...Y halló un lugar apacible el hombre, y agotado por su busca decidió descansar, pues no hay otro cansancio mayor sino el que causa el agobio por no obtener los frutos de la búsqueda;
Mas se quedó traspuesto, y en el sueño se vio ascendiendo peldaños que no tenían fin, o cuya cima se perdía entre las nubes;
Y en su arrebato pensó que entre las nubes podría estar el territorio que tan tenazmente había perseguido, y aquel acicate que él sospechaba real, como solo los sueños saben describir la realidad, le empujó al esfuerzo y se vio recompensado, pues a cada paso que subía por la escalera más desbrozado le parecía que quedaba el campo de nubes;
Y sin embargo la ascensión no tenía fin, y cuando creía ver la extensión de una nueva tierra o vislumbrar el encuentro con hombres nuevos un despliegue de cúmulos entorpecían su visión nuevamente;
Y comenzó a dejarse tomar por la desesperación y se vio tentado a resignarse ante el infortunio, y en su abducción reflexionó: ni siquiera en sueños me es dada la capacidad de llegar a alguna parte, ni de encontrar a personas que se encarnen conmigo, ni de lograr encontrar un sentido a lo vivido;
Y a punto estuvo de quedarse paralizado en uno de aquellos escalones, y entonces miró en los dos sentidos, y le entró congoja, pues no alcanzaba a ver nada en lo alto, y había perdido también la referencia de cuanto dejaba tras de sí, como si todas las nubes del universo le hubiesen cercado;
Y su pecho fue un clamor: ¿he llegado hasta aquí, sin saber si es aún medio camino o si estoy a punto de concluir la subida? ¿No hay nadie al otro lado de esta opacidad que ni me procura conocer ni me permite recordar?
Y el hombre calló, tratando de escuchar alguna voz que le indicara qué hacer, pero el silencio era absoluto, y cuando se veía ya extraviado del todo, condenado a no llegar a parte alguna, torturado por la pérdida de cuanto había dejado atrás, se oyó a sí mismo diciendo: no debí haber elegido ninguna vertical, pues yo pertenezco al mundo de los hombres horizontales y el único sentido de mi vida está en permanecer con ellos hasta el fin de mis días;
Y entonces la escalera desapareció de pronto y sus pies sintieron la tierra dura, que le pareció amable, y la piel fue azuzada por el viento penetrante, que lo sintió providencial, y contempló el paisaje abrupto y gélido del invierno. que consideró una bendición.
*Nota. Agradecido quedo al estilo del traductor Casiodoro de Reina, que no solo transmitió en su castellano del siglo XVI significados simbólicos, sino también significantes lingüísticos.
(Escultura de Liliane Caumont)
Esos pasos, esa duda y esas nubes, nos acompañan desde siempre pero hay algo interior que nos impulsa desde dentro y desde fuera nos atrae. A pesar delas dificultades, cuando uno no se rinde, cada paso tiene algo de gratificante y despeja un poquito el entorno para el siguiente paso, me parece. Sí, hay un fuego oculto. Así lo siento.
ResponderEliminarGracias Fackel. Un abrazo.
Tal como dice el poema de Claudio Rodríguez, siempre hay un fuego oculto. ¿Magma? ¿Hoguera? ¿Brasas? ¿Simple destello? Dejemos que cada cual interprete la vida, con tantas caras como aristas. Gracias a ti, José Manuel.
Eliminarde quién es este texto, de sensibilidad tan cercana?
ResponderEliminarPues mira, de la propia cercanía que cabe imaginar, P.
EliminarMe recordaste de inmediato "La escalera de Jacob" en Génesis Capítulo 28, vers. 11 a 19.
ResponderEliminarTu personaje por perdió la fe y por eso, pudo tocar tierra firme. Creo que independiente de cualquier creencia que tengamos, en el camino de la vida, vamos ascendiendo escaleras ( otros descendiendo) y con nuestro trabajo personal vamos adquiriendo más "elevación", más consciencia.
Un abrazo
No es un tema de creencias para mí la vida, sino de interpretaciones. Pero como estas siempre serán inconclusas y uno no delega en las fantasías de ciertas ortodoxias que hablan de misterios y otras necedades lo mejor es situarse como viviente y como espectador. Hagas lo que hagas -y eso no niega que haya que hacer las cosas del mejor modo posible- somos historias individuales con fechas de caducidad.
Eliminar¿Por qué será que descreo tanto últimamente de cierta terminología al uso? ¿Elevación, conciencia...? ¿Y eso qué es?
Salud, Myriam.
Creo que el descenso es más sugerente. No sé, se lo preguntaré a Orfeo.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Orphée aux enfers, de Offenbach, tal vez me diera pistas, sí.
EliminarEnsoñación de un ascenso imposible, pero es un texto onírico muy bueno. Por las escaleras, las de verdad, y las otras, más difíciles de subir.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Es más imposible este ascenso o el de Sísifo que ve clara la subida y la bajada pero para repetir siempre el ejercicio de arrojar la piedra?
EliminarLa escalera siempre es un buen recurso metafórico. Nada más tonto que subir peldaños sin saber dónde nos llevan. Además de cansancio, se corre el riesgo de que se caiga la escalera o se quiebren los escalones. Mejor la horizontal, como bien indicas, que nos dejan en nuestro medio, el de la realidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero no creas que siempre se intentan subir escaleras sabiendo dónde nos llevan. A veces lo hemos hecho bajo un fin genérico: subir arriba, a la torre, a aquel piso...pero ¿qué nos explicaba eso? Nada. Solo si llegábamos arriba veíamos qué ámbito se nos ofrecía: el paisaje desde el campanario, encontrar el enigma de un desván...Uno de los ejercicios de niño que nunca superé consistía en intentar subir por una escalera que años atrás conducía a otro piso con habitaciones pero cuya puerta había sido cegada con objeto de dar otro fin a ese piso superior y alquilarlo a unas familias. De tal modo que aquella subida se había convertido en un desván de hecho, pero un desván con escalones. Digo que nunca lo superé porque no había luz y adentrarme me llenaba de terror. Cuando hubiera podido realizar la superación de la sugestión que causa el miedo, ya mayor, entonces no existía la casa.
EliminarSer vivientes con capacidad no sólo de ser observadores, sino intérpretes de la propia existencia. Quizás sea esa la excusa para seguir avanzando (en la dirección que sea) mientras tengamos vida. Un abrazo
ResponderEliminarQuizá, quizás. La excusa, me gusta la idea, para permanecer y fluir. Al fin y al cabo los avances y retrocesos -el progreso u la reacción, en la música- son los elementos que propician esas partituras que todos dejaremos inacabadas. Pero mientras, habrá sonado la música, y eso se justifica por sí mismo.
EliminarHola, Fáckel:
ResponderEliminarmenudo dilema, ¿es mejor la verticalidad o la horizontalidad?
Estoy convencido de que lo mejor es un poco de cada una de ella. A veces es bueno subir para mirar desde lo alto, para superarse. A veces hay que estar pegado al suelo.
Salu2.
La geometría como metáfora y simbolismo. En efecto, la historia de la Humanidad combina ambas posiciones, según el fin que pretenda. Sirven incluso para hablar de cuestiones de conducta y éticas, incluso. Subir y contemplar es magnífico, te permite un cierto tipo de perspectiva. Ver desde abajo te da otra perspectiva, no menos importante que la primera. Muchos que suben alto y se creen dominadores -hay una relación entre posición y encumbramiento personal- paradójicamente pierden la visión clara de las cosas. ¿Será por las brumas de sus ambiciones? Entre los de abajo, siempre horizontales, tienden, tendemos, a sumergirnos en los Hades de cada día. Pegado al suelo conviene estarlo siempre, desde luego. Pero que cada cual saque sus conclusiones.
EliminarEs un relato muy interesante. A veces no empecinamos en imposibles, y cuando al fin damos la batalla por perdida, puede ocurrir que encontremos lo que andábamos buscando.
ResponderEliminarO lo dejemos para otro día, semana, año, posibilidad, en fin. No es tanto cuestión temporal como de recursos y decisiones acertadas.
EliminarDos interpretaciones. O se dio por vencido, no llegando al lugar esperado. O descubrió que el lugar era donde estaba.
ResponderEliminarSaludos.
Vive en el mundo intermedio ese hombre, y no hay Jehová de su magín que le ofrezca otro panorama QUE ÉL MISMO NO QUIERA OBTENER.
EliminarParece que estás describiendo la confluencia entre la vía vertical versus la vía horizontal. Seguramente lo consideremos el hecho de vivir! Chico, no se me ocurre mejor decisión que echarse un buen sueño reparador ante la encrucijada.
ResponderEliminarNo me enrollaré más porque el tema me apasiona demasiado y da demasiado de sí.
Siempre vivimos en encrucijadas, MJ, unas veces las vivimos por inercia e inconscientemente, otras con interés y empeño. Cuando creemos haber alcanzado algo nos proponemos otra cosa superior. O nos echamos a dormir (Echarse a dormir en los laureles es una frase muy usada, muy ilustrativa, y así se han perdido muchos) ¿En qué peldaño nos encontramos cada uno de nosotros? Ah, pensemos y guardemos la respuesta para nosotros mismos.
EliminarEl pensamiento de peldaño promovido por una cultura castrante me resulta terriblemente injusto por mucha palabrería que me escupan encima.Todos poseemos un sistema de valoración. El mío es el de la velocidad en recorrer trechos sin considerar el punto de partida con la resultante de encontrar un mayor espacio recorrido, sin considerar punto de inicio ni de llegada. Gran errata la mia al constarme el condicionamiento natural de todo punto de partida. Por ello me dedico a investigar vestigios emocionales a modo de hobby instintivo y torcidamente genético.
EliminarMe refería al sueño reparador, reparador de la estructura neuronal, NUNCA laureado. Algo que resulta aburridisimo y cuando acecha el aburrimiento ( o nada que hacer arder) la llama, la hoguera o las brasas simplemente se esfuman. ( las brasas tardan más por su componente terrenal. ) Es el proceso natural o el cuento de nunca acabar aunque a título personal o temporal personas y culturas desaparezcan, quizá debido a desequilibrios diversos, desconocidos e ineludibles.
No me duelen prendas aceptar que ha llegado el momento en que la mismidad comenzando por la propia, me aburre soberanamente y recuerdo que cuando el aburrimiento acechaba, por una u otra razón me largaba de la situación aniquilante . Egoísmo? Es un término cojitranco, aplicado injustamente, por igual, es decir reductor, sin ejercicio previo de discernimiento. Mejor considerarlo vitalidad inherente. Un ejemplo; Cuando un volcán permanece inactivo, se le considera muerto, aunque su cráter y su estructura montañosa permanezcan . Acaso por ello resulta engañoso? Total.....
Escribiendo sobre opuestos, por qué crees que los investigadores en física aún no han conseguido encontrar una fórmula que sirva por igual para el universo y el mundo microscópico? Hasta donde tengo entendido, que lo del bosom de Higgs patinó en ese sentido. Bueno, así se ofrece trabajo a más chavalot@s becarios!
EliminarInvestigar vestigios emocionales me parece admirable, coincido en esa práctica contigo. He leído tu texto largo y nada que decir, solo escucharte, ya sabes que en estas cuestiones cada cual puede y debe pensar como su experiencia y saber le dé a entender. Doblemente admirable. Respecto a lo de los volcanes...siempre había entendido que una cosa es un volcán inactivo y otra un volcán extinto (me atrapa el tema volcanes) Y en ocasiones los considerados extintos dan sorpresas. Aunque los vulcanólogos y sismólogos van sabiendo más, aún queda mucho trecho por conocer las entrañas de la tierra, y nunca mejor dicho.
EliminarPues lo que dices de los investigadores de física no sé responder, igual sí han dado con esa fórmula, si es que tienen que dar con ella, y no nos hemos enterado. Se van sabiendo muchas más cosas. Interpretar el funcionamiento interior del Universo no es traducible a lenguajes de fácil comprensión. Tal vez si algún día logramos hablar con el mismo lenguaje del caos...
EliminarInteresante apunte, este del mundo de los hombres horizontales, aunque para ser sincero, me suena a un vago tumbado a la Bartola jugando con sus pelotas y mirando las nubes a falta de televisión manipuladora.
ResponderEliminarUna visión posible, pero el vago tumbado a la bartola no deja de beneficiarse de los activos que le procuran unos medios de los que él se aprovecha. El indolente vive a costa de la laboriosidad de otros. Buena vida, ¿no? ¡No!
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ResponderEliminarSupongo que la idea de "subir" es una constante en los humanos.
El texto es muy bello y didáctico, pero qué decepcionante... Un jarro de agua fría para los sueños -creo que inevitables-, para lo transcendente, para esa instintiva idea de la eternidad...
Buendía, Fackel
He sido en mi pasado un idealista, un utopista, un adscrito a causas perdidas. Ahora, como sigo sin saber qué es lo transcendente -la física y la química hasta el momento no dan con ello- ni la idea de eternidad, que puede ser instintiva, aunque yo creo que es solo culturalmente instintiva, pues no soy capaz de expresarme de otra manera. Qué se le va a hacer. También los perdidos tenemos derecho a estar en el mundo, ¿no?, jaj.
EliminarNo siempre se alcanza el final de una escalera.
ResponderEliminarQuizás uno sólo debe intentar saber quién es y dónde está. Incluso, si pertenece a ese mundo.
Texto de deliciosa lectura interrogativa.
Salud, Fackel.
¿Y si uno se quedara dormido a mitad de la subida? Sería divertido.
EliminarNi por el forro se alcanza la cima. Que no el último peldaño, porque los peldaños los ponemos cada uno de nosotros. Participo de esa idea: intentar saber dónde está sobre todo, porque quién es uno cuesta, no creas. Aunque cada cual creemos conocernos nos seguimos sorprendiendo todavía, y eso debe ser bueno porque muestra que no hay una resignación total y que no hemos tirado la toalla. Gracias, Anna.
El movimiento incesante hacia arriba, en sentido vertical, frustra por el encuentro abrupto con la soledad. El movimiento sencillo en llano, en sentido horizontal, da placer por la conexión con los demás, pero también frustra por el abandono del anhelo genuino de realización personal. ¿Cómo se sale de aquí? Seguramente avanzando en vertical y en horizontal a la vez.
ResponderEliminarUn texto muy bueno el que nos has brindado.
Un abrazo
Una visión no desacertada sobre la verticalidad y la horizontalidad, mas ¿cómo saber qué es la realización persona y cómo pinta tal anhelo? Si me permites te diré que yo he usado con frecuencia ciertos términos y categorías conceptuales de las que ahora no sé nada. ¿Será que tales conceptos son inasibles?
EliminarBuen día y mejor y gratificante mejor estar.
La escalera que me fascina es la social,me preocupa el escalón que ocupan individuos sin propiedades,en paro crónico,sin autoridad.
ResponderEliminarSomos capaces de eliminar virus y no podemos erradicar la pobreza?
Adriana
Al virus no se lo elimina, hermana. Como mucho se lo reduce o nos protegemos de él. Los virus son otro mundo.
Eliminar¿Erradicar la pobreza? De momento es una entelequia. Ahí hay otro problema y tú seguro que lo sabes.
Hay escaleras, escalones, escalinatas, bordillos y triángulos escalenos. Vale la metáfora para la geometría y para lo social.
Qué puedo decirte que tú no sepas.
Quién sabe. Pro tengo la intuición de que el virus este que es general del mundo y que ha sorprendido a un Occidente que se consideraba a salvo (los Ébola eran de África, ag, allá ellos, pensábamos) va a modificar ¿algo? ¿mucho? ¿lo justo? ¿Tumará el sistema? No lo creo, pero...Espectacular este tiempo que vivimos, SI SOBREVIVIMOS, Adriana.
Cuídate estés donde estés y te parezca ser como te crees ser (me ha salido bordado)
Al hilo de lo que hablamos, he visto en el telediario un africano que ha fundado una ONG en Barcelona para enviar ordenadores a su país.Es una forma de luchar contra la desigualdad.
ResponderEliminarÉl que padeció humillaciones como las de un médico que le dijo que no tocaría sangre negra porque era como tocar sangre de perro, intenta que los suyos no tengan que emigrar. Ole por él.
Adriana
Si le dijo eso un médico yo no me quiero poner en manos de ese médico. Me gustaría conocer ese testimonio. Supongo que lo que haga ese hombre y su ONG (¿cómo se llama esta?) tendrá alguna utilidad. Pero la clave para luchar contra la desigualdad pasa por instancias más largas y altas. Los gobiernos de esos países, por ejemplo. Las prácticas de las multinacionales, por ejemplo. La actitud de Ocidente desarrollado, por ejemplo. Un puzzle de difícil encuadre en estos tiempos.
EliminarLa escultura es maravillosa, y el relato de la escalera trae un significado que nos atrapa, ya sabemos que la vida es el subir los peldaños hasta llegar a un abismo del que nadie sabe nada.
ResponderEliminarNo conocía a esa escultora, me llamó la atención la escultura, simbólica, aunque yo derivé la invención por otro lado. Una escala de Jacob a la inversa, a la contra. En fin, salud y oxigenación, se deben mutuamente.
EliminarMira el telediario de hoy en la 1.
ResponderEliminarAdriana
En diferido, supongo; gracias.
EliminarUna aclaracion, lo del médico no fue en España. Debió ser en algún lugar de su trayecto que enfermó.
ResponderEliminarLa ONG es Nasco Feeding Ming o algo parecido.
Adriana
No había oído hablar de esa oenegé nunca. Merci.
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