Hemos aterrizado cerca de la frontera. ¿Por qué me ha traído Lynn hasta el límite de dos países? Aquí las lomas se tornan más suaves y ofrecen un valle accesible pero engañoso. Parece el otro país, o ninguno de los dos. Es lo que tienen las zonas rayanas, que han parido un territorio nuevo, aunque no se lo reconozca oficialmente como tal. Un espacio ocasionalmente compartido pero habitualmente vaciado. Pisamos el suelo que anteriormente ha sido recorrido por multitudes y a su vez por soledades. ¿A dónde iban y qué esperaba encontrar tanto transeúnte? Le he preguntado a Lynn por qué hemos venido aquí. Para pensar, para hacernos una idea de lo que fue el pasado, me ha respondido. Ella ha subido a un montículo y toma notas. ¿Es bueno anotar lo que se ve alrededor en tiempos de fricción? Aparentemente todo está en calma. No se advierte despliegue de tropa alguna ni correrías de facciones de las que tanto se habla. Nuestro razonamiento es poderoso. Hemos llegado a este punto para meditar sobre lo que aconteció o creímos que aconteció en otras épocas. Ese será el argumento que expondremos si tenemos un desafortunado encuentro. ¿Nos creerán? Pero reflexionar sobre vidas en curso de tiempos pretéritos es siempre de riesgo imaginativo. Las informaciones son escasas. Las interpretaciones, sesgadas. Los descubrimientos avanzan con rapidez pero saber situarlos es un proceso lento. ¿De cuántas culturas que se trasladaron por este valle hablamos? ¿De cuántos pueblos, gentes, conductas y aspiraciones podríamos citar algo verídico? Lynn me lo ha dicho. Burton, haz el esfuerzo de fantasear. Haz como si estuvieras viendo y sintiendo el calor de los peregrinos que huyen de un ayer para tratar de llegar a un futuro incierto. Imagina que se desplazan con sus familias, con limitados enseres, con sus pensamientos de organización social y sus creencias benéficas. Lynn sabe estimular. Ahora me doy cuenta que desde el avión ves y no ves. Adquieres una perspectiva pero no sitúas los cimientos de lo que hay abajo. Mi vida de piloto ha sido una vida de intuición y llega Lynn y me obliga a poner los pies en el suelo para algo más que descansar ante el próximo viaje. Pero el viaje, ¿dónde se encuentra? ¿Entre las nubes o en las vivencias que me aproximan a los demás hombres? ¿Atravesando distancias allá arriba o reduciendo las horas sobre este suelo? Lynn me hace una seña con la mano. Dice algo pero no la entiendo. Un valle fronterizo que habla con voces ocultas.
Hay quien quiere olvidar. Para hacerlo pretenden borrar el pasado escapando de aquello que han pisado todos los días. Fantasean con la idea de que una vez bajada la persiana, borrón y cuenta nueva.
ResponderEliminarOtro país, otra casa, otra familia. Pero se olvidan de uno no es dueño de sus pensamientos, y que estos son los saltaedores del pasado.
No hay fronteras que valgan para viajes al olvido.
Es verdad que no somos dueños de los pensamientos, solo los tenemos en alquiler y con frecuencia ellos deciden qué estancia elegimos. Estamos en función de su oferta y demanda.
EliminarPoner los pies en suelo firme antes de iniciar nuevo vuelo es completamente necesario. Viajaremos con Lynn atravesando todas las rayas dibujadas a ras del suelo.
ResponderEliminarUn placer leerte, Fackel.
Un abrazo y buen fin de semana.
¿Y cuando seguimos volando sin que nuestros pies hayan tenido tiempo de comprobar la estabilidad en el suelo? Gracias, y a volar.
EliminarIntenta imaginar. Intenta escuchar las voces que lanza el valle fronterizo. ¿Qué dicen las gentes que transitan?
ResponderEliminarIntenta imaginar para entender el viaje.
Penetrante, profunadmente penetrante.
Salud, Fackel.
Anna Babra
Ese verbo -intentar- es uno de los que más practican los humanos. Más que realizar. Una realización ha tenido antes un intento. Pero hay tantos intentos sin que se ejecute obra o conducta...Intentos imaginarios, visuales, verbales, de simple voluntad ingenua.
EliminarAsí es, Anna, el viaje solo se comprende, y a medias, a posteriori.
Um texto para profunda reflexão.
ResponderEliminar.
Cumprimentos poéticos..
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Y a la vez hijo el texto de una reflexión al vuelo.
EliminarNunca llegaremos a conocer exactamente lo que vivieron otros, en otro tiempo, en otras circunstancias, pero podemos esforzarnos en imaginarlo, en tratar de sentir tal como creemos que ellos sintieron, considerando que un solo punto de vista nunca provee un panorama completo de lo que ya pasó.
ResponderEliminarSiempre debemos esforzarnos. Tanto en imaginar lo que no nos llega como en comprender las experiencias propias o de alguien que nos relate su vida.
EliminarParece ser Lynn la que se encuentra en una encrucijada, reflexiva y con la sensibilidad a flor de piel. preguntándose dónde se encuentra.
ResponderEliminarEn está ocasión me sorprende el camino que a seguido la narración. Más una mirada interior, que la búsqueda de una aventura.
Que tengas un buen San Jordi, de lecturas.
Y las búsquedas de aventuras, ¿cuánto tienen de superficialidad y cuánto de miradas interiores? O dicho de otro modo: en las miradas interiores, ¿no hay aventura, riesgo, desbordamiento? Lynn o Burton, creo que ambos personajes se escrutan a medida que se sienten impulsados por el despliegue en los paisajes.
EliminarSon paso fronterizos hacia una salvación. No sé si todos los consiguieron, pero es buen lugar para reflexionar.
ResponderEliminarUn abrazo
Las fronteras personales existen, como las de los territorios físicos más amplios. Conviene tener claro dónde están situadas.
EliminarBueno, esta vez, como ocurre en ocasiones, no quiero añadir comentario sobre tu entrada. Pero acudir a tu blog, siempre tiene premio. Hoy he conocido a Latif Al Ani, de cual no tenia ningún conocimiento. Y he quedado muy gratamente sorprendido. Ya sé que ni viviendo otra vida, llegaré a conocer a todos mis compañeros de oficio, pero tengo la ilusoria idea de que a los que debo conocer, ya van llegando.
ResponderEliminarMe alegro descubras lo que ignorabas. Yo tampoco pero esto de buscar el lado informativo de blogs y en general la red tiene su premio. Me pareció justo reflexionar sobre fotos del iraquí y más de un tiempo que ignorábamos.
EliminarEs difícil saber en qué territorio es mejor volar. Si en la vida real o en la vida interior.
ResponderEliminarTu texto es interesante. Para reflexionar.
Dejemos volar la imaginación, sin un límite conocido ni preciso.
La vida interior es vida real. Tiene sus ventajas y sus limitaciones. Es fundamental para saber desarrollar la vida formal de las relaciones, compromisos, obligaciones y cualquier otra construcción que nos sigue permitiendo sobrevivir, ¿no? Creo que hay una interrelación entre nuestras manifestaciones externas y ese proceso más reflexivo que nos hace pensar, repensar o desestimar tantas cosas de nuestros vínculos. Por volar, Ana, que no quede.
EliminarDes dels núvols totes les montanyes semblen iguals, encara que es tracti de l'Everest. També tots els artistes tenen el seu mèrit.
ResponderEliminarNo és del que tu parles però m'hi has fet pensar.
Bueno algunos artistas gustan de vivir permanentemente en las nubes y otros nublados.
EliminarLeyéndolo no pude dejar de pensar en el final de Walter Benjamin, también en la frontera entre dos países.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Una tragedia, como tantas. Sé que hay una película documental sobre él y sobre todo su final, pero nunca logré verla. Una tragedia y una vergüenza de un tiempo y unos lugares que algunos quieren que retornen.
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ResponderEliminar...No se puede borrar el pasado; está ahí, con todas sus consecuencias... pero no debe impedir ni obstaculizar un presente o futuro mas amable o feliz, ni ser causa o motivo para renunciar al vuelo. Eso creo, claro que cada caso es, puede ser muy distinto.
Hay personas que se dejan mediatizar por todo, pero no creo que haya casi nadie que renuncie a un presente, siquiera porque es lo existente de verdad; otra cosa es la expectativa, sea eufórica o temerosa, por el futuro. De lo que nos tendríamos que dar cuenta a estas alturas de la historia es que el proyecto personal, por llamarlo de algún modo, va vinculado al colectivo. Y luego que no venga nadie reclamando, como ya viene sucediendo. Pero ahí entramos en las limitaciones culturales, dentro de las cuales está la cultura política, la ética y la estética. Que cada uno lo interprete como quiera.
EliminarHá sempre limites? Ou é apenas uma imposição? Mas sabemos exactamente quando é que chegamos a esse limite?
ResponderEliminarInteressante para reflectir sobre quem somos, o que sentimos, o que vivemos...
Beijos e abraços
Marta
Creo que solo sabemos del límite cuando nos equivocamos. Por supuesto, se pueden prever ciertos límites, en función de las capacidades y fuerzas de cada uno. Pero de otros solo sabemos cuando los traspasamos o caemos en ese punto irreparable.
EliminarLa frontera siempre es una línea de propiedad.
ResponderEliminarSalu2, Fáckel.
De dos propiedades más bien.
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