¿Qué hay bajo el suelo, abuelo?,
preguntó temeroso el niño.
Agua, un océano extenso,
le respondió el viejo.
¿Y bajo el mar?
Una profunda grieta de fuego.
¿Y más allá del fuego?
Nada.
¿Ni tú ni yo?, inquirió con angustia
la criatura al hombre de manos de hielo.
Nada, salvo tú y yo.
Qué bueno... nada se nos queda tanto como lo hablado con los abuelos... tienen una sabiduría natural y entrañable...
ResponderEliminarTal vez la sabiduría del afecto y de la querencia. Tal vez, Milena.
Eliminaresto lo recordará, eh?
ResponderEliminaresta muy interesado
hay que pensarse lo que responder.
La niñez es curiosidad...que se prolonga toda la vida si eres sincero contigo mismo.
Eliminarahora va a pensar que él y su abuelo son inseparables
ResponderEliminarsbrazoo
Que piense lo que quiera, la vida es mito (en parte) por lo que se ve.
EliminarEs precioso, te felicito.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
A veces hay que recurrir a lo que parece más sencillo, aunque no lo sea. Gracias, Francesc.
EliminarPobrecito. Cuando crezca y vaya a la escuela, le contarán que debajo del mar hay más tierra y rocas y que más abajo hay una esfera de hierro y algo de níquel, de más de 2500 km. de diámetro, que a pesar de estar tan caliente como la superficie del Sol, es sólida debido a la enorme presión que soporta.
ResponderEliminarEsperemos que cuando llegue a casa, no se encare con el abuelo y le diga:
—Abuelo, ¿tú de que vas, viejo?
Jajajaja!!!
Déjalo mientras tanto en una visión poética que también suelen tener los infantes (no los de la casa real)
EliminarLe dio la respuesta tranquilizadora, la que el niño fácilmente podía entender y así no angustiarse.
ResponderEliminarTal vez, aunque nunca se sabe con los niños.
EliminarHay que tener bien en claro las prioridades, siempre.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Aunque no siempre se descubran a tiempo. Saludo.
Eliminar¿qué hay detrás de vos?
ResponderEliminarLos mismos elementos materiales que en todos los humanos.
EliminarBajo el suelo habitan las esperanzas.
ResponderEliminarSaludos.
Ojalá. Me ha sonado tu frase a Galeano. Mas recuerda aquella pintada del mayo 68 parisiense: bajo los adoquines, la playa. ¿En qué quedaron las esperanzas sublimadas?
EliminarDebajo no sabemos qué hay, por mucho que la arqueología nos diga que sí hubo alguien. Los niños preguntan, y demasiadas veces no sabemos cómo decir la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay muchos debajo de...Lo que halla la arqueología es reciente, aunque medien milenios, pero fue superficie en su tiempo. Más allá hay otras ciencias que indagan en ello. A los niños, según qué edades, habrá que responderles o con pura poesía o con elementos sencillos que despierten más adelante su curiosidd sobre lo material. Algunos fuimos imbuidos de excesivos mitos y luego nos hemos tenido que esforzaen las búsquedas.
EliminarQue haga preguntas es bueno, lo que hay que dar es buenas y ciertas respuestas, mentiras las hay a mogollón.
ResponderEliminarY están las sanas mentirijillas...que conviene desfacer a tiempo, que diría el hidalgo enjuto.
EliminarMe da la sensación de que ese hielo acaba derritiéndose.
ResponderEliminarAl final de todo, más allá de lo último que hay, sólo queda lo realmente importante.
Besos
Pero lo importante está en tantos espacios, comportamientos y edades...Incluso la idea de que el morir se traduce en una inmersión en la naturaleza física -vía descomposición o cremación- tiene su valor.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarlas preguntas de los niños suelen dejarnos impactados.
Salu2.
Si te digo la verdad no sé si son inocentes e ignorantes, si nos ponen a prueba o si nos provocan, o si reúnen todas las características.
EliminarNos ponen a prueba, seguro.
EliminarObservadores ellos, aunque callen se lo apuntan todo.
EliminarY que te parece de respuesta "hay lo que tú quieras imaginar, puede que un día alguien te diga lo que se supone que hay según los expertos y si te parece bien perfecto pero si no, quédate con lo que tú crees que hay"
ResponderEliminarPues respuesta relativa. Habrá lo que haya y que la ciencia irá describiendo a medida que se conozca más. Mientras, desde luego podemos imaginar lo que queramos, imaginar no resuelve lo real y objetivo, no proporciona conocimiento, pero compensa estados de ánimo y emociones. ¿No pasa eso mismo con mitos, religiones e ideologías utópicas?
EliminarLos mitos, religiones e ideologías utópicas siempre se han usado para controlar, la ciencia tendría que ser el contrapeso pero hoy por hoy tengo dudas hasta de eso, el control se ha generalizado en prácticamente todas las áreas de nuestra vida por lo que en ocasiones prefiero fiarme de mi propio criterio.
EliminarLa ciencia sigue siendo el contrapeso, no te quepa duda. Otra cosa es el uso que se haga o no de ella, por mor de los intereses económicos y beneficios que empresas y gobiernos tengan en su agenda. El control hay que situarlo en esos ámbitos de la gobernación política y en las instituciones globales controladas por las empresas de Bolsa. Y los mass media que están por la labor. Por ejemplo. No es la ciencia ni la técnica en sí quienes nos controlan las conductas y configuran la opinión pública. Piensa en el lado constructivo: la utilización técnica y el saber científico para hallar un diagnóstico en un fallo de nuestra salud, también por ejemplo. Conviene que situemos los términos para librarnos de angustias.
EliminarLa ciencia no se escapa del uso y abuso que se hace de todo pero es cierto que el esfuerzo de los científicos es muy de agradecer. Me gustaría que el beneficio económico dejase en paz a la ciencia y a sus científicos aunque parece que no hay manera, siempre va a la cabeza de las demás variables, aún así se sigue avanzando y te doy la razón en que no es para quejarse.
EliminarLa ciencia y la tecnología van vinculadas al desarrollo de los modos de producción y desde hace varios siglos el sistema de acumulación de capital ya sabemos cuál es y sigue estando ahí, y ese sistema tiene por directriz la obtención de beneficios y por acompañante la competencia feroz. Y los Estados aportan de modo insuficiente al desarrollo científico, como ya sabemos.
Eliminar¡Pero qué lindo! Eso no lo olvidará nunca.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Besos.
Es obvio que los niños no olvidan aquello que les han contado y han sido receptivos a ello. Gracias, Laura.
EliminarO " nada" pode tornar-se no tudo....abre-se à descoberta, mas estando o Mundo em tumulto, descobrirá ele alguma coisa?
ResponderEliminarEspero bem que sim...
Beijos e abraços
Marta
No me cabe duda de que cuando crezca descubrirá mucho, pero descubrir implica querer no solo poder. Obrigado.
EliminarEls nens sempre fent preguntes! I la darrera resposta, tan ocurrent.
ResponderEliminarA veces los viejos son ocurrentes (ojo, saben mucho)
EliminarQué bonito está este poema también. Sí que el nuevo complementa a este, ambos son muy ingeniosos. Un abrazo y mil gracias por tu visita. Feliz comienzo de semanita.
ResponderEliminarOcurrencias, Mayte, para no perder lejanas costumbres. Gracias a ti.
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