Ella lo da en pensar. Por qué le diría yo aquello tan explícito, cuando debería haber quedado en algo subliminal. Por qué al leerle mis poemas me respondería él con su voz enérgica pero envolvente, y yo no supe reaccionar con mesura. Había elogiado con su prudencia habitual lo que yo le había recitado. Había desplegado el silencio que de ordinario significaba que aún meditaba, que era tanto como decir que degustaba. Retengo siempre tu tono, me acababa de decir, porque cuando me lees no solo es lo que has escrito aquello que me llega sino el sentimiento que impones en el aire. Entonces no supe morderme la lengua. Cómo podría yo habitar en el paraíso tan extenso de tu voz, eso le dije. No sé si para sorprenderle y gratificarle o porque me salió espontánea y sinceramente. Él replicó entonces que era yo la que pertenecía al paraíso, no él. Él dijo que bajo sus pies habitaba un Hades que no le permitía vivir en paz. Dijo que si bien nunca encontraba un momento perdurable de calma al menos paliaba su dolor con alguno de mis poemas. Dio la impresión de rendirse y precipitó sobre mí aquella frase exultante como si la hubiera extraído de un mito. Si existe un ave del paraíso esa eres tú, dejó caer. Tu vuelo es irrenunciable y tu plumaje siempre se renueva para deslumbramiento de quienes te admiran. Le vi venir y a la vez huir. Pero tú...y le conminé a buscar entre ambos una explicación que no llegó a cuajar ni en su enunciado ni en su solución imaginaria. Eres vuelo y yo soy caída, me pareció escuchar de su boca cuando cerraba la puerta.
*Fotografía de Edouard Boubat.
Qué lindo que alguien te haga sentir especial, que no tenga reparos en decirte cosas tan bellas. Cuando escribes con el corazón, supongo que esperas recibir algo que se le parezca un poco, aunque sea con otras palabras. Para no quedarte con la sensación de que te falta algo, aunque no sepas el qué.
ResponderEliminarYo lo he interpretado así, quizá me equivoco.
Besos.
Supongo que las emociones y los sentimientos hay que trasladarlos al lenguaje en determinadas situaciones, bien para desahogo o para obtener compensación. Pero a veces es todo tan enigmático...
EliminarUn lenguaje subliminal, muy conciso.
ResponderEliminarA veces los lenguajes de apariencia concisa son largos y hondos.
EliminarCuanto se puede llegar a decir a veces sin aparentemente decir mucho, es la subliminalidad del lenguaje.
ResponderEliminarSaludos.
Entre los silencios y la concisión suele o puede decirse mucho. Al buen escuchador pocas palabras bastan, ¿no?
EliminarSi responden así ante los poemas, es como una sueño, imagino. Y hay silencios, que son pensamientos, muy bellos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay poemas y recepción de los poemas, y ahí entras en terrenos subjetivos que no se exteriorizan a ojos ajenos.
EliminarNo debiéramos negarnos a intentar volar sólo por creernos caída. Quiero decir que percibo una renuncia que no me parece de cortesía, una rendición. Supongo que es el espíritu de supervivencia.
ResponderEliminarEs probable que me haya ido por los cerros de Úbeda. También es posible que lo haya hecho al imaginar a un maestro y su pupila. Tal vez tu texto resucitó algún trauma perdido en el olvido.
Besos
De maestro y pupila, nada, en todo caso, a la inversa, o de maestro a maestra, o de iniciada a iniciado, nunca se sabe en ciertas cuestiones emocionales el papel que juega cada cual. Hay tantos que van de catedráticos y son solo malos estudiantes (en esa materia que imaginas)
EliminarPrecioso poder leer algo tan bello.
ResponderEliminarY más aún, sentir que en uno puede ser, es, realidad.
Un abrazo Fackel
Ángela, creo que hay hermosas realidades recónditas del mismo modo que hay apariencias necias que no cesan de exhibirse. Gracias por la lectura.
EliminarLas aves del paraíso eran falsas, los indígenas les cortaban las patas y se las vendían a los incautos conquistadores. La realidad, como los poemas, nunca es lo que parece. Por suerte en los poemas aún queda belleza.
ResponderEliminar¿Real o irreal, Beaus?
EliminarEn el campo de las emociones humanas, nada está escrito ni definido del todo. A veces, parece que se abre una puerta cerrada con siete llaves cuando se lee un poema, escuchamos algún tema musical, vemos un cuadro o una escultura maravillosa. Esa llamada conciencia experimenta un algo inefable, sublime y ese otro que aparenta ser hosco y arisco, huraño y salvaje experimenta la belleza….y ahí tiene sentido y explicación aquello de que “eres vuelo y yo soy caída”. Uno es la creación y el otro la observación.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
Una interpretación estimulante y que la veo en buen camino. Lo que la conciencia debe aportar es claridad respecto a lo relativo que es todo (y efímero) tanto en mirada como en creación. En ello estamos los humanos.
EliminarNo se me ocurren excusas como para no decir lo bueno que se siente.
ResponderEliminarDebe ser que las excusas suelen resultar muchas veces falsas y eso, excusas poco excusables.
EliminarQue bello, tierno y sincero, Fackel. Y con esa sencilla elegancia...
ResponderEliminarmusu bat.
Me sacas los colores, Soco. Otro para ti.
EliminarHay voces que da mucho gusto escuchar, Fáckel.
ResponderEliminarSalu2.
Sobre todo si son sinceras y entregadas.
Eliminar¿Seguro que no tienes mi comentario perdido por ahí?
ResponderEliminarNo aparece ningún comentario tuyo que no sea este que me haces ahora...
EliminarPero puedes si quieres reintentarlo (reescribirlo)
Eliminar"Eres vuelo y yo soy caída": no serà tant!
ResponderEliminarÉs fantàstic de saber fer poemes, de saber interpretar-los, i també de saber de recitar-los. No sempre es produeix en una sola persona. I crec que saber recitar és relacionat amb saber cantar, amb tenir una bona veu, una veu expressiva que deia Jane Austen.
En efecto, Helena. Lo he pensado y observado muchas veces. Hay grandes poetas que cuando leen su propia obra no transmiten nada, mejor leerla. Otros sí, pero no muchos. En cambio hay rapsodas capaces de leer con mucha "alma" y devclamar, incluso gesticulando. Recuerdo que iba por mi colegio un personaje a declamar, que era empleado de ferrocarriles (y que las malas pero acaso acertadas lenguas decían que no daba un palo al agua, porque era del sindicato vertical, el único, el de Franco) pero era todo un artista recitando y declamando. Y cuando me tocaba a mí salir a declamar (llegué a aprender Don Juan Tenorio de memoria y lo recité en público) él estaba en el jurado. Anécdotas de la vida tan contradictoria.
EliminarTe recomiendo escuchar por internet "Carta de creencia", con la voz de Octavio Paz.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=VrU_kLxW6xI
Fackel, el trobo molt llarg, encara que ben recitat, aquest poema! Un amic meu diu que tot poema que s'allarga més d'una pàgina és prosa. Costa de mantenir l'atenció tanta estona.
EliminarEs una opinión suya la de tu amigo. A mí no me se me ocurre cuestionar a Paz. El poeta la conciobió así (la cantata)
EliminarEs una historia curiosa sobre el placer de escuchar y la satisfacción de leer para alguien que atiende expectante. La atracción más que intuir se palpa en las última líneas, en concreto por esa dualidad vuelo/caída. Soy de la opinión de que los extremos no solo se atraen, se complementan.
ResponderEliminarMe ha gustado leer esta corta pero intensa historia.
Y también me ha gustado escuchar al propio Octavio Paz recitando sus versos.
Un abrazo!!
Hay una obra de teatro de Pedro Muñoz Seca titulada "Los extremeños se tocan", me lo has recordado. Los opuestos muchas veces son los complementarios, ¿o acaso siempre, según cómo se manifiesten? La obra de Paz en enorme, era un erudito. Biuen día, Ana.
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