Queridos Else y Joachim. Por fin en nuestra anhelada Baalbek. Nuestros sueños se han quedado muy lejos de darnos una idea aproximada de lo que es esto. Por supuesto que cuanto se nos ofrece supera a lo que nos habían relatado los viajeros seculares. Todo tiene otra dimensión cuando te encuentras cara a cara con la belleza. Todo transciende las propias medidas de las arquitecturas y los trazados. La luz, penetrando a través de los múltiples vanos de estos templos. El viento, que trae voces claras y susurros melancólicos desde el pasado. La quietud, pues son pocos los audaces que se atreven a llegar hasta aquí. La altivez de las ruinas, imperecederas no obstante algunos de sus materiales fueran utilizados para otros usos. La armonía, que sobrevive a destrucciones y abandonos. El silencio de los hombres, que obliga a meditar. El olvido puede ser a veces un buen aliado, aunque se quejen de él los que habitan en la Bekaa. Vicki, a la que le gusta contemplar desde todos los ángulos posibles la vida y la historia, dice que el olvido es consustancial a todas las tierras de este Oriente siempre conflictivo y cambiante. Que es lo que da la medida de la verdadera devastación. Que es el precio que pagan las culturas ancestrales a las civilizaciones posteriores a las que no supieron ni pudieron acceder. Tal vez toda la riqueza cultural desaparecida sea su estigma. Lo que queda, y que tanto nos asombra, apenas es un eco, unas huellas. Estamos hospedados en una fonda acogedora, a pesar de los mosquitos y ciertas carencias que tampoco nos importan demasiado. En las comidas y en el trato con los del lugar percibimos la variada herencia, tan sabia como generosa y abierta, no solo de los antiguos sino de quienes ocuparon estas tierras ya en tiempos modernos. Los humanos no han dejado jamás de moverse de unas regiones a otras. Con su bagaje de saberes, de sentimientos y de recursos para sobreponerse y adaptarse a lo nuevo. Permaneceremos aquí unos días, ya que Vicki conoce de su tiempo de estudios a uno de los arqueólogos de Turingia, que se ha ofrecido a enseñarnos más allá de lo que ve el viajero ocasional. El siguiente destino será Tudmur, más al norte, nombre que no os sonará de nada, pero si digo Palmira seguro que ya es otra cosa. Dicen de este lugar que es más bello aún que Baalbek y con historias muy interesantes. Nuestra mirada se queda corta y el entorno nos posee con su exuberancia arrebatadora y misteriosa. El pasado invita a informarse, pero sobre todo a reflexionar y sacar conclusiones sobre el tránsito de civilizaciones cuyas vidas aún permanecen en el enigma. Creo que esto aporta más a nuestro pensamiento y a la actitud ante lo existente que cualquier religión o idea visionaria. Aquí sí que encontramos un vínculo con la naturaleza y con los humanos, y por lo tanto una explicación acerca de cualquier clase de divinidad generada por los humanos, en tiempos en que todo está quebradizo. Os iremos contando. Mientras, contemplad la fastuosa portada de esta postal y soñad con lo que tuvo que ser en su día Baalbek. Vuestro amigo Gustl.
Fáckel:
ResponderEliminarlos restos de un pasado glorioso siempre producen desasosiego, pena, añoranza, pequeñez, sensación de que todo es perecedero. La belleza no, no es perecedera.
Salu2.
Y también hay gente ante los cuales ni se inmutan. Piedras, dicen. Ingratitud y falta de sensibilidad, por no decir de imaginación, diría yo sobre estos seres que no aprecian el pasado.
Eliminar"el olvido... es lo que da la medida de la verdadera devastación. Que es el precio que pagan las culturas ancestrales a las civilizaciones posteriores a las que no supieron ni pudieron acceder" tanto para las culturas como para las personas, el olvido es lo que define la verdadera muerte. Muy cierto. Comparto ese pensamiento.
ResponderEliminarEntiendo que el olvido es parte de un desgaste biológico de la naturaleza histórica, una especie de erosión de la memoria. Probablemente inevitable salvo para una minoría que quiere saber.
EliminarEl esplendor de la ciudad con el templo en su apogeo y lleno de visitante,entrando y saliendo, es de por sí evocador.pero, a mí en segunda posición de desasosiego, pondría el sufrimiento y el esfuerzo que supuso construir el templo, y la lusion que le hizo a muchos aquella construcción,rodeada de aquella ciudad. Es la sensación (multiplicada por tantos habitantes como tuviera), de cuando tienes que tirar un coche viejo que tantos servicios te ha prestado y tantos buenos ratos te ha hecho pasar. Culpabilidad,ingratitud infidelidad. Y eso con cosas,no te digo ya con animales (las personas vamos a dejarlas a parte.
ResponderEliminarPor último ,en primera posición de desasosiego, está sin duda, la piedra central del dintel de la puerta, que lleva ahí ,dios sabe los siglos, esperando que por debajo pase alguien sin casco, para tomarse su justa venganza.
Es Gabiliante. Una palabra compuesta, o dos dichastodasseguidas. Mi nombre, y un apelativo, que es lo único que conservo de alguien que me lo puso.
Saludos
Mira que...Teniendo en cuenta que esa postal es de hace un siglo habría que ver sobre imagen actual si el dintel de esa puerta permanece. Y supongo que habrá tenido repaso y corrección si su estado era agónico. Con casco y todo seguro que el peso nos dejaba in situ.
EliminarSeguro que eres muy joven, pero recuerdo de mi infancia que la SER emitía por las noches un programa de un tal Peter Gay sobre cuestiones esotéricas acerca de Baalbek, que nunca interpreté ni me aclaró. Pero me generó misterio, curiosidad y pasión. Tal vez ahora devuelva a través de otro tipo de ficción aquel préstamo que me mantenía atento y pendiente de enigmas. Ya sabes, que si seres de otros mundos, etc.
Gracias, Gabi.
Uma viagem por entre as memórias de um passado faustoso...Agora esquecido, traído...Sentimentos contraditórios....a dúvida o que aconteceu realmente para tudo desaparecer...
ResponderEliminarInteressante
Beijos e abraços
Marta
El pasado se puede reconstruir en parte y relativamente en base a criterios científicos, pero solo es aproximación. Detalles técnicos sobre las obras de los hombres del pasado se van sabiendo. Formas de vida hasta cierto punto también. Pero el pasado no es una película. Dejemos la puerta abierta, Marta.
EliminarPor mucho que las piedras caigan de su sillar la obra permanece. Al menos nos da idea de su pasado y su grandeza, y nos hace pensar en lo majestuoso de la obra. Poco podríamos hacernos una idea de Egipto, ni de Grecia, ni Roma sino hubiera quedado las muestras para ello.
ResponderEliminarY la foto vale más que mil palabras.
Aunque esté en ruinas, podemos hacernos a la idea del trabajo de aquel pueblo.
salut
En Baalbek, como en tantos lugares del Oriente Mediterráneo, se desarrollaron diferentes culturas. Entre avatares de la Historia y terremotos ha quedado lo que ha quedado. De todos modos no ha sufrido la devastación que recientemente se llevó a cabo en Palmira o en Mosul por mano del DESH o en Alepo por la guerra civil siria. Las ruinas que ahora contemplamos de un plumazo cuando las visitamos son restos de grandes y lentas obras realizadas en la Antigüedad, a lo largo de años y a través de sumas de conocimientos, poder y vitalidad urbana.
EliminarVisitantes de otros tiempos, en los que la cultura lo era todo.
ResponderEliminarAquellos visitantes todavía existen, pero está en cada uno saber mirar con cierta amplitud y profundidad y no dejarse solamente conducir por un guía turístico, ¿no crees?
EliminarUna fotografía preciosa que junto a tu texto, me deja soñando.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por entradas como esta.
Es que la postal a mí me dejó soñando. Gracias a ti por ser receptivo.
EliminarMaravillosa esta postal, el blanco y negro me acerca a un pasado remoto rubricado con caligrafía, ¿inglesa?. Belleza y sueños. ¡Absoluta!
ResponderEliminarEl pie de la postal viene en francés -recuerda que Líbano fue protectorado francés tras la Primera Guerra Mundial y hasta la década de los 40- pero sí, a mí me recuerda que la caligrafía que también me enseñaron.
EliminarLa caligrafía del texto inventado es alemana. Con un poco de imaginación lo comprobarás, al hilo de los nombres de personas.
Bella imagen. Quien de sí mismo consiga olvidarse, bien ligerito quedará.
ResponderEliminarLas culturas del pasado bien lo reproducen a modo de silencioso ejemplo; para los curiosos solo dejan sus migajas. Otra cuestión sería la imaginación reproductora cuando desea aliarse con la historia sin percatarse de los invisibles ángulos y aristas de quienes conformaron dicha civilización olvidada. Parece el futuro de todo recuerdo lineal.
Me dio alegría encontrar esta fotografía del templo de Júpiter de Baalbek porque esta urbe me persigue desde niño y yo no conocía esta grandísima entrada. Hay muchas otras tomas, de columnas altísimas, que se utilizan más para comunicar la imagen de Baalbek. Al hilo de lo que comentas pienso que si cuando visitamos lugares históricos, por muy ruinosos que se encuentren, echamos dosis de imaginación, nos informamos un poco y nos dejamos emocionar por el suelo que pisamos estamos haciendo un homenaje al pasado o, mejor, a las vidas pretéritas que, seguramente, no diferirían en esencia -la naturaleza es una constante- de las nuestras.
EliminarEl Líbano rezuma historia, y aquí la traes. Un texto denso e interesante
ResponderEliminarUn abrazo
En general como toda la cuenca mediterránea desde Oriente a Occidente. Yo me sorprendo cada vez más de las culturas que se desarrollaron en territorios de la actual Turquía, desde el Neolítico, pasando por todo tipo de islas y penínsulas del Mare Nostrum, hasta las culturas prerromanas de nuestra península. A medida que avancen técnicas e investigación sabremos más y los cánones tradicionales se irán modificando. Al menos para reconocer a cualquier pueblo o civilización menos nombradas hasta ahora y que se merecen darles el valor que tuvieron. Un abrazo.
EliminarPoco sé acerca de él, el templo. Se dice que se asienta en una roca inmensa que no se acierta explicar como fue colocada ahí.
ResponderEliminarLas civilizaciones tan antiguas guardan secretos indescifrables. Los que no sepan apreciarlas allá ellos.
A mi me impresionan y a veces no entiendo su desaparición.
A nosotros no creo que ni tan solo nos recuerden.
Salud, Fackel.
Anna Babra
Hay restos de varios templos. Hay leyendas modernas ridículas sobre extraterrestres (que en realidad ignoran la capacidad humana para llevar a cabo obras gigantescas: otra cosa es en qué condiciones y con qué mano de obra) Hay destrucción ya de antiguo llevada a efecto por los cristianos de los primeros siglos. Hay civilizaciones posteriores ocupando aquellos espacios. Hay riesgos en etapas más recientes, tal la guerra civil libanesa, los grupos islamistas, etc. Y seguirá habiendo, pues el Estado está muy inestable últimamente.
EliminarSeguiremos informándonos. Salud, Anna.
Hablaba con un amigo persa y aunque ya hace años de esto, me quedo grabado. El tema era Siria e Irak. Yo argumentaba como se les consideraba cuna de la civilización. Me respondió:
ResponderEliminar—Sí, cuna. Pero el bebé se cagó en la cuna y ahora huele que apesta.
Ya sabes que son expresiones convencionales. Cunas de civilizaciones las habrá habido por muchas partes. Siempre se consideraba el territorio entre Tigris y Éufrates el tal origen de las ciudades (y la ciudad como definición consagrada de civilizaciones) pero en Asia Menor, hoy Turquía, hay cunas tan antiguas o más. De aquellos orígenes a todo un proceso complicado y largo, tanto en Asia como en cualquier zona del mundo, se han producido muchas cagadas, sin duda. E pur...
EliminarLa grandeza y misterio de las civilizaciones antiguas.
ResponderEliminarAsí es, Alexander. Con más conocimiento y cierta imaginación lograremos entenderlas poco a poco, sin que pierdan grandeza -también sabremos de sus lados oscuros- y la atracción sustituya al misterio. Saludo.
EliminarA la pel·lícula Les millors intencions, d'Ingmar Bergman, recordo com algú deia que les ruines són clàssiques i romàntiques alhora, per aquesta mateixa erosió. És molt maca la foto que poses, molt inspiradora!
ResponderEliminarEn general las fotografías antiguas de viajeros -o las litografías y dibujos- son muy sugerentes. Es como si se percibiera mejor la ruina, como si estuviera dotada de mayor nobleza.
EliminarCreo que la película que citas no la he visto, o no la recuerdo al menos.
Tu texto y la postal me han hecho recordar al Hyperion de Hölderlin y su viaje a Atenas, (hermosos todos) seguro que lo conoces "(...) ;pero lo que me llamó mas la atención fue la antigua puerta por la que antaño se salía de la ciudad antigua a la nueva, donde seguramente al día se saludaban miles de hermosos seres humanos. Ahora por esa puerta ya no se entra ni a la antigua ni a la nueva ciudad y ahí está callada y desierta como una fuente seca por la que de sus cañerías en otro tiempo brotaba el agua fresca y clara con un chapoteo amable.
ResponderEliminar¡Ay! dije mientras vagábamos por allí, es un juego del destino sí, que el templo se derrumbara aquí para darle a los niños de sus cascotes piedras para tirarse, para hacer de los escombros de los dioses bancos para la puertas de la cabañas de los campesinos y de estas tumbas la última morada de los toros que pacen; y semejante derroche tiene mucha mas realeza que aquel provocado por Cleopatra bebiendo perlas derretidas; pero ¡qué pena por toda la grandeza y hermosura! ... Feliz domingo
Pues no tenia en mente a Höderlin, pero ya que lo dices te sugiero leas el fabuloso poema Der Archipelagus, del mismo autor, tiene que ver más con Atenas, pero ahí está.
EliminarGrato domingo, sí.
Conozco el poema, hace algún tiempo traduje el final es una belleza ...
ResponderEliminar"Pero tú, inmortal, aunque el canto de los griegos ya
no te festeja como de costumbre, sobre tus olas, ¡oh dios marino!
todavía resuena en mi alma para que sobre las aguas
se agite sin miedo mi espíritu, como el nadador, ejercitándose
en la frescura feliz de los fuertes y entienda el lenguaje divino, el cambio
y el devenir, y cuando el tiempo desgarrador
se apodere violento de mi cabeza, y la necesidad y el desvarío
entre los mortales estremezcan mi vida mortal,
déjame entonces conmemorar el silencio en tus profundidades."
¿Qué dices? Te felicito, porque traducir a Hölderlin no puede ser nada fácil. Yo tengo la edición que hizo la LaOficina ediciones, muy cuidada edición.
EliminarTe felicito de nuevo por la traducción.