Te diré, Cao, que hoy he tenido la sensación de que no despertaba. ¿Te asustaste, Xiao? No, al contrario, esa sensación me producía paz, una especie de estar y no estar en cuya lasitud permanecía sin tiempo. Nada me dolía, los pensamientos no me afectaban, no me acuciaba urgencia alguna, ni siquiera hacían acto de presencia los recuerdos; en fin, algo tan extraño como placentero. Xiao pone una sonrisa benéfica a medida que relata su modesta experiencia que él considera grande. ¿En algún instante te parecía que habías muerto? Oh, no, Cao, la muerte no depara sensaciones sino carencia o, si prefieres, una anulación donde ni tú mismo cabes ya porque te has fugado. Pero a mí me parece, Xiao, que de alguna manera lo que sentiste era una fuga. Probablemente, Cao, pero una fuga dentro de la fuga que ya es de por sí vivir, una fuga que no improvisaba, que me llegaba sin conciencia ni proposición alguna, tal vez un efecto del sueño reciente que aún me sujetaba con su larga mano posesiva. No te sorprendas, pues, si hoy me observas huidizo, ignorando obligaciones, desviando cualquier motivo de reflexión, dando la espalda a las palabras en las que nos perdemos a todas horas.
Xiao se ha sentado junto al pozo del huerto de la bella Wei. ¿Lo hará por casualidad o dirigido por esa sensación duradera de la que me ha hablado?
*Fotografía de Masha Ivashintsova
A veces uno no quiere despertar, prefiere seguir viviendo en sus sueños, mucho mejor que la vida real. Quizás la vida sea lo que soñamos, no lo que vivimos.
ResponderEliminarSí, debe ser sabiduría del subconsciente y su larga mano.
EliminarUn recurso de la mente para subvertir la cruda realidad.
ResponderEliminarProbablemente, porque la realidad o la subviertes o pereces (dejarse llevar como masa es una manera de sucumbir)
EliminarMe estoy acordando de lo que decía una amiga a la que operaron de cataratas hace muchos años, cuando la operación era más complicada que ahora y sedaban al paciente. Ella lo definía así: "Te enteras de todo, notas lo que te están haciendo... pero no te importa".
ResponderEliminarCualquier sedación o anestesia me parecen verdaderos dones con que la ciencia y la técnica nos han obsequiado con tal de no padecer, y los médicos poder hacer cómodamente su tarea. Anda que no ha cambiado la operación de tu amiga con las que se llevan a cabo ahora por ultrasonidos...
EliminarPues no sé qué te diga... Ella se enteró de la operación, pero no le importó por estar sedada, pero yo hace dos años me enteré y me importó porque ahora no te sedan. Los ultrasonidos facilitan la extracción del cristalino y la operación es muy rápida, pero lo pasas peor.
EliminarLo siento. Pero en esto de las informaciones se ve que cada cual cuenta la feria según le va.
EliminarA ver. No quiero asustar a quien aún no haya pasado por eso y, además, no es el tema de la entrada, pero yo diría simplemente que no es una experiencia agradable. Es similar a cuando el dentista te empasta o te extrae una muela, que no te duele, pero agradable no es.
EliminarHay clínicas privadas que sedan a los pacientes muy nerviosos e, incluso, recientemente he llegado a la conclusión de que una amiga tuvo una sedación muy fuerte, pues no recuerda nada desde que se sentó en un sillón hasta que se levantó de él. O sea, que ni vio el quirófano...
Eso confirma lo que pienso de ordinario, que cualquier toque o intervención por muy somera que sea sobre el cuerpo de uno no deja de ser eso, una intervención y afectación del cuerpo. Más o menos invasiva, como se dice ahora, pero cuando llegas a ese punto te das cuenta que los 10, 20, 30 o 40 o 50 años quedaron ya muy atrás. ¿Quién pensaba en nuestra niñez o juventud que no iba a ser eternamente entero?
EliminarMe gustaría conocerla respuesta a la pregunta final de tu texto....
ResponderEliminarY a mí también, desde luego.
EliminarYo lo que más estoy viendo son las huidas hacia adelante, con los riesgos añadidos de no enfrentar los problemas y por lo tanto no resolver nada.
ResponderEliminarAnder
Por supuesto, Ander, lo veo también, tanto en planos personales como colectivos, nadie estamos libres de ello, con resultado incierto y a veces peligroso. Ni los más crédulos están a salvo, ¿no? porque tal vez hay creencias que no son sino continuas fugas hacia adelante y no se sabe dónde ni para qué.
EliminarFáckel:
ResponderEliminara veces no tiene uno ganas de despertarse.
Salu2.
Pues ojo, quedarse en el sueño eterno es muy limitado.
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