Al despertar de su letargo
el hombre miró el cielo
palpó la oquedad del aire
y sujetó su vientre de soñador
en aquel paisaje no vio
dolor ni tampoco entusiasmo
simplemente sonrió con apetito cómplice
al animal que le habitaba
simulando ser la divinidad
¿Simular ser la divinidad?, o ¿apropiándose de ella?.
ResponderEliminarSeguramente es propiedad del animal.
EliminarNo me sonaba el palabro, lo he buscado, ahora se lo que significa, no me reconozco.
ResponderEliminarSaludos
NO se usa mucho, pero Stendhal escribió aquello de Recuerdos del egotismo y me acordé.
EliminarIntuyo que tenía apetito, pero me temo que mi interpretación es muy poco espiritual...
ResponderEliminarLo espiritual, como abstracción, es ya bastante indigesto.
EliminarConozco gente que mide el universo a partir de su propio ombligo. He tenido que salir a buscar el significado de la palabrita
ResponderEliminar=)
A mí me cuesta reconocer a personas que no midan el mundo a partir de su ombligo. Gracias, Neo y ánimo por lo que os toca.
EliminarLa capacidad de soñar es inherente a la calidad humana. Tal vez, esa sea la razón por la cual se siente con destellos divinos.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
Ya ves que las divinidades todas, de la humanidad toda, es producto de sus sueños -o ensoñaciones, o fantasías- eso sí producto de los temores y limitaciones de la especie.
Eliminar¿Qué es la divinidad, más allá de algún tópico enlatado?
ResponderEliminar—La forma femenina del universo—respondió Okanuh.
Disculpa, pero acabas de enlatar a otro tópico—repliqué.
Y así transcurrió la tarde...
Me encanta la definición del sabio Okanuh, que sabe más por viejo que por diablo. Continúa con esos discursos de dos líneas.
EliminarPor cierto, ayer intenté comentar can Okanuh y no me quería.
Un despertar muy especial e íntimo. Un bello poema, sin duda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los animales que somos solemos despertar, aunque la conciencia a veces no nos deja hacerlo del todo o lo suficiente.
EliminarY yo me quedaría horas mirando esta escalera de caracol. Es preciosa.
ResponderEliminarSalut
Ya sabes, una de esas casas antiguas, hace caracol pero es caracol abierto, hay varios pisos. Hace tiempo que no hago fotos, pero tuve épocas y blogs donde las exponía.
EliminarEs una pasada de bonita, de verdad ¡
EliminarUn zigurat por dentro, Miquel.
Eliminarincluso las "divinidades" clásicas jugueteaban con este instinto...
ResponderEliminarUn abrazo!
Mira la mitología griega, que es de lo que más conocemos (y su secuela romana), cómo los dioses y sus cortes manifiestan su naturaleza HUMANA, por más que llamen mortales a los demás. Pero anda que no aman, odian, castigan, sentencian, mutan, guerrean, convierten en otros a otros, etc. Esto con el monoteísmo se perdió. El monoteísmo ya no transmite naturaleza humana, la reprime.
EliminarSí, sí, yo soy egotista, los egotistas somos legión. ¿Acaso cabe conocer algo mejor que lo que llevamos dentro? Por ejemplo, para mí, quienes se indignan porque se vulneran las libertades democráticas y mientras tanto vetan el anonimato y practican la censura previa en los comentarios de sus blogs, son un chiste. El doblepensar orwelliano en acción.
ResponderEliminarChiloé
No sé si egotismo es conocer mejor lo que llevamos dentro, no lo he indagado a fondo.
EliminarRespecto al ejemplo que pones de libertades y censuras, no sé bien de qué hablas, espero que no tenga que ver conmigo. Es que no lo entiendo, pero tus razones tendrás. Si quieres aclararlo por activa o por pasiva, en público o en privado, lo agredeceré.
Si no miramos a ese animal de frente nunca nos comprenderemos, distraídos en la ensoñación de los dioses.
ResponderEliminarNos pasamos toda la vida mirando de soslayo a ese animal, pero merece la pena enfrentarlo, sí. Al fin y al cabo nos reconocemos en él.
EliminarQué hermosa imagen; me hace recordar un trabajo de Martine Franck. Mientras tu héroe no cruce su hibris, no tendrá problemas.
ResponderEliminarEn efecto, Martine Franck tiene una fotografía análoga, con unos niños asomados a la escalera, si no recuerdo mal. Yo encontré la escalera, pero vacía. Se llenaba con su propia espiral. Los mortales nos arriesgamos a cruzar esa hibris, quien lo intenta puede resultar patético, si no catastrófico.
Eliminar¿No tienes blog, Literatura y tercer milenio?
John Mack tiene un trabajo similar muy bueno también. Actualicé los datos del blog.
EliminarGracias por la información, miraré fotos del autor que citas.
EliminarQué se vive cuando no hay dolor ni entusiasmo? Cuesta imaginar un espacio sin emociones ni sensaciones.
ResponderEliminarAnder
Debe ser un limbo, un vivir sin vivir, una anomalía. Supongo.
EliminarEl despertar a un nuevo día, si es tranquilo, presagia un abanico de posibilidades que podemos considerar. Hay algo divino en ese amanecer diario, a veces lo percibimos con claridad, otras casi la mayoría diría yo, nos pasa desapercibido.
ResponderEliminarLa imagen de la escalera me ha gustado mucho, una espiral que crea belleza.
Un abrazo!!
Hay lo que hay al despertar, porque ¿cómo despertará Dios, cómo amanecerán los dioses, cómo bostezarán los demiurgos...? No se me ocurre. El amanecer es la conciencia rescatada. Y así día a día hasta morir.
EliminarHaay escaleras bellas por doquier, y tan simbólicas, ¿verdad?
Tot el poema és molt ambivalent, d'un costat a l'altre, del cel al ventre, del dolor a l'entusiasme, de l'animal a la divinitat. D'això es tracta.
ResponderEliminarL'animal que simula ser divinitat som tots nosaltres.
Somos un animal además de biológico muy consciente y sobre todo muy imaginativo. Ya ves que creamos hasta a los dioses, los plurales y el único.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarveo en este poema el despertar, el ser consciente del poder que uno tiene o quiere tener.
Salu2.
Pero sucede que muchas veces el hombre se tiene por más de lo que es. Es que somos tan apetentes...
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