No, no es verdad que todo gato sueñe con ser tigre. O puma o jaguar. Un gato no es uno de aquellos felinos venido a menos. Pero gamberros son un rato. Ni añoran un estadio al que jamás han pertenecido ni sienten envidia por la vida libérrima, si bien amenazada, de los depredadores de manglares o praderas. Mi gato tiene fama de ser de lo más peligroso del vecindario. No porque se coma a nadie, sino por su poder de atracción sobre otros gatos y su capacidad para arrastrarlos a la calle a montar espectáculos circenses. Para gatos, por supuesto. Liderazgo, que diríamos los humanos. El otro día eligió una gata para sus travesuras. Se cree listo, pero fue la gata la que lo eligió a él. Él propuso y ella dijo que sí, que admitidos y consensuados sus juegos. Que estaba preparada para lo que fuese. Y durante un tiempo desaparecieron a la vista de todos. De otros gatos, de los tejados, de los cruces de las calles, de sus dueños respectivos. Cuando reaparecieron fue la gata la que entró en mi casa. Vi enseguida que era una intrusa y a punto estuve de echarla, pero puso un gesto tan tierno que fui incapaz. Ya aparecerá mi gato, pensé. Más tarde supe por mi vecina Isamu que había perdido a su gata pero que había encontrado un macho. ¿Qué les ha pasado para que, como de mutuo acuerdo, hallan retornado a los hogares equivocados?, me preguntó Isamu. No sé, en este caso o los devolvemos a sus dueños respectivos, es decir entre nosotros, o cambiamos de casa, le propuse. Isamu, que aparentemente es muy seria, esbozó una sonrisa que amplió la curva de sus ojos almendrados. Por un momento pensé: los gatos nos envían un mensaje subliminal. ¿Será que nos veían tan solos que quieren o pretenden o buscan...? Sé lo que estás pensando, vecino, dijo Isamu. Son travesuras de gatos. Desde el otro día Isamu y yo nos hemos equivocado varias veces de casa.
Hay un relato sobre gato y mujer en el blog Chitón:
https://ehchiton.blogspot.com/2021/04/conversaciones-con-mi-gato.html
(Ilustración de Kazuaki Horitomo Kitamura)
Fáckel:
ResponderEliminar¡Vaya unos gatos más listos!
No sólo se lo pasan bien entre ellos sino que se meten a casamenteros.
Pero seguro que ahí no acaban sus triquiñuelas. ¡ Vaya usted a saber lo que estarán urdiendo!
Salu2.
Eso, váyase a saber, de momento sugieren una historia en Chitón. Los gatos son muy cucos.
EliminarLos gatos son muy listos y no hacen nada de forma desinteresada. Y dos casas en vez de una no es mal negocio para ellos.
ResponderEliminarUn saludo.
En efecto, tal vez incluso sean tanto o más listos que los perros, pero son más discretos, van a lo suyo y consiguen ser los dueños del medio donde habitan.
EliminarExcelente, divertido y sugerente...
ResponderEliminarAbrazo
Ocurrencias y para romper la monotonía en medio de la monotonía. (No me quejo, eh)
EliminarDedicado a esos humanos que no se acaban de decidir.
ResponderEliminar¡Estos gatos!
Saludos.
Debe ser que los humanos nos lo complicamos mucho en tema instintivo. No vale el primer repente y encima hay que planear y poner en marcha proyectos. Nos ganan.
EliminarDicen que las mascotas se parecen a sus dueños, o seremos los dueños los que nos parecemos a nuestras mascotas.
ResponderEliminarSaludos.
De hecho hay muchos individuos que son mascotas de sus mascotas, a tenor de lo que observo por la calle, Pitt.
EliminarNo dispongo de experiencia gatuna, solo se que si se me quiere echar fuera solo habría que pretender encerrarme y que viajar hacia el interior es todo un gran recurso humano, ignoro si gatuno nada conspicuo, Perruno no, desde luego. También he visto como los perros de caza asustan a lindos gatitos e incluso llegan a matarlos por instinto! Condenados cazadores con lo pelotas que son con la manduca!
ResponderEliminarRivalidades entre géneros, luchas por celos, pero piensa que hay casas donde conviven aparentemente condescendientes gatos y perros (y humanos) Me cuesta pensar en una convivencia grata permanente.
EliminarDivertido final de la historia. Se me olvidaba ese comentario.
ResponderEliminarAh, gracias, MJ.
EliminarLos gatos son mis afines, como naci bajo el signo Leo, en mi tierna infancia jugaba a que era un Leon como los que veia en la television. Pero cuando llego un gato a la casa como mascota (el primero de una larga lista), tanto los gatos como yo nos aceptamos mutuamente.
ResponderEliminarHoy en dia cada que me encuentro con un gato nuevo, este me saluda.
Nada mejor que un gato, seres elegantes y misteriosos
mucho mejor que los perros
No entiendo mucho de horóscopo, no sabía que los gatos afectaran a los Leo. Pues me parece formidable las empatías y simpatías con la especie gatuna, por tu parte. También he oído esa opinión sobre la elegancia y discreción misteriosa que exhiben. ¿No era en la cultura del Antiguo Egipto donde se apreciaba mucho al gato?
EliminarSaludo y apacibilidad.
Me encanta el mensaje y la picardía de tu texto Fackel. Entre inocente y pícaro, seduce y nos hace sonreír. La imagen (preciosa) la tenía vista y me parece muy tierna. 😊
ResponderEliminarAh, qué bueno, lo has cogido.
EliminarPues sí, el ilustrador ese de gatos tiene abundancia de imágenes por la red, mira este enlace
http://lasilladek.blogspot.com/2017/03/cuento-nuevo-japones-sobre-uno-viejo.html
(Y no te pierdas el cuento que adjunta, jej)
Sí. Si te fijas en los comentarios, ya lo había leído! jeje... quizás por eso recordaba la imagen
Eliminar=D
Ah, no me percaté, me alegro, eres un memorión.
EliminarUna bonita historia de gatos, esos animalitos orgullosos y altivos, con tanta "personalidad" que hacen siempre lo que quieren y como lo quieren. Maravilla de narración, inconfundiblemente tuya.
ResponderEliminarPor una inspiradora primavera.
Sí señora, hacen siempre lo que quieren, cuando quieren y en las narices de quien les parece.
EliminarLa primavera va yendo y de momento inspira, ¿no? A ver si el virus se decide a expirar de una santa vez para que no expiremos los que perseguimos una eterna primavera (hala, qué locura de frase, y tan ridícula)
Ridícula?... Perseguir una eterna primavera, no es para nada cursi y algunas personas logran conseguirlo. (Los gatos, los perros y los pájaros, por ejemplo, todos.)
EliminarO eso creo. Tú, no?...
Ya quisieran ellos estar en eternas o al menos suficientemente duraderas primaveras. Yo, claro, sí, en ella sigo y a ella persigo, porque ya lo dijo el profeta: no entraréis en el reino si no habitáis siempre la primavera. Que Boticelli nos ampare.
Eliminartan sencillo como: tú a Boston y yo a California...
ResponderEliminarAy, una vez allá en mi infancia avanzada estuve enamorado de Hayley Mills, que hacía dos papeles en la película. Creo que ella era adolescente y yo no, pero tenía algo, y eso que era la típica norteamericana de entonces. No, no nos pusimos de acuerdo, no hubo ni California ni Boston. Hay tanta distancia de costa a costa...
Eliminar¡Ah! Pero que buena parejita de gatos celestinos jajajaja. Ponen a sus amos contentos y ellos disfrutan con su buen humor y las dos casas :-)
ResponderEliminarAbrazos
Será que pretenden transmitir a sus dueños sus instintos joviales y gozosos...
EliminarY los gatos decidieron por esos dos humanos.
ResponderEliminarPor suerte, fueron benévolos.
Saludos.
De la benevolencia de esos gatos tendrán que aprender sus amos si tienen déficit. Saludos.
EliminarListos de narices. En Chitón era menos jocoso, pero bonitos ambos textos.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bien tu matiz respecto a ambos textos, te lo agradezco. Buen sábado soleado.
EliminarVivo en uno de los dos áticos de un edificio, que totalizan cuatro terrazas. Dos para cada uno. Yo no tengo gato, pero el vecino si. No tiene complejo de tigre, pero lo tiene de búho. Ahora hace tiempo que no lo veo, pero el muy cabrón me pegaba unos sustos de muerte. Mi dormitorio tiene salida a la terraza con unas puertas de cristal.
ResponderEliminarEl minino, al parecer se siente seducido por mi "atractivo sexual" de mi figura durmiente. Se plantaba justo a un palmo de entrar (verano, abiertas) sentado sobre sus cuartos traseros como si estuviera tramando violarme o algo parecido.
Afortunadamente como digo, ha desistido de la "malifeta" (fechoría en catalán) y vete tu a saber por donde anda.
Qué hilarante lo que cuentas. Me recuerda eso que yo viví un tiempo en un primero con una terraza a donde daban otros vecinos y la gata de una vecina salía a ella y hacía lo mismo, se subía a la poyata de la ventana y trataba de escudriñar el interior de la casa o plantarme cara. Mucho antes hubo una época en que había gatos múltiples, se reunían por aquellos tejados todos y montaban zapatiestas. Todavía me parece ver a mi padre persiguiéndoles con un bastón porque a veces se metían en su casa, aunque igual que entraban los muy tunantes sabían encontrar la salida. No sabía de tus dotes de donjuán de mininos.
EliminarSiempre las gatas son las que eligen a los gatos, aunque ellos crean lo contrario. Según he leído, los gatos además, tienen la capacidad de predecir con su intuición, por eso me parece un relato muy acertado.
ResponderEliminarBesotes.
Pues eso de predecir da un poco repelús. Si predicen solo para ellos al humano le da lo mismo. Gracias, Dafne.
EliminarEncontros e desencontros, sedução, paixão...
ResponderEliminarSerá que os animais sentem a solidão dos donos e encontraram uma forma de a aliviar?
Texto interessante...
Beijos e abraços
Marta
Los animales lo detectan todo, en diferente plano que nosotros, ni más ni menos inteligentes, sino con su inteligencia. En los instintos nos aproximamos unos animales a otros. Salud y disfrute para el domingo, Marta.
EliminarEl magnifico relato me ha recordado una canción que decía:
ResponderEliminarUna piedra en el camino
Me enseñó que mi destino
Era rodar y rodar
A estos dos, han sido unos felinos...
En mi vida personal conocí a una persona, en similares circunstancias, diferentes especies, diferentes personas.
Un saludo.
La cantaba Vicente Fernández, el rey de las rancheras, ¿verdad, manito? Las experiencias que hemos tenido los humanos no suelen distanciarse mucho de las de otras especies. Nunca debemos perder la perspectiva de que animales somos. Con nuestras propias correcciones que nos exige la biología cultural para sobrevivir. Un abrazo.
EliminarMe encantan los gatos. Son muy inteligentes. Todo lo que hacen tiene un sentido. Desde luego los gatos de tu cuento parece que tramaban algo. Quizás querían vivir juntos y para ello tenían que juntar a sus dueños. Una idea estupenda si así fuera.
ResponderEliminarHe pasado un rato muy agradable. Este cuento hace sonreír. Algo muy necesario en estos tiempos.
Un abrazo
¿Gatos celestinos? Mejor que no se metan en esas danzas que pueden salir escaldados. Eso de que el cuento hace sonreír me agrada, menos mal, se ve que uno necesita recuperar humor.
EliminarHola mi intelectual amigo Te dejo jazmines recién cortados para Vos
ResponderEliminarSe agradece la fragancia, Mucha.
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