Soy tu prolongación. No me enroco en mi mismo. A veces me resguardo pero no ceso de crecer. Incluso sabiendo que los límites de mi piel sienten el frío exterior siempre estás ahí. No me digas cómo lo sé, a veces saber es solo imaginar. Tu presencia es tacto, es escucha, es contención. ¿Que no siempre me llegan tus palabras? Las palabras hacen y deshacen, me dijiste un día. Yo pensé: cierto. Las palabras no son meros entes autónomos que se crean y se disuelven, como no lo son las semillas que transporta el viento. Las palabras llegan a los otros. Que esos otros se sientan afectados o no por ellas está en la capacidad de recepción de cada cual. Si son volátiles o sedimentan allá en la mente en que se posen solo lo sabe quien se hace eco de ellas. Solo busco en tu prolongación la palabra pulida y precisa, la que muestre la esencia de cada instante. Su significado, su oferente condescendencia. Porque su poder no tiene por qué ser superior, no obstante el ruido que provocan las palabras, a los gestos y las actitudes. En definitiva, los comportamientos. Una palabra arriesga vacuidad; una conducta acogedora ocupa. Una palabra deslumbra; un proceder satisface. De ahí que sienta la placidez del silencio contigo. Donde me envuelvo, donde me desarrollo. Donde no me hago preguntas sofistas pero los sentidos se refuerzan. En tu prolongación hallo mi justa y sencilla fortaleza.
parole, parole, parole, cantaba la inconmensurable Mina.
ResponderEliminarCierto, canciones de otro tiempo con mucha filosofía y experiencia acumulada.
EliminarAdmiro a las personas que saben elegir las palabras idóneas según el contexto sociológico
ResponderEliminarLas hay, aunque no siempre aicerten al cien por cien.
Eliminar¿Una prolongación que te brinda la oportunidad de acariciar el Paraíso? ¿Quién aspiraría a llegar tan lejos? Quizá baste con intentarlo y felicitarnos por poder contarlo. Y a lo mejor contamos el mejor relato de nuestra vida.
ResponderEliminarChiloé
Lo del Paraíso lo dice el poeta iraní en este caso. Claro que desde que el mundo es mundo el Paraíso y el Infierno están dentro de cad auno de nosotros y en las circunstancias que nos rodean. A veces de manera permanente, a veces ocasional. E incluso en los menos perjudicados por la vida también saben de cómo se agitan esos opuestos en sus mentes.
EliminarY por cierto: ¿Qué es el Paraíso? Nada bueno, supongo.
EliminarChiloé
Una parte de la titulada Divina Comedia de cierto escritor de la Firenze del XIII. Aunque también la Ciaccona del Paradiso e dell'Inferno, anónima obra del XVI, canta lo suyo. ¿La conoces?
EliminarMás allá o más acá de las palabras hay expresiones gestuales y sobre todo actitudes y comportamientos de otros con nosotros y de nosotros con quien queramos que hablan con más entidad que la simple palabra.
ResponderEliminarAnder Saludos
Acaso es lo primero que percibe el humano o el animal al nacer. Y eso tiene su impronta. Aunque las palabras posteriores que vamos encontrado y que nos ocupan y en las que naufragamos traten de desplazarla.
EliminarSupongo que todos buscamos prolongarnos, en los seres queridos, en las cosas, en el recuerdo de los amigos...
ResponderEliminarSalu2, Fáckel.
Aunque no seamos conscientes de ello: la prolongación es crecimiento, fortalecimiento, y viene por diversos sentidos.
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