"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 24 de noviembre de 2008

Habla Katsushika Hokusai

Color del texto
“Desde que tenía seis años me invadió la manía por dibujar las formas de las cosas. Cuando llegué a los cincuenta, ya había publicado infinidad de diseños, pero todo lo que he producido antes de llegar a los setenta años no merece la pena tenerse en cuenta. A la edad de setenta y cinco años he aprendido por fin un poco acerca de la estructura real de la naturaleza, de los animales, las plantas y los árboles, los pájaros, los peces y los insectos. En consecuencia, cuando llegue a los ochenta, previsiblemente habré hecho aún más progresos. A los noventa penetraré en el misterio de las cosas; y a los cien ya habré alcanzado sin duda una fase maravillosa y, cuando cumpla los ciento diez, todo lo que haga -ya sea una línea o un punto- estará vivo. Les ruego a los que vivan mientras yo siga ahí que comprueben si cumplo mi palabra. Escrito a la edad de setenta y cinco años por mí -anteriormente conocido como Hokusai-, hoy llamado Gwakio-rojin, “el viejo loco por la pintura”.




2 comentarios:

  1. Qué maravilla de texto, maestro. ¿Es tuyo o de Hokusai?

    La lentitud es belleza y en la vejez se empieza a aprender, me gusta.

    Lo cierto es que importa poco...

    Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Por favor, Stalker, este texto es demasiado sabio para ser de Fackel, jaj. Y en este caso, el de Hokusai, está claro que sabiduría y vejez van de la mano. Aunque de modestia ná de ná; Hokusai echa un pulso a la espada de Damocles del tiempo con una soberbia que me encanta. Lo puse sin más porque es demasiado poderoso y en su vigor no puede entrometerse opinión ajena alguna. Digo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar