"Nada há que eu não conheça que eu não saiba,
e nada, não, ainda há por que eu não espere
como de quem ser vida é ter destino".
"Nada hay que no conozca, que no sepa,
y nada existe que yo aún no espere
porque vivir es un destino".
Jorge de Sena. De la antología Sobre esta playa.
De aquí para allá. La vida como una carrera. Las paradas momentáneas no son abandono, sirven para recuperarse. De qué. De las dudas, de los avatares desconcertantes, de la confusión. De aquí para allá; siempre. De allí para acá; improbable. Edades que se van superando. Paisajes que se van sucediendo. Personajes que aparecen y desaparecen. Energías que se alternan. Pensamientos que se componen y se deshacen a medida que el viaje del mensajero atraviesa llanos y montes. Anhelos improbables y deseos intempestivos que debilitan al mensajero. Pronto una curva. Más allá un páramo engañoso. Después una caída vertical cuyo fondo ofrece la sensación de que no se va a poder remontar nunca. Y otra vez una elevación reconfortante. Y otra vez el perfil de las alturas que hay que sortear. Y más allá nuevas sendas, sobre algunas de las cuales el mensajero ya estaba avisado; otras veces aparecen por sorpresa. Una vez más caídas. O más paradas por falta de aliento. El mensajero es pequeño y frágil, pero también veloz. ¿Podría imaginarse un enviado cuyas características no fueran útiles para el cometido? Es un mensajero particular. Se despacha y se remite a sí mismo. Establece los mandados para su propio cumplimiento, si bien a veces los pierde por el camino. Pero, ¿qué mensajes porta el mensajero? No se sabe, ni él mismo lo sabe siempre. Solo conoce de acudir veloz al tránsito de los días, al acabamiento de las horas, a la merma de sus fuerzas, a la privación de sus ilusiones. Corre, mensajero, vuela. La voz del viento es sardónica. ¿O será acaso la risa que emite el cuerpo del mensajero cuando sus zancadas se refrenan? No te detengas. Justifica la carrera con el esfuerzo de tu memoria ordenada. A veces te preguntas por qué seguir con el oficio. Total, siempre habrá delante de mí una distancia que no alcanzaré, piensa cuerdo el mensajero. Pero es tu tiempo, es tu sentido. Y la cordura tiene una dimensión que no responde a todas las preguntas. Toda comprensión del mundo se reduce a tus pies alados.
* Tras escribir este texto me entero de la muerte reciente de un antiguo amigo, el poeta Miguel Suárez. Y se me ocurre que, aun fuera de tiempo, se lo ofrezco. En contrapartida a aquella dedicatoria amanuense de hace muchos años que puso en mi ejemplar de su poemario La voz del cuidado, con ecos del místico Juan de Yepes, que decía:
Para ti, esta voz que sigue siendo
NÓMADA
amor del instante luminoso.
(Fotografía del japonés Eikoh Hosoe)
Esta frase de Cornadó creo resume el texto: El dolor es verdad absoluta. Todo lo demás tiene matices, incluso para las voces nómadas desaparecidas en otra verdad absoluta, que es la muerte..
ResponderEliminarEl dolor como certeza, no te quepa duda. A veces irrevocable (la muerte, la enfermedad dolorosa y terminal...) A veces pasajera (cólico nefrítico) Más otros dolores.
EliminarEl cólico nefrítico, después del quin to , apenas duele. Así podrás subir y bajar algún camino más, más cómodamente.
EliminarYo pensaba que esa imagen , que encabeza tu blog si no la has vambiado (estoy en ña versión móvil y se ve lo justo), era de Goya
Saludos correcaminos
¿Que no duele después del quinto? Prueba y luego me dices.
EliminarY otros daños colaterales incluso.
No, la imagen de cabecera es de Hosoe.
Jajaa. Eres una víctima... yo he tenido 8 o 10, y los últimos la bajada por el uréter, no me daba cuenta, solo sl mear, notaba algo y luego oía el clck en la taza del váter. Ahora ya hace mucho que no tengo, las piedras son demasiado grandes y no entran por el uréter, pero como no obstruyen la función urinaria, no me hacen nada. Voy una vez al año a puigvert.
EliminarHasta luego victima.
De que puede ser la confusión de la kmagen?
Pero no te han quitado ningún cálculo procedencia riñón, destino vejiga, vía uretra. Una experiencia deliciosa, que lleva sus pasos. Naturalmente, la fe en Santa Anestesia (no Anastasia) opera milagros y te quedas divinamente.
EliminarLas fotografías que he visto de Eikoh Hosoe son retadoras y apelan a la imaginación, como la del que tiene pies alados que ilustra tu portada, se podría interpretar de tantas formas.
ResponderEliminarEn cuanto a las andaduras, seguramente una parada a tiempo como en la retirada, es una victoria. No obstante, cuando nos vemos desbordados solemos acelerar, justo al revés. Yo soy amante de caminar por llanos y montes que dan más perspectiva que la simple planicie.
Esta entrada me parece una buena dedicatoria a Miguel Suárez, que te escribió en tres líneas todo un mundo. Gracias a ella he descubierto a este poeta y he leído algo de su poesía, me quedo con estas cuatro líneas:
Reconstruirme.
Como un regalo hallé esta palabra
el primer día del año.
Viajero fue, ausente mirador,
esquila de leproso.
Pienso que los leprosos tuvieron que ser por fuerza grandes caminantes, su condición era tan mal vista que supongo que moverse era necesidad, con esquila o cencerro de aviso y fuera de los senderos para no encontrar a nadie.
La geomorfología de la vida nos lleva a todo tipo de relieves, Ana. Lo importante es adaptarnos o al menos superar sus desiguales superficies. Pero a veces uno puede sucumbir en una caída inesperada -o con mal cálculo- para siempre. Miguel Suárez fue un amigo de viejos tiempos, un personaje peculiar y muy querido por aquí. El problema de seguir viviendo es que ves caer a muchos del entorno, y algunos de ellos fueron fundamentales en la vida del superviviente.
EliminarIgnoraba que los leprosos fueran grandes caminante, no sé si su mal se lo permitiría. Vivirían en guetos extramuros, supongo.
Lamento tu pérdida, la muerte de alguien que apreciamos siempre es duro de asumir.
EliminarSupongo que en la lepra habrá grados, algunos incapacitantes, otros más leves, pero lo que dices tiene sentido.
Un abrazo.
En cierto modo ya le había perdido hace tiempo, Ana. Los amigos nos distanciamos, a veces sin mayor motivo o simplemente por ubicaciones y formas de vida diferente. Otra cosa es que siguiera sus versos en los poemarios que salieron en su momento. Bien estar siempre, por la cuenta que nos tiene.
EliminarOlá, Fackel
ResponderEliminarA citação de Jorge Sena e este seu texto convidam-nos a reflectir
sobre os altos e baixos da vida. E as mensagens que vamos
recebendo servir-nos-ão de esteio se lhes dermos a atenção devida,
interpretando-as em nosso benefício.
Abraço
Olinda
Tienes mucha razón, Olinda. Todos y cada uno somos mensajeros, lo más interesante es que también somos emisores y receptores de nuestros propios mensajes, que no siempre sabemos descifrar.
EliminarJorge de Sena escribió una gran novela, que yo valoro mucho. Se titula "Señales de fuego". Te la recomiendo. Saúde y obrigado.
siempre habrá delante de mí una distancia que no alcanzaré..." cierto, muy cierto, tan cierto como que siempre habrá la "Distancia Innombrable" que se acorta hasta alcanzarme.
ResponderEliminarSalut
Esa innombrable distancia es objeto de frecuente conversación llegados a cierta edad. Tal vez sea una manera de ir asumiendo su inevitabilidad y sobre todo de reducir su onerosa carga (hasta entonces)
EliminarVolver a leerte y ser alas. Precioso texto que cobra un bello sentido de homenaje. Te acompaño en el sentimiento.
ResponderEliminarUn abrazo, Fackel.
Cuidado con los vuelos de altura; mejor los rasantes, que permiten ver el panorama humano más de cerca y, a veces, por dentro.
EliminarEs una elegía que muestra aquel espacio inalcanzable, el dolor que avasalla el alma en un silencio eterno. Un abrazo
ResponderEliminarEl silencio es una constante que nos obstinamos en reducir y tapar. Pero cuando uno huye cada vez más del vocerío querrá decir algo; intento indagar en ello. Salud siempre.
EliminarQué maravillosa celebración de un poeta singular al que habría que rescatar del olvido en el que él mismo se sepultó.
ResponderEliminarFue muy peculiar. Hoy he releído algunos de sus poemarios. Hay en ellos diferentes sustancias y distintas clases de miga.
EliminarQuizás, para el mensajero, no importa tanto el contenido del mensaje como el acto mismo de llevarlo a destino. Al fin de cuentas su función sólo es arribar con rapidez y con su carga intacta. Un abrazo
ResponderEliminarEs verdad, el hecho de hacer de mensajero de la vida debe ser la única explicación más consecuente. Orígenes o destinos es otro tema.
EliminarBello texto elegíaco el que dedicas a tu amigo. Su dedicatoria también fue hermosa. Lo cierto es que la vida es movimiento. Cuando dejas de moverte se termina todo.
ResponderEliminarVolveré sobre esta entrada tuya.
Creo ser agradecido con la memoria, simplemente. Pero eso me frustra. A muchos de los que se han ido los dejé de frecuentar mucho antes. Es el camino.
EliminarLa muerte de un ser querido, de alguien muy cercano, nos obliga a reflexionar sobre el sentido de la vida, si es que tiene alguno. De la muerte ya sabemos que es la desaparición absoluta, pero ¿y la vida del difunto? ¿Merecieron la pena las luchas, desvelos, las noches insomnes, el esfuerzo para "llegar"?. Pienso mucha veces si no sería más sabio pasar nuestra vida, tan breve, en contemplación y sin plantearnos ningún objetivo. Vivir y disfrutar de los días, sin otra meta que recrearse en el presente.
ResponderEliminarEn este caso no hice mis reflexiones por la muerte de este poeta, sino que me enteré después. Lo debe traer la edad. Aunque las desapariciones alienten pensamientos que se pretenden más hondos, el mundo interior no para, hay un impulso íntimo a valorar el paso del tiempo. Nunca me he propuesto indagar el sentido de la vida, los que lo han hecho no han llegado a ninguna conclusión. Simplemente es vivir, con arreglo a una cierta ética y respuesta a la colectividad. Merecieron la pena muchos esfuerzos, claro que sí, pero la enfermedad terminal y el fin próximo obliga a descreer. Recuerdo las palabras de un amigo, Fernández Buey, poco antes de fallecer. Me contaba las penurias que estaba pasando en manos de médicos y decía: toda la vida luchando por causas necesarias para al final esto. Pero la contemplación, no sé, no sé. A ver cómo se hace eso, salvo que seas un solitario total.
EliminarO diálogo entre a Vida e a Morte.. Quem fica e quem parte... O que resta? Apenas memórias? Creio que é mais do que isso...
ResponderEliminarUm texto poderoso...
Beijos e abraços
Marta
Por supuesto, queda más. Obras (en todas sus manifestaciones), por una parte. ADN, por otra. No es poco, sino fundamental. Bom dia.
EliminarEspero que tu amigo sintiera que había cumplido su ciclo para descansar en paz. Algo que deseo a todo lo nacido.
ResponderEliminarQuien más o quien menos debe ser consciente de sus ciclos, caigas a la edad que caiga, porque cumplir cumplir ¿cuándo se cumple? ¿Cuando con 90 años estás casi vegetativo? Tener claro cada hito del camino que andamos me parece valioso, si se dura y se han hecho cosas interesantes y a ser posible nada malvadas, ya me conformo. Un abrazo.
EliminarQué bello texto!!!
ResponderEliminarUn placer leerte.
Y preciosa esa dedicatoria del poeta de mi tierra, tan libre él como inconformista.
De tu tierra y también de la mía, que fue donde le traté.
EliminarQué bello texto!!!
ResponderEliminarUn placer leerte.
Preciosa la dedicatoria del poeta de mi tierra, tan libre él como inconformista.
Recibido.
EliminarHola Fackel, repetí el comentario porque creo que el primero fue como anónimo, y yo de anónima no tengo nada😂
ResponderEliminarBuen día.
Seguro que no, que te avala, como a mí, un NIF. Vale por el humor.
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