Mira lo último que he escrito. Y ha sacado de su buró un pliego, que me ofrece. Se explica. No te lo debería revelar, pero es que antes quiero proporcionar a un amigo la comprensión de lo que lea.
Cada personaje de familia que aparece en el relato es el reverso de lo que es en realidad. Donde leas que el muchacho es un hijo decidido y valiente piensa que en realidad es un sumiso. Cuando aparezca la madre tan plena de ternura debes descubrir que tras su máscara hay una déspota. Con el padre te ocurrirá que lo percibirás autoritario y en ocasiones cruel. Sin embargo es alguien débil y que ha hecho dejación de su propia libertad. Uno de los hermanos es solícito con los padres, pero es su manera de pasar por encima de ellos. La hermana pequeña parece un personaje con la que toda la familia tiene un consenso. Se la quiere, y los demás tratan de atraérsela para su beneficio emocional, como si fuera no solo una niña, la última, sino el espacio viviente en que todos pueden confluir con cierto acuerdo. Ella de momento no se manifiesta. En realidad solo es lo que el resto de la familia quiere que sea, un ser sin dobleces, un don de lo que el resto carece. ¿Qué decir de las gemelas? La una para la otra y las dos para todos los hermanos, podría decirse. Receptoras y dadoras de condescencia. Pero en ellas late el instinto de la conspiración permanente. La tía, ah la tía, juega a estar ahí desde siempre. En el seno de la familia soñada que ella no pudo generar. Alaba a todos, disfruta congregando a todos, pero los envidia, a todos sin excepción. De vez en cuando aparece por la casa alguien que todos consideran íntimo y que, sin serlo directamente, ejerce influencia. Pretende aconsejar y se muestra dadivoso. Regalos en aniversarios, ofrecimiento de contactos poderosos en la ciudad, simpatía incesante. Un hombre llave que abre puertas a situaciones estancas. No es oneroso en cuanto a visitas, pero se le tiene como una referencia de la que echar mano ante dificultades externas. Es el último ejemplo de individuo desinteresado y altruista, pero está siempre pendiente de los negocios del padre y de sus correspondientes bienes. Ojo avizor como ave de rapiña ante el día que la quiebra sea un hecho en aquella economía doméstica.
Te preguntarás: entonces, ¿de qué va el cuento? Va de un tira y afloja entre las pulsiones internas de cada uno y la necesidad de sobrevivir a través de esa alianza impuesta llamada familia. Va de que la familia nunca sustituye al individuo. Que este tampoco sabe muchas veces dónde está y a quién sirve, y que el apoyo dentro del clan puede tener el precio de la propia personalidad. Es decir, su sacrificio. Que el conjunto familiar, aun siendo real, es una abstracción que nunca consigue absorber del todo a sus particulares miembros. Que cada uno de los componentes del grupo va tomando y dejando. Toma de lo ajeno para incorporarse al todo. Abandona de sí incluso los lados creativos que podría darle satisfacción. Atracción y rechazo podría denominarse el juego.
¿Un relato más sobre la familia secular?, te preguntarás. Un crisol que es un horno. Ahí se forjan aceros personales pero también quema no solo algunas manifestaciones instintivas sino afectos y dimensiones sentimentales. Ya te he contado el contenido, no creo que vaya más allá mi corta narración, pon tú de tu parte. Por comprender o por rechazar. Pero guárdatelo para ti.
Me quedé mudo, pensando si me había ya narrado la historia o solo se trataba del preámbulo. Tal vez las revelaciones sobre el borrador eran la excusa para conocer mis puntos de vista.
Me lo voy a guardar para mí, pero una cosa si digo, no me gusta una sociedad individualista.
ResponderEliminarNI a mí, pero ya ves cómo está el panorama. Es una consecuencia más de la avasalladora sociedad del consumo de mercancías en que el humano es una mercancía más...aunque siempre lo fue.
EliminarParece que no se trataba de una historia, sino de una confesión.
ResponderEliminarQue acaso necesitaba que fuera ratificada por el que escuchaba e iba a leer.
Eliminarmal vamos si un relato precisa explicación posterior, pero mucho peor si precisa explicación previa.
ResponderEliminarMe da que tanto si las descripciones de los personajes eran exactas como si eran inversas la conjunción de todas no permitirá que el resultado difiera mucho.
Abrazooo
Siempre queda la duda de qué personalidad se impone a qué otra. Sobre algunos individuos que he conocido nunca he tenido claro cuál era su verdadero rostro.
EliminarNo existen las familias felices, las familias, cuando intentan permanecer unidas, acaban devorándose. Al final todos llevan una máscara, nadie se atreve a enseñar lo que llevan dentro, eso sería mostrar debilidad.
ResponderEliminarEn efecto, ocurre con familias minúsculas y con familias numerosas. La mascarada suele ocultar los conflictos, las desaveniencias y las personalidades contradictorias de sus miembros.
EliminarTodo el mundo sueña con quien no duerme. Quien ha gozado de pequeño de la caricia de unos padres puede pensar que la familia no es muy importante; quien siempre ha ido escaso, piensa que ese trozo de tiempo y de felicidad, aunque fuere escaso, eso es familia.
ResponderEliminarTodo lo demás me es irreconocible como tal.
Salut
Pienso que a lo largo de la vida todos nos desdoblamos ante muchas de las situaciones y acontecimientos en los que nos vemos inmersos. Queremos ser el otro, los demás, y hay gente que es obsesiva en ello. Tal vez por eso mostramos una cara, somos la opuesta o diferente, volvemos a la anterior, en fin un juego de estar y no estar en medio de estas sociedades tan complejas como entretenidas.
EliminarA veces todo debe ser al contrario para ver más lejos.
ResponderEliminarY me pregunto con frecuencia: ¿lo contrario es lo primero pero estaba oculto? De ahí lo interesante de leer: asumes sin riesgos mayores las personalidades que pueden estar también en ti.
EliminarCada uno somos capaces de ser lo contrario, es la caracterización dual de cada persona que puede parecer contradictoria y no sabemos cuál será el verdadero rostro de ella. Ander
ResponderEliminarPor ahí van los tiros.
EliminarDemanar opinió sobre el que escrius, com tot, té un costat bo i un de dolent. A mi en general m'agrada. A vegades n'estic molt convençuda, i sempre hi ha a qui no li agrada. D'altres en tinc dubtes i resulta que és un èxit.
ResponderEliminarEso depende del fin que pretendas al escribir, pero suele ocurrir que lo que uno no estima mucho sea admirado por otra persona, y a la inversa. Cuestión de significados en cada cual, probablemente.
EliminarFáckel:
ResponderEliminar¡madre mía! Esta entrada es realmente "brutal" (en el sentido que está tomando últimamente la palabra). ¿Somos todos así, justo lo contrario de lo que somos, aparentamos, queremos ser? ¿Deberíamos ver a los demás según estos parámetros, justo lo contrario? Sería desolador.
Salu2.
En alguna medida debemos serlo. O actuamos a veces como si lo fuéramos. Hay quien es adicto cotidiano. No sé si debemos ver a los demás con tales parámetros, eso lo tiene que decidir cada cual.
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