Todos están desnudos por dentro. Los dioses, los santos, los papas, las vírgenes, los mártires, los mandatarios, los condotieros, los mecenas, los tribunos, los dictadores, los CEO y la pléyade de personajes exaltados en ámbitos sacros o laicos, todos están desnudos por dentro y no solo por detrás. La desnudez interior es la peor desnudez. Es el vacío. Aparentes en sus imágenes de frente, a través de sus gestos hieráticos solo disponen del espacio robado al aire. Perímetros y contornos revestidos de atributos, símbolos, vestimentas. Fachadas. Acompañados de medios de comunicación fieles. Aquellas imágenes de peana y retablo que el Barroco ha perpetuado desde la conspiración retrógrada de Trento resultaron ser figuras de trampa y cartón, o mejor dicho, de trampa y madera de pino. Salvo las efigies de los museos, que probablemente hayan sido tratadas, la mayoría han sido pasto de termitas. Acaso la materia de que estaban hechas propiciaba la acción de los isópteros. ¿Llevarían de origen el embrión del vacío y de la carcoma de sus ideas? Figuras a medio hacer. Figuras que nunca fueron sino el rostro de las falsedades, disimulando u ocultando los vicios éticos llamados vanidad, soberbia, dominio, riqueza, manipulación...Portes colocados y dirigidos para imponer una visión ficticia de la vida. Estatuas huecas, demediadas, frágiles en el fondo, reconvertidas y sustituidas hoy día por nuevas expresiones técnicas. Las nuevas ideologías y conductas, remedo de las antiguas, también están rendidas a modalidades de cultos actualizados o con apariencia nueva pero que en realidad siguen respondiendo a las ceremonias y objetivos de toda la vida. Efigies de tribuna o de consejo de administración con sus días precarios que consideran de gloria. ¿Tuvieron y tienen alguna vez cuerpo aunque fueran producto del tiempo?
*Fotografía tomada en la exposición "Almacén. El lugar de los invisibles", del Museo Nacional de Escultura de Valladolid en 2019.
No es la desnudez, lo que es impúdico es el vestido, un vestido que a veces logra cubrir la desnudez interior.
ResponderEliminarVestidos y gestos y actitudes y...un repertorio amplio.
EliminarEstarán vacios y lo que quieras, pero todo lo han vestido tan bien, que nadie es capaz de decir, "están desnudos".
ResponderEliminarSaludos
Dan el pego, desde luego. ¿Quién dijo que el arte era solo arte y no estaba al servicio de la ideología? Claro que el arte seriado a veces agota.
EliminarLa triste realidad de una fachada sin nada detrás, Una alegoría muy reveladora.
ResponderEliminarEl fachadismo impera en muchos ámbitos. Los propietarios de las imágenes de la fotografía era maestros en sus arquitecturas, esculturas, retablos, etc. Pero no los únicos.
EliminarRepresentaciones huecas de un falso contenido que huele a estafa, mentira y simulación. Nada verdadero hay dentro si se escarba un poco, sólo un ego enfermo ávido de exaltación. Muy apropiadas reflexiones para la realidad que nos toca. Un abrazo
ResponderEliminarHay -y en el pasado absolutamente dominador- un poderoso aparato de control sobre las mentes humanas. Pasaron el testigo a los vacíos laicos sentados en el burro de la dominación.
EliminarLas batas de los hospitales que nos igualan a todos con el culo al aire.
ResponderEliminarAbrazooo
Eres genial, no había caído. Lo bueno de pasar por el hospital es verte así y no tener complejos. Ni para que te toquen, te miren o te limpien.
Eliminar...un omega abierto a nuestras espaldas; frágiles, prístinos. Tan llenos de todo y tan vacíos de lo demás. ¿sabes? esto ocurre, si me lo permites, cuando atrapado en un vórtice de aquel meandro, descansas sólo para luego continuar. Y como tú dices, está bien que sea así.
ResponderEliminarLos meandros se suceden y no siempre se nos permite parar en la orilla, las más de las veces nos engulle el curso de los días y su vaciedad.
EliminarMás allá de las connotaciones ideológicas, religiosas, históricas, cada obra construida por el hombre tiene un valor inestimable, precisamente porque es y son hijas de su tiempo, un retrato sin engaños de lo que aconteció y por dónde iban los tiros y respiros del poder. Sin ellas nos gusten o no un análisis estaría incompleto. Evidentemente tienen su arduo trabajo y los materiales utilizados, maderas, barnices, pigmentos nos acercan a las manos de esos artistas que las construyeron. Los artistas construimos con lo que nos brinda la vida, el pino no es una buena madera con resistencia en el tiempo, aunque es noble y blanda para tallar; nunca las he visto, me gustaría.
ResponderEliminarNada que objetar ni a tu opinión, que comparto, ni a la obra de arte. Pero es que esas imágenes ahuecadas me sugieren tantas cosas...
EliminarMe parece extraordinario que te sugieran y arrenquen estos textos preñados de cavilaciones, ésa es una de las misiones del arte: hacer pensar, sentir, reflexionar, sacarlas de contexto y traerlas a nuevos territorios, el actual por ejemplo.
EliminarPor supuesto, toda creación humana o el devenir de la naturaleza en cualquiera de sus formas debe sugerirnos, proporcionando visión, alentar iniciativas y sueños, dándonos elementos de conocimiento y, por lo tanto, críticos. El arte es siempre medio. El objetivo, cada individuo. El camino, la libertad de percibirlo, como toda libertad que sea auténtica.
EliminarImpresionante esa expo. Pena de no estar en Valladolid.
ResponderEliminarFue hace tiempo, luego no solo cuestión de espacio o territorio, sino de tiempo. Fue una exposición de otra visión de toda esa imaginería.
Eliminartambién a mi me hubiera gustado mucho verla„ que sugeridora.
ResponderEliminarEn los museos hay mucha trastienda. Como en cada cuadro, en cada estatua, en cada edificio, en cada vida.
EliminarEl hábito no hace al monje, pero da el pego. Yo creo que en algún caso pudiera haber habido un tema de gasto contenido, pero en su mayoría es el vivo reflejo de una realidad, antigua y actual, somos lo que queremos aparentar. Los santos, con su olor a santidad igual no cabían en esos armatostes huecos :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Menudos montajes ideológicos son los santos, y mira que hay a millares. ¿Por qué será? No es dificil indagar en la imagen que generan (no me refiero a la estatua) al canonizar a personajes que no sé si fueron modelos de perfección en vida. Necesidades de la empresa y sus productos.
EliminarLa nostra manera de vestir ens defineix, expressa la nostra personalitat. Jo sóc austera en tot menys en la roba, i sóc molt presumida. Vesteix un bastó i semblarà un senyor. Crec que tinc sentit de l'estètica per donar i per vendre.
ResponderEliminarMe has hecho recordar la personalidad de mi madre que iba como un pincel hasta para comprar en el mercado callejero. La estética es parte de la personalidad del individuo. Es buena.
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