Come, chaval. Ya como, pero no me entra todo. No estás comiendo, estás jugando. Es que los granos de arroz se me escapan. Ayúdate. Ya me ayudo, pero no paran. Pues yo los veo quietos. Yo veo que no paran; y si no paran ¿cómo los cojo con el tenedor? Es que los estás cogiendo de dos en dos. Mentira, de tres en tres. ¿Ves? Encima los cuentas. Me gusta contar los granos. ¿Y ahora me vas a decir también el número de ellos que hay en el plato? No, no, porque no están quietos. Utiliza el pan y haz montoncitos porque si no nos vamos a eternizar. ¿Qué es eternizar? Una palabra que no es lo que parece. ¿Yo me estoy eternizando? Yo diría que te estás aburriendo, y de paso nos aburres a los demás. Es que se me caen del tenedor. Deben ser unos granos rebeldes los que te han puesto a ti; a mí no se me han caído. ¿Qué es ser rebelde? Ir a la contra. Si tú comes, abuelo, y yo no como, ¿quién es el que va a la contra de quién? Ahí me has pillado; me lo voy a pensar. ¿Tú eres rebelde, abuelo? Lo fui. ¿Ahora no? También, pero no lo digas por ahí; a algunos no les gusta saberlo. ¿Los rebeldes se aburren menos cuando comen arroz? Los rebeldes de mi edad se aburren a veces hasta de los rebeldes. ¿Pero los rebeldes de mis años no se aburren? No sería bueno que lo hicieran; o mejor dicho, no serían niños. Yo voy a ser siempre rebelde. No te conviene pregonarlo. Además no consiste en ir diciéndolo. Voy a ser rebelde, voy a ser rebelde. De acuerdo, pero cómete antes el arroz, porque un rebelde sin comer arroz es un rebelde de mentira. (El niño se empeña en la tarea del arroz; se mete varias tandas en la boca) Mira, mira cómo no soy un mentiroso. Eres todo un perfecto rebelde, sí.
Dulzura de relato. La belleza e inocencia de un pequeño haciendo brotar la ternura del abuelo.
ResponderEliminarTal ves en esas edades (infancia y vejez) es donde más se exterioriza la ternura. En una es aprendizaje instintivo, en otra es reverdecimiento de una ternura que acaso estaba recóndita.
EliminarSiempre los adultos, condicionando a los jóvenes "rebeldes"
ResponderEliminarSiempre, y poniéndoles barreras, no vaya a ser que...
Eliminarvaya tela... engañando al niño con la rebeldía. Cuantos rebeldes hay el China? tantos como comen arroz - responde el abuelo.
ResponderEliminarHay que enseñarlo a comer el arroz con palillos.
abrazoo
Creo que no hace falta engañarles. Es instintivo y reflejo ese comportamiento rebelde, o si quieres travieso, que es un grado menos que el otro.
EliminarLas artimañas de los niños para no comer son infinitas. ¿Rebeldes?, sí, pero con causa.
ResponderEliminarSaludos..
Quien más o quien menos de niño se es rebelde con causa, aunque se esté lejos de comprobar el efecto de la rebeldía.
EliminarDejemos que siga mirando con sus ojos de niño, ya tendrá tiempo de volverse adulto y mirar con otros ojos.
ResponderEliminarSaludos
Así es, y mucho más adelante todavía tal vez quiera volver a mirar con ojos de inocencia.
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ResponderEliminarAl final el abuelo no le contestó quien va a la contra de quien, igual porque la línea que separa la libertad de elección de la rebeldía es a veces muy delgada.
Puede ser, o acaso no quiere adelantar revelaciones porque cree que es mejor que vaya viendo los riesgos de la rebeldía por la propia experiencia.
Eliminarel verbo eternizar me hizo pensar en matemática, el límite y el infinito.
ResponderEliminarSí, es un verbo que tanto sugiere como engaña.
EliminarAvorriment i rebel·lia em semblen un oxímoron.
ResponderEliminarI jo m'he rebel·lat sempre contra el que m'hauria tocat de ser per gens.
Para el orden de los mayores que un niño sea lento o vago comiendo es un acto rebelde.
Eliminar¿Quién de nosotros no ha sido rebelde de una manera u otra en comportamientos domésticos? Pero ¿qué sucede cuando se es rebelde en actitudes frente al sistema?
Fácke:
ResponderEliminarel gran deseo de todos los padres es que el niño sea comiente y durmiente.
Salu2.
O sea obedIENTE.
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