Helena no se atrevía a bajar hasta Rossio. Todo estaba quedo. Y nada pare más incertidumbre que el silencio. Como una partida de ajedrez los contrincantes estaban pendientes de los movimientos del otro. La partida ya estaba decidida, pero ¿quién de nosotros podía saberlo? No sé si es bueno que deambulemos como oscuras sombras por la calle, dijo Helena. Traté de tranquilizarla. Hay más gente a la expectativa, ¿no ves? Sí, pero ¿qué podemos hacer?, me replicó sesuda. Estamos como siempre, desposeídos de defensas, y arriesgar nuestros cuerpos ¿crees que es la mejor solución? No sé si las ansias reprimidas durante tantos años son el mejor recurso, Manoel. No lo son pero ayudan, dije para compensar sus cuitas, y debemos confiar en la eficacia de la revuelta. Me han dicho que hay guarniciones que no obedecen más que a los sublevados y eso pinta bien. Encomendémonos a ellas. Yo sé que Helena permaneció allí por mí más que por los acontecimientos. No sé si por una identificación con mis anhelos o por una actitud protectora. Lo percibí así, y me gustaba. Era como si me hiciera crecer, como si estar casi en la primera línea, a caballo entre partícipes y espectadores, sentenciara las ilusiones de nuestro futuro y las tradujera en algo diferente, como nunca habíamos conocido. Por Largo do Carmo vienen Joaquim y Mariana, seguro que ellos saben algo más. No podemos pasar, dijeron, la calle está cortada. Pero por quién, interrumpió azarosa Helena. A los cuatro se nos congeló el habla. Murmuraban los instintos en las vísceras de cada cual. Balbucían las sensaciones a través de las miradas. Nuestro movimientos se paralizaron. Fue en ese instante cuando agarré con avidez y sorpresa la mano de Helena y ella lo agradeció, apretándomela a su vez. Imaginaba que no eras tan duro, me susurró, y ¿sabes qué? Te prefiero frágil. La fortaleza debe estar en otra parte y tal vez tenemos que aprender. No supe qué decir y llegaron más compañeros. Todavía, tras haber transcurrido tantas décadas, algunos me preguntan: ¿dónde estabas tú aquel día? ¿Qué hacías? Y yo me sumerjo en un silencio melancólico.
(Homenaje a los 47 años del 25 de abril de 1974. Fotografía tomada del blog http://www.aja.pt/ )
De vez en cuando nuestros queridos vecinos nos dan alguna buena lección. Esta fue memorable. Y me dio muchísima rabia, mucha envidia.
ResponderEliminarUn saludo.
Esa fue la cuestión. Que nos adelantaban. Muchos tuvimos una vergüenza honda. Pero nos alegramos infinito por ellos.
EliminarSonreir
ResponderEliminarSaludos
Fácil que desde la cuna, ¿no?
EliminarEn cuanto tuve vacaciones, salimos zumbando hacia Portugal, para ver qué ambiente había.
ResponderEliminarEra cuando le regalaban monóculos al Gral. Díez-Alegría.
Aquí a cierta gente le atrajo además una parte del proceso posterior que no triunfó. Hubo un sector allí a favor de poner en marcha en fábricas de consejos obreros, una vindicación que también grupos minoritarios españoles teorizaban.
EliminarEl 25 de abril fue como un milagro. Nosotros sumidos en el franquismo soñábamos con acabar con el, no sabíamos cómo. Y los portugueses hacen la revolución desde el propio ejército poniendo claveles en los cañones de los fusiles
ResponderEliminarLos claveles, Manuel, eran la guinda simbólica. Las guerras coloniales y situaciones derivadas de ellas es lo que radicalizó a un importante sector del Ejército portugués. Sin lo que se estuvo labrando en la clandestinidad, tanto de las colonias como de la metrópoli, no se hubiera producido el 25 de abril. Aquí se tuvo envidia sana por parte de los antifranquistas pero se celebró la caída de la dictadura.
Eliminary, sobre todo, ¿dónde perdimos aquel impulso?
ResponderEliminarBuena pregunta. ¿O lo que fallaba era el Norte?
EliminarBonito homenaje. Aunque tenga buenos recuerdos y múltiples agradecimientos, de melancolía no siento ni un ápice, siendo mi mantra percibir siempre el vaso medio lleno aprovechando la filosofía vulgar que me brota de natural para aplicar el enfoque que me permita seguir percibiendo dicho vaso medio lleno. ( El mito oriental del elefante)
ResponderEliminarRecuerdo demasiado bien donde estaba hace 47 años , hasta converse ( con acento en la última e) con un alcalde de cierto pueblo portugués.
Ten en cuenta que las raíces de mi familia política procede de allá. Olivenza fue testigo de muchas vacaciones de pascua, de algún ratoncillo Pérez disidente o “sin dente”, de paseos entre encinas y gorrinos, de la explosión de primaveras y primeros pasos infantiles, de aburridisimas procesiones con capirotes que tanto gustaban al personal, de pasar un frío atroz por las noches, de colchones horribles y camas desvencijadas, de películas inglesas en versión original ya que en la frontera se captaba la t.v. portuguesa, de te con tostadas y pastelillos portugueses, de “ bollo podré”, de “bacalau dourau”, de buenos espumosos, de “tecula-méculas ” y de tantas cosas más. En resumidas cuentas lo portugués forma parte de una de mis de mis variadas vidas . Y pensar que mis descendientes disponen a partes iguales sangre del E. y del W.! , jajjj, pero su sangre oriental eligió Norte. Andarán perdidos por ahí y yo sin enterarme? Ay que risa me entra ahora que vivo en otro universo!
Bueno, me agrada pensar que la diversidad corre inconscientemente por sus venas. Eso sí, se enteren o no, la vida les cobrará su peaje.
La cuestión entonces era y sigue siendo disfrutar a tope de cualquier circunstancia. ( Es lo mejor de las infancias crueles, que nada puede parecer peor porque nada resulta más frágil que una criatura, y si consigue superarlo.....hale al bando de “los malotes”) En el peor de los casos no queda otra que echarle “un par” , porque 0, que curiosamente es redondito , trae más cuenta que - 1.
Qué curioso, he conocido gente del otro lado de Olivenza, un poco más arriba, de Elvas, gente que habían sido colonos en Angola y que bramaban contra el gobierno salido del 25 de abril. Lo que cuentas tú de lo que se percibía a este lado del otro me lo contaban los portugueses próximos a la frontera respecto a la atracción de Badajoz, por ejemplo, para comprar, o ver tv española, etc. Lo de ser híbridos al por mayor lo valoro positivamente, ya lo sabes, permite muchas visiones y a la vez no adherirse obligatoriamente a ninguna.
EliminarClaro, Elvas, al ladito, anda y que no hacíamos “alijo” de café, toallas, loza, alfombras, etc. ni nada! y luego a intentar escabullir el café en la frontera! Qué fácil resultaba sentirse contrabandista del final de fila! Entrábamos unos 7 adultos en el mismo coche y los enanos al cuidado de la vecina! Jaaajjjj ya te digo!
EliminarEso mismo se lo he oído a los del otro lado de la Raya. ¿Conoces el término La Raya para designar a poblaciones cercanas de aquí y de allí de los más de mil doscientos quilómetros de frontera entre Portugal y España? Qué preciosidad de término a saltar. Hoy, afortunadamente, con la UE La Raya es más invisible que nunca.
Eliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/La_Raya_(frontera)
EliminarPara quien no haya escuchado nunca el término y no sepa del concepto. Y es que el mundo próximo es más grande e interesante de lo que solemos pensar. En cuanto haya seguridad de circulación me apetecerá un recorrido por una parte de La Raya.
La niña con el rifle y el clavel lo tuve en la pared de mi habitación hasta que mi padre lo arrancó y lo tiró a la basura.
ResponderEliminarTemería por ti, supongo.
EliminarServidor tenía vente años largos, casi uno más.
ResponderEliminarServidor en aquel momento tenía montón de ilusiones, y la vida por delante. Las ilusiones serían las mismas que supongo tendrían los "clavelistas". No se si se pueden dar por satisfechos, pero el mero hecho de haber acabado con aquello es un triunfo.
Salut
Ilusiones en aquel tiempo teníamos todos, simplemente por ser jóvenes e inaugurar trabajo, a lo que se sumaba la inevitable atracción por las novias y el riesgo de ciertos compromisos de liberación, tanto personal como políticos, así que algunos teníamos excesivas ilusiones. Luego vinieron las realidades, que nunca son como uno sospecha que pueden ser y menos como querría que fueses, aunque esto de querer cómo debe ser un horizonte nuevo siempre es algo difuso. Porque los ejemplos al uso no sirvieron, el mundo cambia constantemente. Pero lo que no se puede es: ni mal interpretar el pasado -por mala información o carencia de ella- ni renunciar a ciertos valores mínimos que siempre son válidos.
EliminarPues creo que para muchos ni allá ni acá ha habido satisfacción tras el fin de sus respectivas dictaduras. Hablar de las nuevas etapas tanto en Portugal como en España es siempre muy discutible. Es otro tema.
Es por ello que he intentado responder a la pregunta de : ¿dónde estabas tú aquel día? ¿Qué hacías?... lo demás es otro tema.
EliminarY me uno a tus palabras: "... creo que para muchos ni allá ni acá ha habido satisfacción tras el fin de sus respectivas dictaduras..."
Salut
Precisamente, ese sería el tema más incisivo y arriesgado de debate ahora mismo. En parte ya se ha hecho. Pero en nuestro país como mucho las revisiones, análisis, debates y aproximación a lo acontecido se realiza a medias, no siempre con buena intención y en el ámbito de partidos y entes políticos barriendo para su casa. Se pregona lo que dicen los falsificadores y se ignora a quienes han investigado seriamente. No, insisto una vez más: el conocimiento de nuestro pasado es mínimo, sesgado, obviado incluso. Para estar contentos, vamos.
EliminarEsos claveles en los cañones de los fusiles era un símbolo estupendo. Y les salió bien, así que envidia del todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me recuerda aquel otro icono anti guerra Vietnam en USA, la joven ofreciendo el clavel al guardia nacional, ¿recuerdas?
EliminarEu estava no liceu e só soube à hora de almoço quando cheguei a casa. Nem sabia o que era a ditadura, mas lembro-me da euforia das pessoas, dos cânticos revolucionários e das discussões acaloradas nos cafés até altas horas.
ResponderEliminarVivo numa outra cidade, a cidade do cineasta Manoel de Oliveira, de Eugénio de Andrade e da Sophia de Mello Breyner Anderson.
A concentração foi, continua a ser na Praça da Liberdade.
Obrigada pela homenagem.
Beijos e abraços
Marta
Cada uno está en su tiempo y hora ante los acontecimientos comunes y ante los sucesos históricos, a ti te pilló muy joven, y a mí también más joven. Pero hay que valorar lo que se tuvo.
EliminarMagnífica Porto, menos para conducir. Las calles tan empinadas me producían pánico. Y Vila Nova de Gaia y sus bodegas, al otro lado del Douro/Duero, nuestro río mesetario.
No he visto muchas películas de Oliveira, un autor tan prolífico y profundo. Me gustó mucho El valle de Abraham, creo que alguna vez haré el recorrido de los viñedos desde España hasta Porto. Y si es posible por tren. De los poetas que citas, ¿qué comentarte? Siempre los tengo al alcance. Gracias a ti.
Marta, a ver si conoces...
Eliminarhttps://laantorchadekraus.blogspot.com/search?q=porto
https://laantorchadekraus.blogspot.com/2011/11/sin-comentarios.html
https://laantorchadekraus.blogspot.com/2008/08/el-hombre-laberntico.html
https://laantorchadekraus.blogspot.com/2008/08/haiku-librario.html
https://laantorchadekraus.blogspot.com/2008/08/haiku-nostlgico.html
Etcétera. En fechas de agosto de 2008 hay muchos haikus de Porto. Conocerás los lugares de fotografía.
Olá, conheço muito bem. A Ribeira é um dos meus locais favoritos.
EliminarAgora para apreciar a beleza da Livraria Lello temos que pagar.
É uma cidade forte com novos locais a explorar.
Obrigada
Beijos e abraços
Marta
Mi estancia hace tiempo en Porto fue muy agradable. Obrigado, Marta.
EliminarDónde estaba yo Fackel. Trabajando, con una hija y otra en el vientre. Terminando la carrera en nocturno. Con veinte y pocos. La vida por delante y la fuerza de la juventud a raudales para ponerse el mundo por montera.
ResponderEliminarVi en la llamada revolución de los claveles una esperanza.
Cuando oigo Grandola Vila Morena me encojo.
Si vas a mi blog hay una entrada del pasado año. Seguro que entenderás el porqué no he podido contenerme.
Iré a las referencias que das a Marta. Gracias.
Salud.
Anna Babra
La vida por delante y la fuerza de la juventud a raudales para ponerse el mundo por montera. Es que a esa edad no duele nada (miento, yo había tenido ya un cólico renal), y el crecimiento personal iba vinculado al de este país que no acababa de crecer _¿lo ha hecho del todo?- y todos estábamos contagiados de fantasías, anhelos, ilusiones, actividades varias y enamoramientos que nos embriagaban en una u otra medida. Claro que vimos en el 25 de abril esperanzas, incluso algunos creímos que la fuerza que se estaba generando en España iba a alcanzar metas superiores. Grândola encoge. Es una canción común pero es himno y como todos los himnos vinculados a esfuerzos colectivos y liberadores alcanzan un valor elevado, al menos emocionalmente.
EliminarIré a ver lo que me dices de tu blog.
Salud post 25A.
Fáckel:
ResponderEliminaren esa época era yo muy niño.
Después ya me enteré de todo.
¡Bien por Portugal!
Salu2.
Cada cual tiene su tiempo, lo importante es aprovecharlo. Te tocarán, si no te han tocado, otras experiencias.
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ResponderEliminar..."Donde estabas tú aquel día?"...
No puedo decir mucho. En aquellos años, yo vivía otras revoluciones de flores y espinas... Me quedaba muy lejos, pero sí, se seguían los acontecimientos con ilusión y esperanza.
Buenatarde, F.
Hum, a saber o imaginar cuáles serían. Sospecho que no fueron tan dulces como la de Portugal.
EliminarBuena noche.
El día 25 de abril de 1974 yo cumplí 13 años. Ese año me examiné de segundo de piano, tercero de solfeo y séptimo de EGB. Me enteré de la noticia pero no supe comprender muy bien su alcance. Lo comprendería más tarde. Ahora, cada 25 de abril, además de cumplir años reflexiono sobre Portugal, su Revolución de los Claveles y la situación general del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo
Buen balance y mirada al pasado. Se quiera o no, cada individuo nos hallamos vinculados a acontecimientos externos de mayor o menor incidencia. A mí me gusta establecer esa relación. Gracias por esas revelaciones.
EliminarA mi em faltava poc per fer tres anys... és també un moment transcendent per a mi els tres anys. "La infància és vital perquè l'home és el que queda del nen", deia Ana María Matute.
ResponderEliminarIngeniosa frase de la Matute. Siempre seremos una prolongación de aquello que fuimos, sea cual sea el tiempo de inocencia que duró.
EliminarJo la trobo més que ingeniosa, la frase de la Matute. La trobo genial.
EliminarPues está bien que la veas así, que te signifique tanto.
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