Manuel Vilariño susurra en su Ruinas al despertar:
"En la campana de la noche
hay un búho dormido
una llama
ceniza
nada"
Sigo vivo. Primera persona del tiempo verbal. Entre pensamiento y palabra que se va haciendo. Un brinco al abrir los ojos después de un sueño pesado que no terminaba nunca.
Sigues vivo. Segunda persona del tiempo verbal. Las palabras han construido una frase. Es una comprobación que parece hacer otro por ti.
El presente de indicativo funciona al despertar. Ya no te sorprendes de que te despiertes con dos voces. Porque siempre piensas y te expresas con dos voces.
Hay un hogar en el instante preciso, repentino o lento, en que abandonas el sueño. Fugaz pero firme. Mas el día por delante será otro día de combate contra la confusión de las palabras.
Quisieras ser el búho que ulula desde el tronco del árbol, te dicen.
Quisiera ser el ulular mismo, sin forma ni peligro, te dices.
*Fotografía de Sakiko Nomura.
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