Las santas siempre se consideraron más culpables de lo que imagina Cioran. Nunca se sintieron inocentes, a pesar de su presunta o real inocencia. Y la santidad siempre fue un saco sin fondo donde cabían todas las culpabilidades del mundo. Eso salvaba siempre la culpabilidad pòr excelencia, la del Cuerpo- Estructura, la que sobrevive tras veinte siglos y no por milagro. El novelista colombiano Vallejo la denomina La puta de Babilonia. Al fin y al cabo la especie sobrevive más que ellos. Que no canten tanto. Su santidad está asegurada.
Estás fuerte, Juanjo, y no digo desacertado. La santidad es una marca de la Casa, basada en principios maniqueos e improbables, tales como pureza, entrega, sacrificio, abandono, precio de la vida, etc. ¿Se ha parado la gene a pensar alguna vez en la Hagiografía eclesiástica? Aunque también la tienen otras religiones no monoteístas...Es una tentación humana eso de echar mano de los Ejemplos para humanos tontos y manipulables. ¿Hasta qué punto se lo creerían en los siglos pasados? Cioran parte el eje, derribando a la santa del pedestal, ja. Saludos.
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwix.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
EL ATRIO DE SAN FELIPE NERI. UN TROZO DE PATIO VISIBILIZADO A PIE DE CALLE
Las santas siempre se consideraron más culpables de lo que imagina Cioran. Nunca se sintieron inocentes, a pesar de su presunta o real inocencia. Y la santidad siempre fue un saco sin fondo donde cabían todas las culpabilidades del mundo. Eso salvaba siempre la culpabilidad pòr excelencia, la del Cuerpo- Estructura, la que sobrevive tras veinte siglos y no por milagro. El novelista colombiano Vallejo la denomina La puta de Babilonia. Al fin y al cabo la especie sobrevive más que ellos. Que no canten tanto. Su santidad está asegurada.
ResponderEliminarSaludos Fakel.
Estás fuerte, Juanjo, y no digo desacertado. La santidad es una marca de la Casa, basada en principios maniqueos e improbables, tales como pureza, entrega, sacrificio, abandono, precio de la vida, etc. ¿Se ha parado la gene a pensar alguna vez en la Hagiografía eclesiástica? Aunque también la tienen otras religiones no monoteístas...Es una tentación humana eso de echar mano de los Ejemplos para humanos tontos y manipulables. ¿Hasta qué punto se lo creerían en los siglos pasados? Cioran parte el eje, derribando a la santa del pedestal, ja. Saludos.
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