"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





jueves, 14 de febrero de 2008

Beso culpable



Por el beso culpable de una santa, aceptaría yo la peste como una maldición.

Cioran

2 comentarios:

  1. Las santas siempre se consideraron más culpables de lo que imagina Cioran. Nunca se sintieron inocentes, a pesar de su presunta o real inocencia. Y la santidad siempre fue un saco sin fondo donde cabían todas las culpabilidades del mundo. Eso salvaba siempre la culpabilidad pòr excelencia, la del Cuerpo- Estructura, la que sobrevive tras veinte siglos y no por milagro. El novelista colombiano Vallejo la denomina La puta de Babilonia. Al fin y al cabo la especie sobrevive más que ellos. Que no canten tanto. Su santidad está asegurada.

    Saludos Fakel.

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  2. Estás fuerte, Juanjo, y no digo desacertado. La santidad es una marca de la Casa, basada en principios maniqueos e improbables, tales como pureza, entrega, sacrificio, abandono, precio de la vida, etc. ¿Se ha parado la gene a pensar alguna vez en la Hagiografía eclesiástica? Aunque también la tienen otras religiones no monoteístas...Es una tentación humana eso de echar mano de los Ejemplos para humanos tontos y manipulables. ¿Hasta qué punto se lo creerían en los siglos pasados? Cioran parte el eje, derribando a la santa del pedestal, ja. Saludos.

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