¿Por qué es tan grande mi sombra, abuelo? No es tu sombra ni la mía, debe ser una interferencia. ¿Una interferencia? Sí, una sombra errante que no sabía donde parar y se te ha plantado delante. O que te ha cogido cariño.
¿Hay sombras errantes? Las hay. Sombras que han perdido a sus portadores y que vagabundean por el mundo. ¿Y no sabemos de quién puede ser? De los vagabundos nunca se sabe ni origen ni destino. Voy a hablar con ella, abuelo. Inténtalo.
Sombra gigante, ¿de dónde vienes? ¿A quién perteneciste? ¿Por qué te pones delante? La sombra que, como todas las sombras, son de poco hablar por efecto de su timidez, permaneció callada. Pero el niño era tenaz. Si no me dices nada me iré a otra parte de la calle donde no hay sitio para las sombras y te quedarás más huérfana todavía.
A la intrusa le llegó a su alma de sombra la amenaza cándida del niño. Te contaré lo que no he contado a nadie. Una vez me desprendí de una persona que no quería tener sombra porque decía que no existen sombras buenas sino que todas son perjudiciales. El niño puso boca de caimán. A mí nunca me ha parecido así, replicó el chaval. Yo siempre he visto que la sombra siempre me protegía. La sombra se creyó en la obligación de ser didáctica. Es que esa es la misión de una sombra. Pero hay gente desconfiada y celosa de otras personas, tanto que hasta recelan de las sombras ajenas.
Oye, sombra. Tu tamaño es tan distinto del mío que no podrás acompañarme a cualquier parte, dijo él. Yo puedo entrar por muchos sitios pequeños y no sé si tú cabrías. Así es, dijo compungida la sombra. Un hombre debe estar preparado para que la sombra ajena desaparezca y permanezca fiel solo la suya. Yo estoy aquí y en este momento porque te he visto jugar y me has parecido tan divertido que me has dado envidia. Pero tu vuelo es diferente al mío. Bastante he tenido con que me hayas aceptado un rato.
En cuanto el niño empezó a corretear la sombra, no sabiendo seguir los movimientos del chico, hizo un quiebro y se ausentó.
Como esas personas maravillosas que llegan a nuestra vida sin quedarse, pero dejan una carga de sentimientos y buenos recuerdos.
ResponderEliminarAsí es. Y que no son meras sombras. Y que dejan tanta o mayor huella que otras aparentemente más estables. Y que siguen estando de alguna y otra manera.
EliminarQué ternura de conversación. Los niños preguntan, y no tienen la mente podada, con lo que son realmente tesoros de curiosidad.
ResponderEliminarPor la sombras errantes, que igual sí que las hay :-). Un abrazo
Las hay, las hay. No es sombra todo lo que parece. También existen voces errabundas que las acompañan, no todas son tímidas.
EliminarHá pessoas que nos marcam para sempre....mesmo quando a passagem pela nossa vida é breve....
ResponderEliminarÁs vezes, ajudam a erguer-nos e a recomeçar....
Beijos e abraços
Marta
Algunas de esas personas han sido decisivas. También ha habido personas que han pasado circunstancialmente y mejor que no lo hubieran hecho.
EliminarMi sombra es variante
ResponderEliminara veces tras de mi,
otras a los lados o delante.
Mi sombra es voluble
se acorta o alarga
dependiendo de la luz.
Mi sombra no lo sabe
Tantos años caminando juntos
un día de estos, de pronto
sin enterarse
morirá conmigo.
Honda tu relexión poética, es que es así la sombra y su portador. Para algunos la sombra va siendo ya alargada (en el tiempo, no lo digo por imitar el título de una novela de Delibes)
EliminarMagnífico texto, lo acompañaría con un fragmento musical de las Pièces de clavecin, libro IV, orden XXV de F. Couperin.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tu lectura, Francesc. Pongamos un fragmento:
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=nVDchZkyDp4
y disfrutemos nuestras sombras y nosotros de Couperin.
Fackel, siempre leo tus escritos, pero pongo pocos comentarios, no estoy al nivel de otros comentaristas y poco puedo aportar.
EliminarSalud.
Siempre aportas, y además se agradece tu ironía. Vengo de vacunarme (de los virus) De la sinrazón, la insensatez y la latente violencia congénita de muchos hay que hacerlo cada día con el antídoto que tú sabes.
EliminarNo sabes cuanto tienen que lidiar con las sombras, los fotógrafos.
ResponderEliminarY desde un punto de vista filosófico, recordar aquello de que:
Si tienes una luz, tienes una sombra; si tienes dos luces, dos sombras también. Entonces piensa que es bueno tener las luces en la misma posición y dirección porque quizas entonces consigas superponer las sombras y curiosamente la resultante no es mas intensa.
Pero en nuestra conciencia cotidiana y a lo largo de la vida ¿acaso no superponemos sombras? Al final no sabemos qué queda de la sombra primigenia.
EliminarEfectivamente una sombra grande se cierne sobre nosotros, ¿la dejaremos caer?
ResponderEliminarSaludos
La de nuestra propia existencia es imparable (no hay que apresurarse voluntariamente) La de los miserables energúmenos es evitable (no me preguntes ahora cómo, sigo expectante)
EliminarMe alegra que haya sido una sombra sabia y honesta, a veces nos cubre una sombra que nos ahoga....
ResponderEliminarUna sombra o una legión de sombras. Según. Hay épocas y ciclos excesivamente sombríos.
EliminarDebes advertir al niño de que no debe confiarse al jugar con una sombra. Aunque parezca muy grande , en realidad es plana, podría fácilmente meterse entre los sillares. Las sombras son prácticamente invencibles al "pilla-pilla" y al "escondite".
ResponderEliminarYa ves lo que ha pasado al final de la historia.
Abrazoo
Pero también se rinden las sombras. Aunque el escondite es verdad que es de lo favorito para las sombras. Pero por esos sillares catedralicios no creo que la sombra se cuele, es una sombra atea.
EliminarCuando aprendemos a comprender la luz también aprendemos a comprender las sombras... Y es bueno que los niños pregunten y se pregunten por "las sombras" que se van encontrando por el camino y se atrevan a hablar cara a cara con ellas...
ResponderEliminarY "la sombra del ciprés es alargada"... Y "quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija"... Y "cuando veas un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un pigmeo"...
Las sombras son dibujos hechos por la luz con lo que encuentra a su paso...
Bonito relato, sin ninguna sombra de duda...
Es curioso pero es que damos por hecho ya de niños que la luz es lo ordinario y no solíamos preguntar el por qué de la luz (la eléctrica era otra cosa) Sin embargo las sombras nos llamaban mucho la atención y creo que hacíamos representaciones y movimientos con nuestros cuerpos para que se reflejaran en las paredes las sombras. A mí en particular me seducían las sombras chinescas que mi madre elaboraba con mucho ingenio con sus manos, reflejándolas en la humilde cocina de casa.
EliminarPues es verdad que no todo reflejo da la medida de un objeto, hay sombras enanas que aparentan tamaños descomunales. Incluso en la vida social y política de un país hemos conocido sombras de personajes raquíticos que se creían proyectar como gigantes (y no eran ni molinos siquiera)
La luz sabe dibujar, tiene mucha imaginación, pero cuenta con herramientas que se lo procuran, ¿no crees?
Es cierto que hacíamos esas representaciones... Y también hacíamos proyecciones de luz con espejos o cristales...
EliminarAsí es, cuenta con esas herramientas.
Huy, como sigas así narraremos la imnfancia con detalle.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarme ha encantado.
Por otro lado, hay gente que tiene muy mala sombra. En cambio, no se dice de nadie que sea "buenasombra".
Por estos lares se suele escuche eso de "tal persona tiene una malasombra" ... O "es un malasombra".
Salu2 con buena sombra (al que se arrima...)
Ciertamente la sombra encarna el otro lado de un individuo. No necesariamente el negativo, pero las connotaciones sobre sombra son siempre tendenciosas y negativas. Habrá que indagar en ello. La sombra es buena si el objeto proyectado lo es también, ¿no?, según el refrán.
EliminarUna gozada de relato, Fackel. Aunque llevar tras de sí una sombra que no te pertenece, es ciertamente inquietante...
ResponderEliminarEstoy intentando recordar quien dijo aquello de "La sombra es la luz en la forma del árbol que se interpone"
Abrazo
Esta sombra es unamera aparición, ha salido al encuentro del niño, implícitamente este no va a llevarla a ninguna parte más allá del juego. Pero las apariciones a veces son reveladoras. En nuestro caso mejor no llevar sombra ajena, ya tenemos bastante con la nuestra, creo.
EliminarDesconocía esa expresión que citas, pero me quedo dándola vueltas.
Nuestra sombra es buena y sabe acompañarnos. Como buena artista sabe colocarse en el sitio preciso para que la luz se potencie y la imagen resulte perfecta…Me quedé pensando en aquellos genios ególatras que no toleran que su imagen se ensombrezca con las luces de otro mejor que ellos, después de todo, la sombra revela su debilidad.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
Me gusta que la llames buena artista. Se ve que la sombra sabe medir el talante y el talento de los humanos. Salud, Tatiana.
EliminarEsta sombra errante me ha dejado desconcertada, se confiesa como sombra protectora pero no se queda con el niño.
ResponderEliminarEstaba de paso, es ajena, pero fácil que ande rondando todavía.
EliminarUna vez hablando con mi sombra, me echo tantas cosas en cara, que nos dejamos de hablar.
ResponderEliminarEntonces, ¿fue tu culpa el cortar el diálogo?
Eliminar¡Mea culpa!
EliminarEgo te absolvo.
EliminarSi una ombra va al teu darrere parla del passat, si va per davant teu parla del futur. Només tu ets en el present, com la terra entre el sol del passat i la lluna del futur, que deia Paul Auster.
ResponderEliminarPuede ser, bonita analogía, pero ¿y cuando uno se mira dentro de sí mismo? ¿Qué sombra percibe?
EliminarMirant dins d'un mateix hi ha els instants immutables en què ets feliç, coneixes i estimes algú o ets artista.
ResponderEliminarPor supuesto hay instantes ¿inmutables? (yo no me atrevo a decir tanto) pero sí gratificantes, incluso eufóricos. Pero también está el lado oscuro, con el que hay que negociar.
Eliminar