¿Es una cita o es un poema? Una cita puede ser un poema y un poema puede ser una cita. Depende de lo que esperes de cada mensaje escrito. Tú, ¿qué esperas? Yo no espero, solo leo. Déjame leer. Te dejo pero depende de si quieres que sea un poema o una cita. Prefiero la cita. Tal vez te pierdas entonces el poema. Porque pueden ser incluyentes, pero también lo contrario. Qué duda. Te propongo no elegir, sino que algo exterior a nuestros deseos decida por nosotras. Eso tiene poco mérito, es como si cediéramos nuestra personalidad a la moneda al aire o a los posos del café. Pero, ¿acaso no es arriesgado poner en manos del deseo una de las opciones? Lo es, y por eso es emocionante. ¿Quieres decir que perseguimos emociones? Perseguimos que las emociones propias nos lleven a las emociones de otros. Como una confluencia, quieres decir. Tal vez como lo imprevisto. Analizar cada palabra, línea a línea, de lo que pone este mensaje desmonta las posibilidades de disfrutar de la emoción de lo desconocido. Probemos entonces lo desconocido. Probemos si un poema lleva más lejos que una cita. Intentemos si una cita reúne en sí algo más que un poema. Qué indecisión. ¿Lo habrá planteado él así para dividirnos? Tal vez, y no me hace gracia alguna que compitamos entre nosotras. Él puede echar su suerte a dos bandas y nosotros tenemos que acogernos solo a una. Eso ya es conflictivo para nosotras. ¿Y si le devolvemos la apuesta doblada? ¿Cómo? Decidir que tú eres el poema, por ejemplo, y yo la cita. O a la inversa. Entonces le partiremos a él. Tendrá que optar. ¿Y si está planteando que uno son dos y dos son tres? ¿Y si lo que pretende es que los tres seamos uno? Tendrás valor tú... ¿Tú no? ¿No será ir demasiado lejos? Ah, yo no me quedo atrás. Respondamos, pues, al mensaje. O mejor, acudamos sin más a la cita. ¿Dónde dice que es la cita? No dice lugar. ¿O de quién es el poema? No pone nombre del autor. Una vez más las emociones a la papelera. Una vez más las emociones pendientes. Los deseos se hacen de rogar. Sí. Salvo que...Oh, sí.
(Fotografía de Elio Ciol)
Me has hecho pensar en un letrero que vi una vez.
ResponderEliminarDecía: SIGA LA FLECHA.
Pero alguien añadió a modo de grafit: ...porque la lanzó Cupido
No sé. Tenemos el vicio del etiquetaje. Queremos colocarle etiquetas a todo. Que si cita, que si poema... Lo importante es lo que los folios contienen y no la carpeta que los separa de otros.
Es decir, la intención. Flecha y destino, parte y todo.
EliminarEn una obra només s'hi troba el que s'hi porta, d'aquesta manera una cita es pot tractar com a un poema, depèn "del color del cristal con que se mira"!
ResponderEliminarSi la cita hubiera cundido habría sido todo un poema, sospecho.
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ResponderEliminarTe vas Alfonsina con tu soledad
Eliminar¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
Dormida, Alfonsina, vestida de mar
Etcétera, etcétera.
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EliminarYa, pero Ariel Ramírez y Félix César Luna escribieron una letra preciosa que escuchábamos hace ya mucho mucho tiempo y con emoción de voz de la negra Sosa.
EliminarUm poema pode ser um segredo... pode abrir o horizonte, significar tudo ou nada... E uma cita, que penso ser um provérbio? citação? pode ser um enigma, uma pista.
ResponderEliminarNo fundo, tanto o poema como a citação podem estimular a análise, a crítica, a interpretação.
Beijos e abraços
Marta
Aquí cita se refiere a la convocatoria a un encuentro. El supuesto y ficticio autor de un papel que leen dos mujeres puede haber escrito un poema o puede estar convocándolas a encontrarse con ellas.
EliminarTiene varios sentido la palabra cita. Buen sábado, Marta.
Fackel, ¡ la has liado!
ResponderEliminarEres un portento con el juego de palabras. FENOMENAL.
Veo que lo has captado en su línea sinuosa.
EliminarSe me ocurre pensar que esas dos divagando a partir de letras en un trozo de papel, se dejaron volar, imaginando un futuro de amor y romance, para después, cuando les llegó el momento de vivir lo que su realidad de la época les permitió debieron resignarse a una vida opaca y sin nada de poesía. O tal vez me equivoque y lograron conocer lo que soñaron.
ResponderEliminarPudiera ser como dices. Pero tal vez no tenían tantas aspiraciones y se conformaban con algo más vulgar y accesible, pero también transgresor, o eso pretende el final.
EliminarNo se lo que es, pero por la cara que manifiestan, lo que están leyendo les agrada.
ResponderEliminarDa gusto ver la cara de felicidad que emiten.
salut
Eso es lo bonito, que no sabemos de qué va el papel de la fotografía, pero nos incita a la ficción. Por otra parte van de punta en blanco las jóvenes.
EliminarQué lío! Las dos de punta en blanco y muertas de risa. No sé yo si al autor/a de la cita o el poema sabe lo dónde se mete!
ResponderEliminarEs divertido. Hasta pronto Fackel. Un abrazo
Probablemente nadie de los personajes lo sepa. Bienvenida. Hasta pronto, Loles.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarcreo que la chica pecosa debe quedarse con el poema. Leerlo. Comprenderlo. Saborearlo. La ilusión siempre será mejor que la decepción de una cita porque esa chica no tiene pinta de apreciar al enamorado.
Salu2.
Un enfoque de espectador. Pero ¿y si quiere saborear un poema y más tarde intentarlo con el autor? Aunque, evidentemente, el riesgo de una decepción aceche.
EliminarFáckel,
ResponderEliminarcreo que la pecosa debe quedarse con el poema porque la cita nunca la dejará satisfecha.
Qué sueñe, lea e imagine.
Salu2
Qué sueñe, lea e imagine.
EliminarEso hace la mayoría de los mortales. También tiene sus riesgos insatisfactorios pero para el realista es muy útil ese consejo que das.
Pensaba que no se había mandado el primer comentario...
EliminarPero como había un matiz en el otro, he dado vía libre a los dos. No cuesta nada.
EliminarLa rubia tiene las articulaciones de los dedos rojas. Es un informe médico recortado a mano (dejando solo lo importante), confirmándole el diagnóstico y presagiando una pronta recuperación. A la morena le sabe pasar lo mismo, pero le da vergüenza mostrarlo.
ResponderEliminarNo creo que haya dudas al respecto. A mi me parece evidente. Cambiando la foto a negativo y ampliando, se transparenta lo que pone, pero está en un idioma extranjero, no lo entiendo; así que hay que echarano de lo evidente.
Perdona por la extensión de la divagación
Saludoss
Está muy bien ese divagar tuyo, no se me había ocurrido indagar tanto. Me has dejado intrigado. Si hubiera prospectado como tú seguro que no hubiera hecho mi versión irreal. Puede ser como dices, pero me mantengo en el hechizo de lo que puede sugerir.
EliminarGracias, Gabiliante.^Por cierto ¿qué es Gabiliante o un gabiliante?
No quiero romper la magia del momento, pero creo que está mirando un cheque. No deja de ser curioso que una de ellas lleve guantes, siendo verano.
ResponderEliminarSALUT
La imagen permite hacer muchas cábalas. Lo de guantes blancos es independiente del verano, yo recuerdo que días festivos algunas mujeres jóvenes se ponían guantes blancos -que eran parte del vestir y no de abrigo- para ir a misa, por ejemplo, o para acudir luego al paseo. Fue una época. Y como no sabemos lo que hacían las dos de la foto yo preferí inventármelo a mi modo. Salut para el dilluns.
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ResponderEliminar...solo una pequeña nota. A mí me encantó, durante algún verano, usar guantes blancos, de seda o de encaje, para salir. Creo que tengo alguna foto. Quedaban superbonitos. Saludos.
Se agradece la información. Es que yo también recuerdo haber visto de chico a una prima, ya ella en la veintena, de haber ido con ellos puestos y con un vestido análogo y hasta con la medalla, tal cual la mujer de la izquierda de la fotografía. Vaya, cómo funciona nuestra memoria aún, gracias mil y de agosto.
EliminarUna cita puede ser un poema. Un poema puede dar lugar a una cita. No son excluyentes.
ResponderEliminarEs bonito lo que se te ha ocurrido. Sin embargo... yo lo que veo es un cheque. Por la forma del papel.
Pero en fin...
Podría ser cualquier cosa. Un ticket de compra. Una receta. Una papeleta de examen con la nota. Una lista de la compra. Ahora... tiene que ser algo positivo porque las dos chicas sonríen.
Un billete de avión.
No puede ser algo negativo.
Bueno, es una posibilidad, son muchas posibilidades, es lo bueno de las fotos, que inducen a pensar un montón de cosas, yo no quería incurrir en algo tan materialista, je. De ser cualquier otro papel la redacción hubiera ido en otra dirección por mi parte. Seguro que negativo no, pero mir, voy a seguir dándole vueltas.
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