"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 1 de abril de 2020

Días de confinamiento para escuchar a Purcell (por ejemplo)





Vienen bien estos días para escuchar a Purcell o a quien se quiera. La música y el canto animan la compañía de lectura de sillón o la agricultura de terraza. Va uno a acabar cogiendo gusto a la reclusión, me dice sarcástico Max por teléfono. Naturalmente esto es de lujo hoy por hoy, le respondo. Si hubiera desabastecimiento, enfermedad o se padeciese agorafobia sería otra cosa. A ver si vas a tener mono cuando te suelten, y ríe. Luego añade: por cierto, me hace gracia el eufemismo propagandístico de yo me quedo en casa que repiten por todas partes. Hay que ver qué suaves son las madres ursulinas, ¿verdad? No vaya a ser que el niño pueblo español se espante o no obedezca. Aunque no le veo muchas opciones. ¿Será que nos encanta que nos traten como niños? ¿O nos están preparando con guantes de seda y vaselina para otras fases menos inocentes y de paso hacernos más infantiles? Max, Max, le digo, mira que estaba a gusto sin dar vueltas a la misma rueda. Él: de acuerdo, no quiero perturbar tu pax romana, y me cuelga dejando un eco de carcajada maldita. 

Voy a seguir con las voces cantoras. Me ha resultado tan entrañable este coro de Leiria, Portugal...





22 comentarios:

  1. No encuentro a faltar nada fuera de la frontera del felpudo a la entrada de casa, salvo la compañía de un par de buenos amigos y los besos de los nietos..
    Salut

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    1. Vete anotando en la agenda los besos que no te dan estos días los nietos para cobrártelos a posteriori.

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    2. Me atrevo a conjeturar que el problema no es el confinamiento sino lo que a nuestras espaldas se legisla y se cocina en los mercados financieros. Pero de todo se sale y mejor mientras tanto escuchar buena música que entrar en la espiral del pánico o en la onda del miedo. Optimistas, pero cautos y en alerta. Pesimistas, pero activos y constructivos. Yin y yang. Los extremos se complementan.

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    3. Pues claro, Ana. Autocontrol. Pero siempre nuestras vidas han estado pendiendo de los mercados financieros. Y las de África, por ejemplo, ni te cuento. Yo de momento en mi clausura no me aburro. Estemos expectantes y cautos. Nada de creer ni cantos de sirenas ni voces apocalípticas. La sabiduría de Ulises primero.

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  2. Alguien tendrá que sacar al perro 🐕!

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  3. Hemos de reconocer que nuestro confinamiento es bastante llevadero.
    Con la compañía del maestro Henry pues mejor.
    Saludos.

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    1. Pero también con la esperanza de que no nos doblen las semana ya andadas sin andar.

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  4. Confinamiento que da mucho para pensar, rabiar, desear, conformar, ... todo cuanto en tantas y tantas ocasiones en tantísimos momentos vividos o derrochados, se aúnan en un solo momento.
    Ocupar este confinamiento en, no ya por cuantas vidas se nos van (lo más importante) y doloroso sino por lo que nos queda.
    ¿Por qué no pensar en crear una sociedad donde se valore el medio ambiente que está mejorando (luego la humanidad la empastramos), nuestro pulmón, y percibimos y nos damos cuenta de cuantas cosas buenas nos dejamos en el trasiego de nuestras ocupadas vidas? ¿Por qué no pensamos en no dejar las cosas que ahora descubrimos nos hacen bien?
    ¿Realmente es necesario e imprescindible TODO lo que ahora no tenemos/hacemos o muchas de las cosas podemos prescindir para hacer un mundo mejor?

    Creo que podríamos aprender algo de todo esto.
    Gracias Fackel.

    Saludos.



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    1. Pues sí, se puede pensar en ello. Yo lo hago, pero creo que no está en nuestras manos solo -ni por asomo- sino en los poderes omnipotentes que controlan los mercados, las instituciones y los gobiernos. Tampoco creo que sectores de la población estén por arrimar el hombro. Sí, es probable que aprendamos algo, pero solamente con buena voluntad no lo arreglamos por las buenas.

      Habrá que ver y estar los días después (los meses, los años) Gracias a ti por opinar con ese optimismo.

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  5. Lo del confinamiento yo lo llevo muy bien, la verdad, tal vez porque soy más asocial de lo que me gusta reconocer. Disfruto tanto de la música, lectura, escritura..cositas muy solitarias, que excepto ir a una piscina o ver alguna vez gente amiga, poquito echo en faltar.

    No sabemos lo que habrá después de estar crisis sanitaria, no sé si nos gusta obedecer como los niños, quiero pensar que los niños obedecen a regañadientes. Un abrazo

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    1. Me alegra que todos los que comentáis por aquí lo llevéis bien y rigurosamente. Va para largo, no obstante, así que nada de tener prisa por acabar una novela o ver películas. Pues después puede haber caras con mascarillas por la calle, poca afluencia y resquemor. Y mejor no hablo del campo de batalla económico, no está en nuestra mano solventarlo, a ver los movimientos internacionales.

      Lo de los niños no lo dice Max tanto por las normas de protección sobre el virus, sino sobre otros virus que se están fraguando acaso. El huevo de la serpiente.

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  6. Yo medio trabajo desde casa, poco puedo hacer, la verdad, pero lo hago. Ya empieza a haber miedo, más que justificado, a la vuelta a la realidad, paro, otra vez problemas económicos, conflictos... y es que, como decía la canción, "la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana"...
    Miedo da ver a nuestra casta política, mucho miedo... demasiado egocentrismo, falta de miras y demasiado animal al pesebre. Promesas y más promesas, por aquello de que prometer y no dar, no descompone hacienda...
    Un saludo

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    1. La casta política en general, y con todo respeto, es de poco pelo, yo no me atrevería a llamarla ni casta. Me preocupa la falta de sentido de Estado de ciertos políticos y de nuestra sociedad. Que no haya prudencia, unanimidad y colaboración íntegras en una crisis como esta me da pánico. Nuestra historia peculiar ha sido siempre irregular respecto a otras del entorno europeo y yo creía que al fin la superábamos. No lo veo claro. Hay mucho lobo disfrazado de cordero. Unos prometen y otros se dedican a torpedear lo que pueden. Porque el concepto de política que tiene un sector de la sociedad española es muy primario, muy sectario, algunos extremadamente radical. Pero dejémoslo, no sirve lamentarse. Ahora hay que salir del embrollo.

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  7. Sí, señor. Un momento de lo más apropiado para oír música. En casa hacemos todos los días un pequeño "guateque" de media hora con canciones de los 60 y 70. El caso es moverse.
    Saludos. Cuídate.

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    1. Halaaaaa, me apunto. Yo también estos días oigo hasta canciones de los 60 y 70 que entonces no me gustaban mucho y ahora me embargan, supongo que por aquello de los recuerdos y los tiempos jóvenes. El cerebro, siempre en oxigenación.

      Sigo cuidándome, aún queda camino casero.

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  8. Este confinamiento, abastecidos, es una maravilla si no fuera por la cantidad de muertes que está provocando el virus (sólo contagiarse y pasarlo es lo de menos, yo incluso lo preferiría para quedar inmune). Y sí, es una primera fase. Qué secuelas dejará no lo sabemos todavía, pero que cambiará la forma de vivir es seguro. Y no sé si me gusta lo que se viene... Pero hoy es todavía hoy, me conformo con pasar este día sin demasiados sobresaltos.

    Besos

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    1. Tiempo al tiempo. Pero no deseo a nadie que se lo coja. La garantía inmune no es fija a priori, no me fiaría del todo. Cada uno podemos tener respuestas desconocidas del cuerpo. El otro virus, el impacto económico, social y político puede ocasionarnos muchos disgustos. Pero mejor piano piano. O andante mobile. Bien, Alís.

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  9. La mejor manera de romper ese silencio atronador , es salir ( mi perra no sale sola ..grrr , guauu) y escuchar música ... mientras esquivo a algún otro que parece se ha puesto de acuerdo para salir a las mismas horas

    Reconozco que en mis obligados paseos caninos me he vuelto una antisocial ... los humanos estos días cuanto más lejos mejor, sobre todo esos que no sacan al perro por necesidad , si no por saltarse el confinamiento

    buen día

    un beso

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    1. Oye, ¿has pensado que acaso los humanos -me da igual la ciudad o el pueblo en que habitemos- nos tenemos más miedo que nunca? Un miedo análogo al que produce una guerra civil, por ejemplo. Es fuerte lo que digo. Habrá que ver cómo reaccionamos cuando nos suelten.

      Mira el silencio peor es el de dentro de nosotros y no querido. Nuestras voces personales y nuestros silencios elegidos son maravillosos. Ánimo, María.

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  10. ¿Algún día conoceremos toda la verdad?
    ¿Por qué es una medida que se está implantando (odio a muerte el anglicismo "implementar")? ¿Es efectiva? ¿Será efectiva? ¿hay más muertes de las que se cuentan (se "contabilizan" dirán en la tele)? Sin embargo los contagios son de verdad ¿no? A estas alturas seguro que todos conocemos a alguien que ha perdido tristemente a algún abuelo fallecido por el coronavirus. ¿Exageradas medidas? Boris Johnson esá en la UCI. Trump pensaba que el virus no entraría en los USA porque para eso son americanos. Las autoridades chinas que no se andan con chiquitas iban a parar toda una ciudad y su industria?
    No sé nada, pero si hay que evitar contagios y contagiarnos, pues habrá que hacerlo. Eso sí, cuando acabe todo esto,habrá que estar vigilantes a poder...
    Salu2 dudosos.

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    1. Yo me pregunto con frecuencia si acaso los humanos queremos conocer las verdades de las cosas. ¿Todos lo deseamos? ¿Solo algunos? ¿Hay alguien que siempre quiera saber la verdad de cada elemento de la vida que nos involucra?

      En el tema de la pandemia tengo más curiosidad que otra cosa. En concreto saber cómo ha afectado a las edades. Lo demás no entro. Se lo dejo a los titulares oportunistas de la prensa -la amarilla buscará siempre el defecto más nimio para atacar, para mí es algo repulsivo- o de tv. Que el virus existe es lo único obvio. Claro que dentro de unos años nos pueden decir que era una bagatela de virus, ve a saber. Pero sí, que no me vengan con milongas ahora los de la desleal oposición española porque nadie ni aquí -ni ellos- ni en el plano internacional habían previsto nada de nada. De la OMS no te cuento.

      En fin que pase esta racha que va a ser ampliamente manipulada por los negocios y los desleales políticos que ignoran la Democracia y la Razón consensuada de Estado.

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