¿Has oído lo que va diciendo la loca? Escucho en el mercado una conversación ante la presencia de Fulvia, a la que se considera que vive en un desatino permanente. Todos estamos acostumbrados a verla por la calle, saltando y encarándose con la gente. Agita su vestido y se revuelve con su cabello enmarañado. Sus ojos rasgan las entrañas de los soberbios y acunan la tibieza de los pusilánimes. Nadie le da más importancia. Es de la vecindad de toda la vida. Unos opinan que el problema viene de nacimiento. Otros que de un desamor. Quien conoce más a la familia culpa a esta de tenerla marginada porque no quiere ser como sus hermanas, a las que predisponen desde niñas a planes que no les permiten ni elegir ni oponerse.
A mí me molesta que la llamen con tanta crudeza loca o bien la hechicera. Este último epíteto es reciente, pero se lo ha ganado porque desde no hace mucho le da por decir lo que le va a pasar a la gente. Juega a adivinar, en ocasiones a sentenciar. Muchos bromean con ella, tratando de ponerla en un brete. Dime con quién me engaña mi mujer, le espeta uno de los peores rufianes que siempre va rodeado de amigos tan vagos como él. Bien escrito tienes su nombre en los cuernos, le replica ella. Tulio, el de la vaquería, le paró el otro día cuando estaba rodeado de las mujeres que iban con sus cántaras a por leche. Cuando sepas la fecha de mi muerte avísame con tiempo para que tenga aún oportunidad de hacer feliz a una de estas. Las mujeres rieron su bravuconada. Fulvia simuló tomarle en serio. ¿Aunque sea una hora antes? Él afirmó. Pues yo que tú me iría preparando para satisfacer tu último deseo. Las risas mudaron en un silencio desconcertante.
Es verdad que últimamente está muy extraña. Nunca se le había ocurrido decir tales cosas. Y hoy ha rebasado su comportamiento habitual y se encuentra fuera de sí. Comprad, comprad, que pronto os vais a quedar sin nada, ha exclamado en el puesto de Saturia, que vende los aceites más sabrosos de toda la costa. Al llegar a la fragua de Ulpiano ha soltado: no te esfuerces tanto en avivar los rescoldos, que fuego no te va a faltar. Al paso de los curiles, que se pavoneaban ante el templo de Júpiter no se le ha ocurrido otra cosa que increparles. Poned a salvo a los que amáis y liberad a los que sometéis, porque vosotros no tendréis salvación, se ha atrevido con descaro. Cayo Áureo, uno de los más ilustres patricios de Roma, que estaba de visita, quiso reprenderla pero los demás le detuvieron. Es la loca del foro, a ella se le permite todo.
Fulvia se había dado cuenta que yo la venía observando desde hacía un rato. Llegó hasta mí. Tomé la delantera. ¿Vas echarme a las tinieblas exteriores?, le dije con bonhomía. Fulvia acarició mi barba y yo sentí que la palma de su mano me ponía alas. Su voz sosegada se ofrecía como la oscura premonición de una sibila. Escucha. Yo te aprecio. Y porque te aprecio te digo: vete. Vete de la ciudad. Oigo el rugido del viento sobre las nubes y siento el calor de la incandescencia bajo la tierra. Vete y cuando escribas desde lugar seguro cuenta que yo te previne. He quedado sumido en tal desazón que no logro interpretar qué habrá querido decir.
(Fresco de la Villa de los Misterios, en Pompeya)
Qué texto tan magnífico. Desde siempre las habilidades de profecía y adivinación de han malinterpretado. Se han tachado de locura o de hechicería. Una narración llena de emoción. Tendré que leerla más veces.
ResponderEliminarPor cierto, la palabra presagio como sustantivo y el verbo presagiar me encantan.
También las habilidades han tenido truco o ser reflejo de una psiqué peculiar u obsesiva o afinada por parte de quien ejercía de adivina. Ya sabes el dicho tópico: nadie tiene una bola de cristal. El por qué muchas personas han sido declaradas locas a lo largo de la historia es un tema de mucha diversidad cuyo desciframiento no podemos intentar aquí. Pero conviene pensar de vez en cuando en el tema. Además hay libros que ya han investigado en el asunto.
EliminarPresagiar es una palabra con fuerza y tino, es un verbo transitivo además, lo cual permite presagiar mucho, jaj.
Pues está clarísimo en el contexto.
ResponderEliminarTe desea el mejor futuro posible y que desde el mismo la recuerdes. Jaajj como esta pirada habrá perdido el sentido del tiempo!
O quién sabe si no le habrá tanteado para que la lleve con él, ¿eh?, presagiando que no va a llegar a ninguna parte en aquella ciudad. Locos y locas he visto impulsando artimañas para no ser abandonados por una fijación amorosa, por ejemplo.
EliminarHuy, que desde mis parámetros has sacado de paseo verbal una palabra peligrosamente “mágica”: FIJACIÓN. O acaso el hecho, para empezar, de nacer no es producto de una fijación?
EliminarFijación del nacido, lo dudo. De los que se aparean, puede.
EliminarBiológicamente pensando, quería decir. Un espermatozoide “se fija” en el ovulo de turno y .... vida al canto. Pura simplicidad.
EliminarAl menos su propio desarrollo podría resultar interesante para sí mismo aunque repetitivo a nivel colectivo. La fijación de los “apareantes” me parece más frágil y transitoria salvo que la necesidad material los paralice y necesiten interpretar dicha fijación como socialmente mejor les interese.
Evidentemente el neonato no se entera, y los natos tampoco, me temo, pero por fabular mientras tanto que no quede. El arte siempre enriquecerá cualquier proceso fijado!
La carrera de los citados debe ser desenfrenada, oportunista y cruel, como el azar mismo. No sé si el que acierta es por mérito propio o por demérito del resto, o por oportunidad. Los espermatozoides humanos ¡son tan humanos!
EliminarEl arte de cuando había arte. Hoy ni se sabe.
No te había puesto origen, ni lo había pensado, hasta ahora, hay algo que todos los Españoles hacen y ahora te lo he leído a ti.
ResponderEliminarTe podría decir que me gustó ese final, esa caricia en la barba que lo descolocó, como cuando ves a alguien rudo y se acerca a ti y se da cuenta que eres distinto, que no le tratarás igual y logras que salga la persona escondida.
Si pudiera leería todo lo que has publicado, porque me gusta mucho lo que hasta ahora he visto.
Hasta otro momento, FACKEL.
P.D. Nada que ver pero me acordé de esta canción, te la dejo: https://www.youtube.com/watch?v=l5BEca8NBIw
Yo creo que la caricia de Fulvia es una despedida doble en toda regla. Que cada cual la desvele.
Eliminar¿A leer todo lo escrito en catorce años y medio? Pobre, morirías de empacho.
Escucharé el enlace. Muchas gracias, Verónica.
Es trágico cuando se confunde a los visionarios con los locos.
ResponderEliminarParece que alguien la respeta, merece su aprecio, lo que tal vez lo salve.
Saludos.
Los visionarios tienen su punto. No equivocquemos tampoco a visionarios con los clarividentes, que son los que me interesan y nos deberían interesar a todos. Personas informadas, que indagan, interpretan sobre base y con los datos sugieren o proponen que podemos llegar a unas circunstancias determinadas. Pero a los clarividentes tampoco les hacemos caso. En cambio la sociedad prefiere a los visionarios tal vez porque son más espectaculares y la demagogia cala. Déjate arrastrar por un visionario violento y que sabe a dónde quiere llevar al rebaño y verás qué te depara el futuro, ¿no crees? Ejemplos varios haylos y muy cerquita.
EliminarUna oferta para el hoy, por si no hay un mañana. Un cuento realmente adecuado a esos días de inicio de pandemia. Me has hecho recordar los estantes vacíos :-)
ResponderEliminarUn abrazo
¿Los estantes vacíos del súper? A ver, a ver...Porque de los libros no lo imagino. Y los anaqueles del interior de cada individuo... no soy quién para invadir terrenos íntimos (aunque luego el individuo se deja invadir por el imbecilismo) Salud dominical.
EliminarPues está tardando en poner los pies en polvorosa.
ResponderEliminarA Fulvia hay que ficharla y traerla para acá para que nos diga en qué va a acabar todo esto. Bueno, eso lo intuímos; lo que no sabemos es cuándo, como Tulio.
Un saludo.
Ni Fulvia sabría recomendarnos. Ten en cuenta que no sabría arrostrar los criterios diversos y contradictorios de la infinidad de taifas (relativos) que hay en este país nuestro (no sé si bendito, pero sí paciente)
EliminarNo perdamos la paciencia y lo que muchos digan y que nos entra por un oído nos salga por el otro. No merece la pena ocupar el poderoso cerebro con veneno.
Deberían fichar a Fulvia como asesora ministerial. Nuestro Gran Timonel esconde la cifra, unos dicen que como la galleta, 222; otros que 1.200; otros que 777...intuimos los de la masa, que tiene a porrillo, incluso para hacerse el nudo Winsor de la corbata, así que con una sola y buena vaticinadora, ya está solventado.
ResponderEliminarIncluso podría darle fiesta el fin de semana. Aquí el truco está en dejar pasar el tiempo, que todo lo cura.
salut
Sobre temas para los que se invoca la bola de cristal o de plástico me cuesta opinar cada vez más, Miquel. Muy enmarañado el ambiente y pocas ganas de tener buena voluntad el común de los mortales. El tiempo puede curar o agravar, según, según.
EliminarIm presionante, en dos palabras como diría Jesulín.
ResponderEliminarLa loca, me ha ganado. Que historia más bien llevada, con un final de gran generosidad.
Que tengas un buen domingo. Un saludo.
Generoso tú en la lectura que has hecho del texto. Buen descanso. Domingo no quiere decir pasividad y abulia.
EliminarDice, comprad, comprad, y otros, en sus adentros, piensan comprad y comprad que luego vendrá la máscara y acabará con todos.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
De toda la crisis presente van a salir beneficiados, aprovechados y oportunistas del Mercado sacrosanto. Y a ver quién pone el cascabel al gato.
EliminarPresagio o intuición?...
ResponderEliminarParece que había ciertas señales en el ambiente, que alguien había llegado a percibir.
En cuanto a presagiar, tengo algunos ejemplos que hasta me han hecho "casi" llegar a creer, que algunas personas están dotadas de ese privilegio.
Buen relato. Me gustan esas, casilocas, que se animan a romper esquemas.
Por tu prodigiosa creatividad, Fackel. Buendomingo.
Nadie puede adivinar así por las buenas de ciertos imprevistos. Aunque técnicas hay en nuestros días y eso ya no es adivinar, sino ciencia. Por ejemplo, la agencia de meteo y medio ambiente venía diciendo del temporal que se avecinaba, pero los impresentables dirigentes de cierta capital no afrontaron a tiempo las medidas y medios, por lo que ahora les ha quedado el cinismo de negar la evidencia. Cojonudos ellos.
EliminarEn el pasado y presente hay gente observadora, que sigue la evolución de acontecimientos naturales o históricos y que puede temer o sospechar que pueden ocasionarse sucesos mayores de los previstos, no porque los vean, sino porque tienen esa fijación de sospechar, obsesionarse, etc. Si no pasa nada sus aireadas previsiones pasarán desapercibidas. Si aciertan algunos creerán que eran portavoces de los dioses. Distingamos siempre entre pasado desnudos y presente con ciertos medios que nos dan pistas aunque no siempre al milímetro.
Es mi punto de vista, que no tiene por qué ser el acertado.
Por cierto, yo juego mucho en mi interior a echar a suertes el futuro inmediato, pero ni gano ni pierdo. Espero.
Seguro quien hubo el que se escapara de aquel infierno. ¿Qué sintió al tener noticia de la catástrofe? Quizá, en algún momento, pensó que había alterado su destino, pero que este terminaría alcanzándole.
ResponderEliminarHubo habitantes que escaparon, pero aquello debió poner en un brete de horas a la ciudadanía. ¿Abandonar todo, sus posesiones y bienes, su estatus, su ciudad, así, de inmediato? Cuántos perecerían por dudar en exceso y no decidirse, o acaso no había medios suficientes. Sigo indagando en aquel suceso.
EliminarDe todos modos he visto hoy escenas de migración en masa, el volcán se llama miseria, hambre y peligros, de hondureños con el canto de sirena de los USA de un nuevo presidente. Aquí no hay imprevistos ni no saber qué sucede. Qué tristeza la huída de miles de individuos hacia no saben ellos qué.
Al menos pudo escribirlo para que tú nos lo trajeras hasta aquí.
ResponderEliminarCasi sugieres que yo sea un médium. Pobre de mí.
EliminarLos presagios son vaticinios, augurios o supersticiones... aunque otros aspectos se asocian en sociedad a la persona que habla con franqueza y atino: locura, adivinación, descaro... ¿quizás porque la que presagia observa y escucha más y mejor, y su mirada intuitiva es más afinada? A mí Fulvia me gusta, me cae bien, por cierto
ResponderEliminarSe podrían decir algunas cosas de quienes hablan con sinceridad o franqueza, pero no siempre estos atinan. Y entonces la sinceridad pierde valor si es que de ella se desprende algún tipo de práctica perjudicial para otros. Es complicado esto de la caracterización de los personajes de la obra cotidiana. Me haces pensar en las actitudes que uno ha podido tener a lo largo de la vida y algunas eran de lo más contradictorias. Incluso con buena intención y sano sentido de la justicia o de la generosidad los métodos podían fallar y no servir para mucho. Creo que las propiedades culturales que hemos mamado se han sumado a la tendencia animal que llevamos por naturaleza y no siempre hacen buenas migas. Pero es así.
EliminarHay gente más receptiva y observadora y sensible y que saca conclusiones posibles con buen temple y acierto, sí. Pero eso no implica que adivinen.
Cierto, ser franco no siempre es una virtud.
EliminarDe cualquier manera has dibujado extraordinariamente un singular personaje... al principio se le ve desquiciado, pero acaba uno encariñándose con 'la que presagia'... por su tierno gesto hacia 'el que escribe' y porque no andaba precisamente desencaminada con sus malos augurios
Cuántos secretos devoró el fuego de las entrañas de la tierra.
EliminarHá quem ache que presságios são sinonimo de loucura, a franqueza é comparada a arrogância. Mas a verdade é que não podemos adivinhar o que guarda a vida; podemos tentar estar mais receptivos e admitir que erramos..
ResponderEliminarInteressante o texto.
Beijos e abraços
Marta
Esa es la clave: ser receptivos, estar siempre con mente abierta y analítica, tener actitud comprensiva y no manipuladora, sobreponer la razón sobre las supersticiones, falsedades y confusión varia. Esta idea debería servir para conductas individuales y públicas. Pero cuesta el esfuerzo, ¿verdad?
EliminarBoa segunda-feira.
Vaya coyuntura en la que te ha puesto. Espero que tomes la decisión más acertada...
ResponderEliminarNo creas, el protagonista aconsejado todavía se lo está pensando.
EliminarSiempre hay quien tiene la capacidad de sentir antes que sucedan las cosas. No siempre es grato ese oficio.
ResponderEliminarY unas veces aciertan y otras no. Son más conocedores de la conducta humana que adivinos.
EliminarMe ha gustado mucho el relato Fackel. Me parece que Fulvia en el fondo era una privilegiada, a cambio de un adjetivo consiguió ser la dueña de su vida hasta el punto de poder expresarse con total libertad. No me extraña que viese, o mejor dicho presintiese, lo que los demás ignoraban, tan ocupados en sus quehaceres diarios. Podría haber sido más explícita, aunque seguramente no habría servido de nada.
ResponderEliminarEn muchas culturas a los trastornados se les permitía decir las cosas críticamente. Supongo que las cosas dichas a salto de calle. Tal vez a los locos que dijeran cosas argumentadas sobre el comportamiento de los poderosos los eliminasen. Curiosa tu percepción de que el personaje femenino era dueño de su vida. Discutible.
EliminarMe gusta tu forma y la manera de ahondar, como buen narrador, en la historia de Pompeya.
ResponderEliminarCiertamente hay muchas interpretaciones sobre los locos, los agoreros, echadores de cartas, videntes, poetas o profetas. Entonces y ahora, a la gente le gusta que le regalen el oído. ¡Hay quien paga por ello! Lo que entonces, según el relato, y hoy día... lo que se soporta mal, desde las esferas de poder, es que anuncien o comuniquen aspectos negativos si no son envueltos en el terciopelo de la palabra.
Un abrazo.
Tienes razón, pero hoy no sé si existe siquiera en terciopelo de la palabra. En España no lo veo por ninguna parte. Las instancias de poder político actúan con estereotipos y tópicos o bien en plan cutre, un lenguaje desaliñado y basto a veces, tal vez porque la actitud que persiguen no es constructiva, sino todo lo contrario. Y encima no hay humor ni capacidad de digerir la ironía ajena y no digamos la crítica. Y en los USA ya se ha visto de qué ha ido el lenguaje desde las alturas...Salud un día más.
EliminarHay tantos adivinadores de futuro que no sabe uno a quién hacerle caso.
ResponderEliminarSalu2.
Eso es fácil, ¿no? A ninguno. No quiero que me adivinen ningún futuro. Quiero que seamos más cautos y prácticos asegurando un futuro.
Eliminar