"De cuantos recorrieron este largo camino
¿alguno regresó y desveló el secreto?"
Omar Jayyam, Robaiyyat
Soy un río modesto. Me abro al humilde y me cierro al altivo. No con todo el que se sumerge en mí tengo análoga consideración. No soy río para ser usado de manera despreciativa, tampoco acepto ser maltratado. Distingo entre el prepotente que llega dispuesto a reducir mi curso, e incluso hay quien pretende aniquilarme, y el que se acerca tímido y bondadoso. ¿A quién debo convencer para ser aceptado entre mis aguas? ¿A quién debo rechazar para que corrija su actitud y no me tenga a su servicio ocasional? Oigo decir con altanería a algunos: es poca cosa de riachuelo, se pisa fondo. A otros: es un río traidor, engaña. A muy pocos: es un arroyo acogedor, donde entras con facilidad y del que no quieres salir. Jamás me he planteado dejar que un malvado se ahogue bajo el lecho que podría abrir a mis pies. Un individuo abyecto debe perecer con su propia arma, no venir aquí a ajustar cuentas conmigo, no soy un justiciero. Cierto que hay otros que, disconformes con su existencia, buscan en mi corriente poner fin a sus días. He dudado siempre sobre si permitirlo o evitarlo. O quienes me utilizan no tanto para comunicarse con otros territorios como para invadirlos y causar daño a sus pobladores. A veces escucho: hay que ver cuántos soldados han engullido los ríos peleando en tal batalla. ¿Quiénes recuerdan a los que trabajando en construir puentes o trasladar mercancías perecieron? ¿Cuántos piensan en los solitarios que llegaron a la orilla de un río y no volvieron? Cuando oigo hablar en plural de los ríos me solidarizo con todos los que recorren las vastas regiones del mundo, aunque la mayoría no sepan que existo. Pero me considero una pequeña vena en la geografía del agua que un día atrapó y fijó la vida de los habitantes mudados a mis riberas. Mi caudal tiene altibajos y modificaciones. ¿No se compone también de esas características la existencia humana? En mí hay tiempos y espacios para todos. Para la apacibilidad del que huye de los conflictos de los demás. Para al atormentado, que se siente atraído cuando hay torrentera y le vence su propia tensión. Para el soñador sencillo, que suele ser malentendido. Para el que ama y no encuentra correspondencia o le vence el desamor. Para quien indaga en el territorio más complejo, el del pensamiento, y no logra unificar sus ideas dispersas. Para el melancólico que, con la mirada obsesiva sobre mi curso, se debate entre si seguir o no perdido inútilmente en el hastío. Para el iracundo, cuyo temple le vence y necesita enfriar su acero en mis aguas. Para el soberbio, que si se decide a contemplar su imagen en el espejo que le ofrezco puede tener al alcance su salvación. A los que me conocen les puede parece que estoy aquí desde el principio de los tiempos. Pero soy circunstancial también, y los días y las horas de los hombres son siempre más breves que las de un río. No soy lo que en apariencia se ve de mí. No me limito a ser un simple cauce con cambios insignificantes o más obvios. No solo un caudal alterno. No solo una combinación de transparencias y opacidades. Ni siquiera un mero accidente geográfico, como algunos técnicos sugieren, que se orienta desde una dirección a otra de los puntos cardinales. No solo un nombre, ni la memoria de acontecimientos próximos, ni siquiera una rica fuente de leyendas. No consisto solo en nutrir la metáfora que practican los literatos y los moralistas. Pero si en algo me ratifico es en que soy el testigo. Quien llega hasta mi regazo persigue justificar su búsqueda conmigo. Como ellos, la joven y el agrimensor, llegaron. Ellos que, despegándose de sus vidas anteriores, se encontraron en otra. Y cuyo secreto acerca de su desaparición yo guardaré para la eternidad.
(Dibujo de Dia' Al-Azzawi)
Me sorprendió gratamente que le hayas dado voz, elocuente, al río. Aunque hubiera preferido que fuera menos leal para guardar secretos.
ResponderEliminarBesos
Un río es un ser (fíjate, ¡un ser!, parezco animista) muy leal y consecuentemente con los secretos del prójimo. Los que vivimos en España, un territorio que desde la Prehistoria ha sido muy poblado por gentes llegadas de todas partes, sabemos de ríos en los cuales seguro que yacen esas gentes, y uno piensa en los más descuidados del Paleolítico, aunque serían los que mejor conocieran los ríos, no en vano buscaban hábitats cercanos si bien difíciles (conozco de cerca el tema) Uno piensa en los llamados invasores, por ejemplo, ¿cuántos legionarios romanos se quedarían por ahí debajo? Y etcétera, échale imaginación.
EliminarSi los ríos hablaran, explicarían historias, sus historias, y las de quienes, a su vera, en su ribera, vivieron momentos mágicos, que como el agua, nunca son los mismos.
ResponderEliminarUn post agradable de leer, que relaja y genera esperanza. Un Abrazo y feliz día
Los que vivieron momentos gratos elegidos y quienes sufrieron consecuencia de crecidas o ser tragados, como decía antes, en el curso de un desplazamiento o de un combate. Me alegra que un post mío genere eso que dices, ya iba siendo hora, ¿no? Feliz mirada callejera.
EliminarNo me lo puedo creer tengo en la mesa un libro de Omar Khayyam y su Rubaiyat.
ResponderEliminarDisfruta el paseo. Adriana
Mi edición es una de Hiperión, de hace años, con traducción directa del farsi de Zara Behnam y matices de Jesús Munárriz. Pero lo más interesante es que tiene una introducción extraordinaria del escritor persa, o iraní, como prefieras, Sadeq Hedayat (1903-1951), al que aprecio mucho. Su libro El búho ciego es extraordinario como pocos. Es literatura fackeliana de antes de Fackel, jej.
EliminarEl paseo, bien, gracias. Demasiados humanos.
Todo arroyuelo humilde tiene una chopera acogedora. Por lo menos por los páramos de Castilla.
ResponderEliminarY no solo por Castilla. Y ¿hasta qué punto un río es algo objetivo? No se ve de la misma manera -en forma, en entorno, en dimensión- desde los ojos del niño que desde el adulto, desde el habitante próximo que desde el que va de paso. Larga vida a los ríos.
EliminarHe conocido manantiales caudalosos y praderas inmensas en mi juventud que de mayor resultan fuentecillas y hierba humildes. Aun así, hermosas.
EliminarPercepción de las cosas, me pasa igual, pero no por eso pierden encanto los recuerdos.
EliminarUna idea que estaba en los mitos griegos, con toda su poesía, de los ríos como seres vivientes, con conciencia.
ResponderEliminarMuy inspirado, logrado el meterse en la mente del personaje, que es un río, que sabe sobre otros dos personajes.
Saludos.
Los humanos hemos puesto palabras en boca de los objetos y de los fenómenos de la naturaleza y otras especies desde principios de las culturas. Los mitos están a rebosar de ello. Es el antropocentrismo que traemos a nuestro "reino" peculiar todo lo habido e imaginado. Le otorgamos forma humana, incluso. Gracias, Demiurgo.
EliminarSi todos nos detuviésemos a escuchar los ríos, los mares, toda la naturaleza hoy no estaríamos confinados en nuestro universo particular, lleno de comodidades o no pero no de naturaleza.
ResponderEliminarMe dió gusto leerte hoy .
Un saludo afectuoso 🙋🏻♀️😷
No podemos dar marcha atrás en la evolución de la acción humana sobre la naturaleza, pero tal vez aún podamos modificarla para que no acabe devorándonos. Gracias, Malquerida por expresar hasta tus sensaciones.
EliminarSi las piedras hablaran lo ampliamos a las aguas del río, han visto,ven y verán, de los humanos y también de los paisajes.Para el que sabe escuchar, todos lo secretos le serán revelados.
ResponderEliminarEn casa tengo piedras por doquier, piedras pequeñas mayormente, se entiende, de ríos, de páramos, de zonas volcánicas. Todas están vinculadas a algún recuerdo de infancia o juventud, sobre todo. Los pedruscos más grandes que tengo -calizas- proceden de unos páramos cercanos donde mi padre habitó en sus años mozos como pastor. En una ocasión los traje como homenaje a aquel tránsito suyo y a los campesinos republicanos asesinados por los facciosos en la zona cuando el golpe anticonstitucional de infausta memoria. Uno puede dotar de sentido a una piedra, aunque a la naturaleza que es ella le importe un carajo. Los humanos y yo somos así, señora, que diría la obra de teatro.
EliminarEra el que faltaba para el trío perfecto. Y no nos enteraremos de lo que pasó por la discreción del río.
ResponderEliminarSaludos.
Es un río que sabe protegerse muy bien a sí mismo, sobre todo de los humanos. Saludos.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY en los seres humanos, ¿no hay no solo apariencias deterioradas y gestos oscuros sino más allá un trasfondo siniestro, turbio y poco fiable? ¿Son mejores los humanos que os ríos? ¿Más claros, más límpidos, más acogedores? Ja, ahí te quiero ver.
EliminarMe tomo la imagen para el coco que va a acabar descocado.
Un río nos produce tal clase y cantidad de asociación de ideas que podrían salir mil y una experiencias vinculadas.
"Para el soñador sencillo, que suele ser malentendido".
ResponderEliminarAtónita. Descripción, imagen de voz, la que el río lleva. Cuánto me gusta la voz del río!
Qué atronadora la esencia! Me gusta.
Salud, Fackel.
Anna Babra
Sí, con frecuencia es malentendido un soñador. Si encima un soñador rompe las reglas respecto a su entorno entonces le colgarán el rótulo de algo peor, imagina. Busquemos las esencias y convirtámoslas en imágenes literarias, al menos.
EliminarY ahora que he leído un comentario tuyo, confieso que conservo piedras que yo misma o nosotros hemos recogido y arenas de lugares distintos que alguien me regaló de un destino de viaje.
ResponderEliminarSon regalos muy apreciados.
Anna Babra.
Seguramente porque se vinculan a otra clase de significados, aunque la mayoría de las veces suele ser algo subconsciente. Por el blog de be haber fotos de piedras que tengo, ya buscaré las entradas (nada fácil, por cierto)
EliminarGracias, Anna.
Un río con ética y principios. Muy digno.
ResponderEliminarTiene personalidad, se hace valer, avisa, acoge, rechaza. ¿A qué me suena?
EliminarSalud, Neo.
Desde niño y aún recientemente, cuando padezco alguna dolencia febril, suelo tener una visión recurrente, que dada su insistente presencia, siempre me ha dado que pensar.
ResponderEliminarCaigo en un rio enorme absolutamente lleno de cañas flotando y la corriente me lleva. En otras, simplemente me parece sentir la angustia de no ver la otra orilla de un "amazonas mental" notándome situado en alguna parte de un ancho rio.
Y tan presente ha estado esta recuerrencia onírica, que mi relación con los rios y su proximidad siempre me ha despertado mucho respeto y una cierto temor.
Como puedes imaginar, he llegado a pensar de todo, incluído aquello de que quizás esa fue mi anterior muerte en un hipotético ciclo de vidas, muertes y reencarnaciones.
Saludos apolíticos !! 😉
Es interesante esa experiencia onírica que relatas. Como yo tengo en mi haber tres posibilidades al límite de haber perecido -en la infancia y juventud- en tres ríos diferentes creo que he conjurado los temores del sueño. Pero si algún aparece algún sueño al respecto lo contaré. A veces me pregunto si me gustan los ríos porque los he esquivado, y no solo por su atractivo de España interior para los que habitamos en mesetas.
Eliminar¡Saludos civiles!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarA mí una vez me salvó: flotar lo justos contra corriente fuerte, ver la orilla pronto y saber a qué atenerme y sujetarme a los juncos y el ribazo. Nunca lo interpreté más que en términos de azar y física. Y no se trataba de un sueño precisamente.
EliminarPor lo demás se tienen en cuenta tus sugerencias, pero lo sueños siguen siendo el terreno más ácrata y antiautoridad que cabe. Salvo cuando el propio otro Yo trata de imponerse con su orden y su mandato.
Se asocian y viene la imagen, el momento, el sentido...
ResponderEliminarGracias. Un abrazo.
Hasta el olor de un portal antiguo -quedan menos- puede traernos la infancia entera. ¿No es una joya el cuerpo humano?
EliminarUn abrazo.
Este río se ha olvidado de los mirlos, cornejas, ratones, caballos y un largo etc fuera del universo humano. Seguramente, ellos, los animales tendrán no sé si secretos pero sí gozo frente a sus aguas generosas. Un abrazo de río Una.
ResponderEliminarEl río nunca se olvida de las otras especies. Son sus cómplices. Pero ahora se trae un pulso personal con los humanos, que desplazan a las especies y tratan de imponerse con su trayectoria. Seguro que los animales se traen su gozo y su lucha por la vida, no lo olvides.
EliminarQué aguas tan frías y precipitadas las del Una, ¿recuerdas?
Hola Fackel
ResponderEliminarSi es el final del Indómito, no me lo esperaba así, tan cerrado. O solo es un paréntesis?...
De todos modos enhorabuena por la hermosa narración que haces sobre el Río, los Ríos, cuna de civilizaciones, escenas de tantos acontecimientos históricos...Como ejemplo reciente, el Río de La Plata.
(Poemas de ayer: Río herido, 17-abril-17) por si te apetece...
Saludos con sol.
Pues a lo primero no sé responderte. Me dejo llevar. Soy indómito como los cuentos. Al fin y al cabo, son ejercicios, ocurrencias. Ya se verá.
EliminarMuy impactante tu poema de río herido. ¿Sugerido por la película que citas o porque has conocido la realidad argentina de hace unos años? Bueno, lo que hayas tú querido expresar en él.
Gracias por comentar. El sol se presta a poner buena cara, pero el confinamiento no me permite expresarle mayor gratitud.
El poema estaba ya escrito bastante antes de ver la peli, porque conocía esa realidad de muy cerca, aunque ya no vivíamos allí. Gracias a ti por leer el poema, que solo es un sencillo pequeño testimonio de lo que ocurrió. Nada de ficción, puritita realidad, y confirmada por alguien que lo vivió en primera persona.
EliminarPor la Verdad. Y por la Vida.
Ah, y eso está muy bien; el que seas indómito, digo.
EliminarGelman hizo poesía con su drama personal.
EliminarNo creas, genera muchos problemas, pero eso queda en el río personal con sus secretos.
EliminarDe entrada este río o arroyo me cae bien, porque me gusta la modestia y la humildad...
ResponderEliminarTu relato es pura filosofía... según lo iba leyendo se dibujaron varias sonrisas en mi boca... las preguntas que hace el río y las variables que desgrana sobre las formas de ser y aproximarse las diferente personas, con sus diferentes tipologías y problemas, hacen pensar amplio y profundo y alcanzar conclusiones de visión y entendimiento personal...
Es un gran relato filosófico... me gusta.
Abrazo
Es que...es un río...el de la vida, el yo de cada cual. Se pone de ejemplo muchas veces aquello de "nuestras vidas son los ríos/ que van a dar a la mar/ que es el morir"...pero habría que hacer hincapié en que nuestras vidas proceden de un manantial y cada cual sabe en qué ha transformado su propia existencia, dentro de los márgenes que una sociedad y cultura determinada procura. Pero creo que hay que estar feliz de ser un simple curso, una acequia, por ejemplo, un modesto arroyo. No es la envergadura de un cauce lo que dignifica a un individuo, sino la manera en que este mantiene a lo largo de los años el cuidado del mismo.
EliminarMira, hiciste que pusiera la coda. Gracias por el estímulo.
Me ha gustado muchísimo lo que has escrito. Qué río tan encantador, observador de la vida y cargado de conocimiento. Para leer más de una vez y apreciar todos sus matices.
ResponderEliminarY además, gracias al comentario de Adriana he hecho un magnifico descubrimiento, el Rubaiyat de Omar Kayam ¡¡una maravilla!!
Ha sido un verdadero placer dejarme caer por aquí ¡¡un abrazo Fackel!!
Yo creo que es una obra clásica muy interesante los Rubaiyat. Algunos la citan solamente por la exaltación del vino, pero creo que es más honda y con una mentalidad que va más allá de la mentalidad islámica y con un buen contenido estoico. Si tienes oportunidad hazte con el libro. Hiperión lo tenía editado. Un abrazo.
EliminarSe puede descargar http://libroesoterico.com/biblioteca/Varios/VARIOS%203/118168303-14969171-Rubaiyat-Omar-Kayam.pdf
Eliminarporque llega un momento en el que acumular papel se convierte en un lujo, ji,ji, siempre hay alternativas, ¡buen día!
Ya, pero importan también las traducciones, y mucho y más cuando es de una lengua alejada. Echaré un vistazo a ese enlace, gracias.
EliminarDe nada. Si la traducción es mala te agradecería que lo comentases, al fin y al cabo un libro arriba o abajo no es tanto.
ResponderEliminarLo he mirado pero el orden es diferente y no me aclaro, sinceramente. Seguiré mirando por si veo.
EliminarPues no te compliques, lo que he leído me ha gustado y cuando sea me compraré el libro y yo misma podré comparar. ¡¡Gracias!!
ResponderEliminarDe acuerdo. Son territorios que le desbordan a uno. Hay que limitarse a la capacidad de cada uno y sobre todo a la sensibilidad y el placer que da leer. Gracias a ti. Te paso enlace de cuento breve
Eliminarhttps://ehchiton.blogspot.com/2020/05/dos-amigos-en-la-casa-de-te.html