"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 6 de agosto de 2012

El último tequila




la muerte mira a los ojos tristes
         de las adolescentes
que no abandonan jamás el canto

luego escucha una y otra vez
los desquites de la vida
         perfumados
por las entonaciones de la ira y el sarcasmo

la única energía  
         y el incesante reto
que sabe demorarla
gota a gota

en su trago insaciable




6 comentarios:

  1. Hermoso poema, la muerte nunca se cansa de beber el manantial de la vida.
    Qué guapa estaba Chavela en esa foto!
    Saludos

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  2. Ohma, gracias, lo interpretas bien, pero Chavela se merecía mi leve homenaje.

    Saludos.

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  3. Las amarguras serán un poco más amargas si ya no las canta Chavela Vargas...

    Me encanta la foto suya que has elegido, y el poema que le dedicas.

    Qué mujer tan especial y auténtica fue ¿no?

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  4. Maravilloso poema de homenaje a Chavela que describe a la perfección, verso a verso, cada empuje de su coraje para demorar la hora de un domingo cualquiera y bebérse de un solo y calmado trago.
    Admiro tus letras.
    ¿Quién nos desgarrará ahora...?

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  5. Quelle, las canciones están ahí. Delegaremos nuestras angustias en su poder. Seguiremos haciendo nuestras catarsis.

    Aunque no conozco demasiado de su personalidad, debió ser rompedora, sí.

    Gracias por pasarte.

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  6. Por mi parte, Mafalda, seguirá siendo ella. Hoy la vida es demasiado líquida y no percibo cantores catárticos. O yo pido demasiado.

    Gracias por el estímulo.

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