidas tiene el gato y setenta (o más) el hombre curioso.

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  2. hay que leer! la lectura es el camino hacia la luz, esa luz en la que encontramos siempre a los que se han ido...

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    1. Los neurobiólogos inciden además en el provecho que tiene para nuestras neuronas, ¿nos parece poco? Eso es lo real. Lo otro es una metáfora que anima. Si ejercitación y búsqueda van de la mano al menos habrá un cierto sentido de esto que es vivir.

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  3. Imagina: una preadolescente con un librito enano de la colección crisol, ajeno, leyendo por los rincones algo que le embelesaba no sabía quien era el autor, solo que era poeta. Ya en la facultad se hizo con un libro baratito, el num. 16 de la colección básica Salvat: ante mis ojos presente Ed.1969. con prólogo de Julián Marías.
    Al alirón abro pg. 109 y leo: "Cardos, lampazos y abrojos, avena loca y cizaña llenan la tierra maldita, tenaz a pico y escarda."

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    1. Mi adolescente que fui (acaso el que aún llevo dentro) estrenó del libro pequeñito de Crisol nada menos que las Rimas y Leyendas de Bécquer. Te sorprenderás: también de Aguilar, pero no ya Crisol, sino de mayor tamaño, si bien de letra pequeña, que ahora apenas podría leer, me regalaron también en mi juventud tierna las obras de Jardiel Poncela (sugerencia mía por el recuerdo grato que me había dejado la lectura soberbia de "Eloísa está debajo de un almendro" por parte del profesor) Machado llegó mucho más tarde, rondando ya el 68, era uno de los estandartes de la revuelta cultural universitaria.

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  4. Aquel verano la pequeña también leyó a otro poeta de nombre Rubén Darío también en la colección Crisol. No lo pudo soportar! Instinto temprano? 👀

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    1. Qué grande es Darío. Pues sí, se ve que tenías instinto madrugador.

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    2. Oye pues a mi Darío sigue sin agradarme! Me aburre soberanamente. Uf sin radio ni T.V., hasta que se la regalé a mis padres a los 18, durante aquella infancia cayeron todos los clásicos de las bibliotecas, hasta los más"tochos" cuyos títulos y autores debíamos memorizar en el cole. Me convertí en una pequeña sabihonda. Ay. Después matrimonio y crianzas me azopencaron durante décadas. Chungo ser inversión de futuro de ancestros, pero no me quedaba otro remedio. Fueron los tiempos y circunstancias que nos tocaron vivir. Cuando "medio desperté" y hube pagado todas mis deudas vitalicias, resultó demasiado tarde para volver a coger comba a partir de los 60. Luego llegó la red....y mejor no seguir! Entremedias buscando salvavidas interestelares!

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    3. No es de los poetas que más nos atraigan, por supuesto, pero sin él tal vez Pablo Neruda no sería lo que fue. De los americanos me atrapan mucho Huidobro, Vallejo y Paz, pero no son los únicos.

      Pero cuando lees cosas así:

      "De rudos malsines,
      falsos paladines,
      y espíritus finos y blandos y ruines,
      del hampa que sacia
      su canallocracia
      con burlar la gloria, la vida, el honor,
      del puñal con gracia,
      ¡líbranos, Señor!"

      que forma parte del poema Letanía de nuestro señor Don Quijote encuentras un vigor, muy al gusto modernista, sí, pero con una intención de fondo que sigue en vigor. Las formas poéticas cambian y yo estoy en esta época por valorar en su aportación histórica cada cosa, lo cual no me obliga a adorar un gçenero o estilo determinado.

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  5. Fuego cruzado entre Huidobro y de Rokha, de una parte, y de otra, Neruda (introducción sucinta)25 febrero, 2018 00:11


     AQUÍ ESTOY: PABLO NERUDA (dedicado a Vicente Huidobro y Pablo de Rokha)

    Aquí estoy
    Con mis labios de hierro
    Y un ojo en cada mano
    Y con mi corazón completamente.
    Y viene el alba y viene el alba
    Y viene el alba
    Y aquí estoy
    A pesar de perros, a pesar de lobos
    A pesar de pesadillas,
    a pesar de ladillas,
    a pesar de pesares.

    Estoy lleno de lágrimas y amapolas cortadas
    Y pálidas palomas de energía,

    Y con todos los dientes y los dedos escribo,
    Y con todas las materias de mar,
    Con todas las materias del corazón escribo.

    CABRONES
    Hijos de puta.
    Hoy ni mañana
    Ni jamás acabaréis conmigo.

    Tengo lleno de pétalos los testículos
    tengo lleno de pájaros el pelo,
    Tengo poesía y vapores
    Cementerios y casas
    Gente que se ahoga
    Incendio en mis veinte poemas,
    En mis semanas y en mis caballerías
    Y me cago en la puta que os mal parió
    Derrokas, patíbulos,
    Vidobros,
    Y aunque escribáis en francés con el retrato de Picasso en las verijas.
    Y aunque muy a menudo robéis espejos y llevéis a la venta

    El retrato de vuestras hermanas,
    A mí no me alcanzáis ni con anónimos,
    Ni con saliva.
    (...)


    Probablemente el detonante que encendió la pólvora en Neruda fue este poema previo de Pablo de Rokha:

    http://www.poema-de-amor.com.ar/mostrar-poema.php?poema=4182

    Y un largo etcétera de rivalidades, invectivas, animosidades y diatribas.

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    1. Qué interesante. Y qué fuego y qué veneno y qué cólera humana, pues los dioses siempre fueron hechos a imagen y semejanza del hombre.

      Interesante, mucho, ya digo. Buen conocer eres del tema, quien seas.

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    2. Vaya poema enorme el de Rokha, y seguramente habrá quien opine que no andaba descaminado en su orientación crítica y acerva, desmedida, si se quiere, de Neruda. Qué fuerte, que dicen ahora los modernos. Y sin embargo, qué ecos de los grandes Góngora y Quevedo, aquellas disputas tan antiguas que incluso entre los bardos romanos ya se daban (Catulo sabe)

      Muy bien, Anónimo, me ha gustado esta aportación. La recomiendo.

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  6. E interesante la charla por aquí...
    Un abrazo

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    1. Lo bueno de los blogs -algo que dudo tengan los tuiter y los feisbuk- es que se dicen cosas, y a poco que algunas sean cuerdas y novedosas para cada lector ya es válido usar el medio. Es que sabéis aportar, hermano.

      Y esto de hacer tres cosas a la vez -el heterónimo se hace uno y trino- es muy gracioso: limpiar la casa a conciencia, escuchar en ·A vivir que son dos días" un programa de testimonios riguroso sobre la barbarie desatada por los vencedores de 1939 y pasar de vez en cuando a ver si alguno de vosotros ha escrito algún comment, pues es de lo más activador para el organismo. Uno se depura haciendo. Como dice un amigo común, tuyo y mío, que bien conoces: ¿Qué es lo que hay que hacer? ¡Hacer!

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  7. Poco se lo conoce y menos se lee a Marchado en Argentina en estos años...

    Saludos,

    J.

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    1. No creo que en España se lo lea más. Al final esto de las lecturas va a ser cosa muy personal. Y aunque algunos vinculamos a Machado con una época de la historia de España que él supo interpretar no parece que las nuevas generaciones sean muy propensas a interesarse por su obra. Como ocurre con tantos otros autores. Un saludo transoceánico, José.

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  8. Y cuando llegue el día del último viaje
    y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
    me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
    casi desnudo, como los hijos de la mar.

    Deberíamos tener en cuenta siempre esa ligereza de equipaje. Si razón tienen las matemáticas cuando dicen que menos por menos es más.

    https://www.youtube.com/watch?v=S1SwY9-w2pw

    En ese enlace el cantaor Calixto Sánchez nos trae en unas sevillanas muy particulares muchos y hermosos versos de A. Machado, entre ellos, el encabezado.

    Un saludo, Fackel.

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    1. Esa estrofa casi parece un epitafio, escrito mucho antes de prever el drama. Un mensaje muy directo para los tiempos que vivimos, en que acumulamos hasta lo más innecesario para buscar el sentido más oscuro de la vida: llenarla con lo efímero, lo subsidiario, lo irrelevante. Menudo filón encontró el capitalismo de nuestros días en esa mentalidad que tenemos, así que los objetos y los planes efímeros nos desbordan y alteran todo.

      Escucharé ese enlace, Tempero, muchas gracias, salud y suerte para el día.

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  9. No conocía esas palabras de Giner de los Ríos con ocasión de la muerte de Machado, palabras que suscribo al cien por cien. Gracias por publicarlas.

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    1. Es a la inversa, son de Machado con ocasión de la muerte de Giner de los Ríos. Gracias, G.U.

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  10. Tanto el Anónimo (mejor dicho, Anónima), como
    el "Fuego cruzado entre Huidobro y de Rokha, de una parte, y de otra, Neruda...", era yo.

    Ten salud, Fackel.

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