"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





domingo, 22 de junio de 2025

Lo pensil

 












Ayer al atardecer había templado, Cao. Se podía salir al huerto y allí me quedé un buen rato hasta que anocheció del todo. El vuelo de los vencejos, espectacular y saltimbanqui, me alejó de las fatigas de la mente. No podía quitarme del pensamiento algunas de las contundentes recomendaciones del estratega Sun Tzu, cada día más oportunas pero a su vez más odiosas a tenor de las noticias que nos traen los céfiros. Mas contemplar el imparable ejercicio de los vencejos me ayudó a dispersar las ideas funestas. No en vano dijo el poeta Chuang Tse que el sosiego de la mente cura enfermedades. ¿Sabes, Cao, que los vencejos viven permanentemente en el aire? ¿Que no tocan tierra sino para anidar y poner las hembras sus huevos y cuidar las crías? Te parecerá mentira y nuestra vista no lo advertirá pero toda su vida se desarrolla en vuelos que a nosotros nos parecen agitados y convulsos, y que seguramente lo son para poder combinar todas sus actividades. Alimentarse de insectos, aparearse entre ellos, acoplarse al viento, dormir en su espacio etéreo. Yo los llamo seres flotantes. Me ponen a prueba y siempre me vencen. Trato de seguir la distancia de su vuelo cuando de pronto han cambiado la dirección y ya no sé si están o no están.

Xiao ha callado de pronto. Permanece en un estado sereno. Xiao, ¿por qué observar a los animales nos aleja de la obsesiva fijación en nosotros mismos? No lo sé, Cao. Sólo sé que ayer, cuando la oscuridad no me permitía ni ver la casa del vecino, me entró una apacibilidad que me reconcilió con el animal que mora dentro de mí.



*Escultura de Alonso Berruguete.


14 comentarios:

  1. Hace tiempo que occidente viene necesitando una reconciliación semejante, aunque resulta un tanto imposible...

    Saludos,
    J.

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  2. Hay que reconciliarse cuando sea el momento; y hacerlo tantas veces sean necesarias, Fackel

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    1. La reconciliación con uno mismo sigue los mismos parámetros que con los demás. No sé si los otros son nuestro espejo o cada cual de nosotros el de los demás.

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  3. Seres flotantes, y libres, los vencejos no necesitan reconciliarse ni con ellos mismos. Las aves son lo más parecido a un avión.
    Saludos.

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    1. La aerodinámica debió tomar ejemplo de las aves.

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  4. Fáckel:
    el vuelo de las aves me parece fascinante.
    Salu2.

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    1. Desde nuestros primigenios antepasados obra esa fascinación. Pero somos una especie de pies en la tierra en un sentido demasiado amplio.

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  5. Por vezes, "voamos" com os pássaros...sentimos-nos livres...talvez se consiga enfrentar a realidade com mais coragem, com mais esperança...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Aunque nuestros vuelos sean más efímeros y menos elegantes que los de las aves son muy imprescindibles, pero siempre nos remiten al suelo que pisamos.

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  6. Seres que viven en su espacio, lo comparten a su aire.
    Ciertamente, contemplar la naturaleza y los seres que la habitan, te endulza la mente, con esa contemplación te pacificas.

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    1. Y conviene pacificarnos con abstracciones sensoriales, sin urgencias ni compromisos, tan individuales como necesarias en cualquier momento del día.

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  7. Ese tipo que vive en mis espejos (Okanu), también se relaja con vuelos. Solo necesita una o dos ejemplares. No se trata de vencejos y la escena es menos poética, puesto que hablamos de perseguir moscas, armado con una pala matamoscas. Dice, que la persecución lo relaja y le hace olvidar por algunos momentos, la cantidad de insectos políticos que desearía aplastar. (Y eso que dice ser pacifista)

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    1. Esos insectos venenosos, no porque sean insectos sino porque elaboran veneno y tratan de que la sociedad entera sea inoculada por ellos, en este país que se las da de culto y afable y generosos, merecen todo mi desprecio. Nunca pensé que la miseria cultural humana llegara tan lejos y aún llegará a más. El fin justifica los medios para esa canalla. Ahora cuestionan hasta las elecciones generales. Cuesta ser pacífico y no te digo pacifista.

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