"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





domingo, 16 de agosto de 2020

Tras los shungas del pintor detallista

 


Algunos jóvenes del barrio donde se encuentra el estudio del pintor van como locos buscando los grabados eróticos. Para ellos está fuera de sus posibilidades económicas hacerse con uno de esos trabajos y el artista solo trabaja por encargo. No obstante basta con que uno de los jóvenes sepa que un familiar ha adquirido alguna de las ilustraciones para que aprovechen la ausencia de este y accedan a la vivienda. El pequeño grupo de adolescentes contempla los trabajos en profundo silencio. Nadie quiere interrumpir las escenas reflejadas. Todos tienen la misma sensación de estar invadiendo un terreno muy intimo. Incluso uno de ellos considera que es sagrado. Este grabado lo dice todo, exclama. Pero otro le corrige. No, no, solamente sugiere. Y un tercero expone sus dudas: ¿será así realmente? En ese arrebato propio de transgresores su curiosidad no se sacia, sino que pide más. ¿Y si pudiéramos entrar en el taller del pintor?, propone alguien. Pero tal osadía sería como penetrar en alguna de las pagodas de Nikko sin el respeto debido y sin que se nos permitiera el paso, se objeta. Sería una profanación. Hay matices. No lo es si mantenemos el mismo respeto que en cualquier recinto de culto. ¿O es que no os parecen estas escenas de los shungas que contemplamos de lo más sacro y profundo que hayamos visto jamás?


Sobre el tema hay un cuento en Chitón, para quien desee leerlo.

https://ehchiton.blogspot.com/2020/08/las-pinturas-secretas.html


 (Grabado de Hokusai)


26 comentarios:

  1. no se abre el grabado de Hokusai. Fíjese que pintor detallista han recuperado los de el periódico, y aún sigue vivo por tierras anlauzas.

    https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20200815/spinola-edward-hopper-de-barcelona-8059346

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    1. No entiendo lo del grabado que no se abre, es que es así.

      Ignoraba de ese pintor y sí recuerda a Hooper. A ver si localizo más cuadros suyos en la red. Muchas gracias.

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  2. El desconocimiento provoca una irrefrenable atracción por lo prohibido. Es natural e inevitable, y después viene la culpa y la noción del pecado.

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    1. Claro, queremos conocer, más cuando eres un adolescente. Y cuando conocemos, ¿qué paso siguiente nos estimula?

      Supongo que la culpa y la noción de pecado es la gran artimaña de la religión. Nos la metieron a cristazo limpio, que decía Arrabal, pero transgredimos de lo lindo después.

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  3. De jóvenes todos hemos visto revistas "X", jajaja.
    Salu2, Fáckel.

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  4. Lo decía Jorge Luis Borges que los procedimientos oblicuos son los más eficaces (y estoy muy tentada a creerle) y el secreto de ser aburrido es decirlo todo, cómo la pornografía. Por naturaleza somos curiosos. No es lo mismo erotismo que pornografía.
    Abrazo.

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    1. Eso me recuerda un aforismo de Canetti:

      "A medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez. Lo que se desarrolla en línea recta y es perceptible resulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido, y sobre todo, lateral".

      A mí siempre me ha quedado la duda e que la pornografía lo diga todo. ¿Transmite acaso ternura, por ejemplo? ¿No? Pues entonces no lo dice todo, ni mucho menos.

      Gracias Marybel.

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  5. El joven debe buscar, y es buen lugar donde alguien pinta o inmortaliza una escena con perronas que tal vez conocen.

    Dan un aire frío pero con armonía encantador, por cierto. Un abrazo

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    1. Además, aunque se prohibiera buscar el joven tiene tendencia e instinto naturales para hacerlo. ¿No lo hicimos en nuestros mejores tiempos de represión (mejores = peores) nacionalcatólicos?

      Salud para la semana que se inicia.

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  6. La curiosidad es sana, aunque en nuestra sociedad se la cargue de matices negativos, siempre será la antesala del conocimiento, de la aventura por saber más, el instrumento para explorar el mundo. Un abrazo

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    1. La curiosidad es innata en un individuo de cualquier especie. La cuestión discutible es el uso que se haga al prospectar sobre las vidas de otros y utilizar la información resultante para fines oportunistas e incluso dañinos. De esto vamos sabiendo mucho porque a la tradicional injerencia de unos individuos sobre otros se suman las nuevas tecnologías y las redes sociales que permiten bucear en lo que no deberíamos. Pero comparto contigo ese concepto digamos sano de la curiosidad. Un profesional que obvie la curiosidad personal no va a poder seguir siendo un buen y eficaz profesional. La curiosidad nos tiene que llevar a indagar, indagar a informarnos, informarnos para hacer evolucionar nuestro mundo de ideas y pensamiento. Una exploración sin duda. Malo quien no lo practique así y se entregue a los demagogos y profetas apocalípticos. Gracias, Neuri. Por una jornada curiosa y provechosa (sin estrés)

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  7. no soy curiosa pero me parece interesante tu entrada

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    1. Una entrada lleva a otra entrada, y tal vez a alguna salida, salvo que se trate del laberinto.

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  8. Representar la realidad no debería estar mal visto. Justo hablo del enpon de mi abuelo en la próxima entrada.

    Saludos cordiales.

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    1. Pues estaré al tanto de tu próxima entrada, Li.

      De lo que no estoy seguro es de que ciertas representaciones aparentemente realistas lo sean de verdad o si solo se aproximan para acicate de las fantasías del consumidor.

      Cordial.

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  9. Esta pintura es sumamente provocadora ¿amor sublimado o lascivia? cada uno verá lo que quiera ver. Un abrazo.

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    1. Pueden ser ambas cosas. ¿No viste nunca 'El imperio de los sentidos', película dirigida por el japonés Nagisa Oshima? Claro que allí era amor enloquecido, propietario y obsesivo, y suma lascivia. Pero propone la reflexión a mi modo de ver, aparte de la belleza estética que brinda. Ya sé que otros no lo verán así, pero yo intento entender lo que Oshima quiso hacer. Está en la red. Un abrazo.

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  10. Tienes razón, no hay límites definidos. Tomo nota de la película, ¡muchas gracias!

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    1. Los límites deben ser marcados por otro orden: respeto, acuerdo, posibilidades técnicas. Y aun y todo...implica transgresión, muy arriesgadas a veces, como en el film.

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  11. Me gusta esa mirada de la sexualidad como algo sagrado, siendo a la vez lo más terrenal que tenemos, lo más animal.

    En la infancia, las respuestas siempre traen más preguntas. Lástima que luego, con los años, vamos aprendiendo a sentirnos conformes con las respuestas que encontramos y, a menudo, tardamos demasiados años en volver a reencantarnos con las preguntas.

    Besos

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    1. Depende, depende, yo creo que más que ser conformes tal vez nos replanteamos las preguntas, las reinventamos, no sé.

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  12. La adolescencia tiene sus propias inquietudes y a veces las encuentra reflejadas en un grabado... no sé si sacro y profundo, pero sí muy plástico y sugerente...

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    1. No estoy al tanto de las percepciones que tengan hoy los adolescentes, pero en nuestro tiempo antiguo cualquier hallazgo icónico era todo un aprendizaje, o parte de este, si se quiere. Lo de sacro o pagano que lo vea cada cual según elija.

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  13. Interesante relato. La curiosidad sobre lo erótico y pornográfico caracteriza la adolescencia, aunque también otras épocas de la vida.

    Los grabados japoneses amorosos siempre me han gustado. Tienen algo que hechiza.

    Un abrazo

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    1. En los 60 sucedía algo análogo en España. Los jóvenes estaban ávidos de cierto tipo de imágenes que llegaban clandestinamente desde Suecia, por ejemplo.

      El erotismo en pintura y literatura japonesas son de gran nivel artístico.

      Un abrazo, Ana.

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