"Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría estará siempre amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormidos en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa".
Es el final de la novela La peste, de Albert Camus. Visto el panorama generado en el mundo por el virus covid-19 uno desearía leer pronto un párrafo análogo. ¿Habrá, mientras, un despliegue de sensatez? ¿De medios y de buenas intenciones? ¿En la gestión institucional, en el comportamiento social, en la actitud de cada individuo? ¿Seremos los humanos capaces durante este tiempo de pandemia de envainarnos las diferencias de unos con otros? Tengo mis dudas. Sin ir más lejos, toda la barbarie que tiene lugar en Siria no nos habla precisamente de buena voluntad. Pero ¿quién pone el cascabel al gato? El covid-19 es una realidad al pie de la letra, con todas las precisiones que hagan falta. Pero es también una realidad para ejercitar el pensamiento. Y extraer conclusiones sobre la situación del planeta, la división de los mundos sociales, la manera de llevarse a cabo el desarrollo, los límites del sistema actual, la primacía del beneficio sobre cualquier otra regla, etc. Un virus de verdad nos pone a prueba todos los otros virus latentes, de otro orden y que con tanto éxito se repiten todos los días desde la metáfora. Ya se sabe: eso de información vírica, ataques virulentos...Por cierto bastante dañinos también todos estos virus generados por humanos.
Leo en la prensa que en Italia se han disparado las venta de La peste del puesto setenta y tantos al puesto tres. ¿Quieren sus compradores leer solo y de manera lineal una historia de peste o sacarán conclusiones de carácter más amplio? Cuando acabe la peste, vamos, la epidemia, porque el virus, este y mil más, seguirán teniendo su hogar entre los humanos, habrá que extraer conclusiones y ojalá tomemos determinaciones. O la ética se impone más que nunca o iremos de catástrofe en catástrofe. Al fin y al cabo, si fuese así y ojalá no, sería también condición humana.
Todas las epidemias, pandemias, o como quieran clasificarlas los científicos , traen no solo miseria y enfermedad, si no el distanciamiento de nuestros congéneres, vamos algo así como mirar a otros por encima del hombro , alejando a todos aquellos que consideramos culpables de " contagios "
ResponderEliminardesde el principio de los tiempos ha sido así, y así seguiremos , conviviendo con virus , unos más brutales que otros
un abrazo ... bien cercano y libre de escrúpulos
)
Convivimos con virus y con un complejo entramado de relaciones humanas que resultan muchas veces ser tan víricas, ¿no? Protegernos de los virus de marzo, pero también de los idus.
EliminarLa intolerancia es la verdadera peste humana.
ResponderEliminarSaludos.
Por supuesto, aunque no sé si la única, Alfred. En ese capítulo nacimos y vivimos en un país que tiene largo currículum, aunque también sus pobladores generaron antídotos para sobrevivir.
EliminarDiria que la gente lee o relee la peste para aprender a no cometer demasiados errores, yo mismo la estoy releyendo de nuevo. Mientras nadie se preocupa de los migrantes abandonados a su suerte entre Turquia y Grecia, que esto si que es grave y de una enorme falta de humanidad.
ResponderEliminarEn efecto, Francesc, yo estoy anonadado. Casi siete millones de exiliados sirios y encima no queridos, maltratados y espera a ver cómo acaban. Rehenes de las geopolíticas. Ausencia de las geoéticas.
EliminarComo soy por naturaleza escéptico y desconfiado, siempre me hago la misma pregunta: quiénes sacan rédito, del tipo que sea, con el pánico ajeno. ¿Fomentarán ellos, por causa de sus oscuros intereses, que el pánico se extienda? No creo que sean los libreros y los herederos de Camus los causantes de ello.
ResponderEliminarUn saludo, Fackel.
Desde el primer día esto del pánico generalizado y sus beneficiarios es un tema que nos traemos algunos en la intimidad. Creo que el escepticismo cunde. Yo no he visto en mi ciudad pánico. Tal vez en ámbitos de riesgo haya cierta obsesión, pero los bares siguen siendo frecuentados, lo cual ya es un barómetro significativo. De los medios llamados informativos desconfío mucho. No me gusta, sobre todo los de televisión, que se ceban en programas por incrementar audiencias, cómo están tratando el tema. Así que en cuanto pase el idus de marzo, o cuando sea, ya veremos con más claridad quiénes obtienen rédito. Salud, Cayetano.
EliminarEsa novela que leí hace como dos décadas, a mí me encantó, así como el amor en tiempos del cólera, de Gabo. Este virus cada vez me parece más sospechoso de novedad para los Mercados, por el lugar donde se inició. La psicosis que la está llevando en la gente de a pie, que no en los científicos, está provocando que no tengan mascarillas quienes las necesitan, y eso dice mucho de nuestra estuìdez.
ResponderEliminarUn abrazo y a disfrutar de la tarde.
Además de que seguro que muchos han adquirido mascarillas en buen número para tener reposición, ya sabes. De momento la perturbación en sus efectos productivos, económicos, etc. tiene mala pinta. No anticipemos ni caigamos en manías.
EliminarTengo muy poca confianza en esa sensatez mencionada. Como bien dices, esta sociedad, tanto occidental como oriental es muy poco dada a someterse a disciplinas profilácticas y cooperativas. Lo hemos visto otras veces. Veremos que ocurre si esto se va magnificando, pero me temo que la gente saldrá a pasear por la calle sus santos milagreros mientras seguirán sin cumplir con las limitaciones que les recomienden y por supuesto criticando a autoridades y expertos.
ResponderEliminarNo somos hormigas ni abejas, somos monos peleándonos por una rama mas gorda que la que tenemos agarrada.
En efecto, no me imagino funcionando aquí como en China. Pero sospecho que China tiene bastantes agujeros, por mucho que presuman de organización de hormiguero. Aquí mucho están tardando algunos en invocar a los cielos y sacar los santos o intentar llevar a la gente a las iglesias (es un buen momento para sacar rédito los propagandistas de la fe) Mira, prefiero no saber lo que ocurre si se magnifica porque sería señal de que perdemos el rumbo.
EliminarVisto el panorama generado en el mundo por el virus covid-19 uno desearía leer pronto un párrafo análogo. ¿Habrá, mientras, un despliegue de sensatez? ..."
ResponderEliminarAmigo FACKEL: Glaucón, hermano de Platón, siempre iba a la diestra de este. Sino hubiera sido por su capacidad de análisis, su recto pensamiento, sus argumentos y su inteligencia, su hermano, el gran Platón, no lo hubiera tenido media hora a su lado.
Glaucón anteponía al logos (dialéctica) de la que era amante Platón, a la cualidad de la Naturaleza (física). Esta no permite porqués, ni da explicaciones y no asume responsabilidades. Es así y ya está.
Glaucón decía que había dos mundos: el del poderoso y el del obediente. El día y la noche; el fuerte y el débil...y así en todas las facetas.
El superior, nos decía Glaucón, es el que hace las normas... para los normales, normas que no tiene porque obedecer el poderoso, al igual que no lo hace la Naturaleza.
Y a lo que voy con este preludio: Glaucón nos decía que para que las cosas funcionen ha de haber un ejército regido por los poderosos, puesto que "no hay comunidad sin miedo" (sic); si desaparece el miedo la comunidad desaparece (sic); que el débil no actúa por amor a la justicia, sino por temor al castigo y nos corroboraba con el simil del "anillo de Giges", aquel que cuando te lo insertas te vuelve invisible y por lo tanto exento de todo castigo; si tuviéramos ese anillo todos seríamos malvados porque sabríamos que estábamos exentos de castigo, comentaba.
Glaucón decía que el poderoso daba protección a cambio de obediencia...y ahora el presente:
El único sistema que funciona es el sistema Chino, el de Glaucón, FACKEL. "El PODER ES LA LEY", decía Glaucón. Allí se ha prohibido todo, incluso salir de casa a once millones de personas, y no sale ni dios, y si sale alguien lo tiene crudo, porque le espera el campo de trabajo y el reformatorio. Allí, el virus está en regresión, y son mil trescientos millones; aquí no hemos dicho nada en Valencia (un muerto ya el día 13 de febrero y se sabe el día 26 ¡por una autopsia el día 25, o sea después de dos semanas¡, entre otras cosas porque las fallas empezaban el domingo 1 de marzo y no querían asustar al personal ni cerrar hoteles. Por otro lado seguimos llenando los campos de fútbol en todas las autonomías y da igual que falten cien médicos porque están de baja en Euskadi, que el Bilbao y la Real son diferentes y allí se puede.
Tu, FACKEL, añoras el sentido común. Yo, leyendo a Glaucón, viendo como actúa el ser humano desde el principio de los tiempos, lo que añoro es que quien dirija esta operación anti-virus, lo haga con mano firme, con seriedad, sin fisuras y sin importarle la moqueta; que lo único que le importe sean los ciudadanos y no la banalidad de las preferencias, y por ende, la de los políticos de turno.
Aquí hace falta Glaucón.
Salut
Si estoy de acuerdo contigo, Miquel. Invocar sentido común y tomar medidas no está reñido. Pero si las cosas van a más naturalmente que habrá que cerrar filas. Pero ya ves, se teme las suspensión de eventos que generan pasta. Los empresarios se echan encima en cuanto se habla de determinadas medidas. Los hinchas de equipos deportivos no acaban de acoger los cierres. Etc. Etc. Si no se toman medidas desde arriba con mucho control, cautela, pero también firmeza, y pasa algo más gordo recibirán críticas los que gobiernan. Si las toman en exceso de celo, también. Las aves de presa de la política están siguiendo o persiguiendo los réditos políticos del desgaste de los que tienen la responsabilidad de vigilar el asunto. Y los mass mdia van a mantener sus niveles de audiencia y aumentarlos si pueden. En efecto, no es para esperar de la sensatez y del sentido común. Pero yo, como individuo, como ciudadano, tengo que actuar conforme a ella, mientras me quede. De todos modos, al final decidirá Wall Street.
EliminarAh, ¿qué va a pasar con los JJOO de Jampón? Tela marinera, de esta quiebra el sistema (no me lo creo) Claro que si quiebra nos aplasta.
Que no hablen tanto, que lo único que consiguen es infectar más que el propio virus.
EliminarSalud
Cornadó
Lo que no tiene sentido, FACKEL, es que se busquen facultativos especialistas en Bilbao porque tienen 100 médicos en cuarentena y se enfatice que para aspirar a una plaza, el poseer el euskera vale 18 puntos, mientras que tener un título en una especialidad cotiza por 10. ¿Eso es proteger al la ciudadanía? La ciudadanía lo que quiere es que se le cure y salir con bien, y le da igual si el doctor es inglés, de Jaén, vallisoletano o de Irún.
EliminarPero es que en Cataluña pasa tres cuartos de lo mismo, y sin ningún rubor.
Esto ya te indica que la política priva sobre el bienestar del pueblo llano.
Lo evidente, y mira como son estos políticos, es que si es necesario e indispensable, son capaces de coger un avión e irse a EEUU, donde no hablan ni el euskera, ni el catalán, y operarse allí.
Por eso hablo de Glaucón, FACKEL.
E insisto. Aquí hace falta un Glaucón.
Salut
Muchos se aprovechan, conozco el caso de un facultativo sanitario que ha robado varias cajas de mascarillas y las ha vendido a los incautos y atemorizados. ¿Qué pasa aquí? Se juntan intereses, corrupción, espectáculo, miedos, cierres de ferias, suspensión de exportaciones, anulación de viajes y actividades culturales, deportivas, comerciales y todo esto por una gripe que es más leve que la de otros inviernos.
EliminarPor qué después de la información sobre la gripe sigue una información sobre la bolsa. Por qué atienden más al virus que causa molestias que a las víctimas de la violencia machista. Se moviliza el globo terráqueo por una gripe, cae la economía y, en cambio, no cae por la violencia machista o por la tragedia de los refugiados.
Salud
Sí, Francesc, hay mucho infeccioso en los ámbitos que nos rodean.
EliminarBueno, no te enfades, Miquel. El problema de un Glaucón es que aparece será con todas las consecuencias, ¿no? y sobre más competencias...uf. No sé qué decirte, pero no me convence el señor Glaucón así como así.
EliminarLa Economía es como la Diosa Fortuna, amigo Francesc. Está en el Olimpo aunque digan que es para todos los hombres. Lo más curioso de esta experiencia vírica y toda su alarma y movilización histérica es que al menos nos muestra a las claras, por si algún tonto la baba con banderas al viento no lo sabía, lo interrelacionado que se encuentra hoy todo en el planeta. Y aunque no viene de ahora, ya se vio en el siglo XX, ahora lo está más y ya no es aquello de la riqueza para unos solamente. El mundo tiene más países emergentes que nunca que reclaman su lugar lógico y justo. ¿Volverá todo a su cauce de funcionamiento una vez pasada la alarma? Tal vez, pero todos habremos aprendido, algunos más que otros (los chinos, por ejemplo)
EliminarPobre de mí, continuo siendo escéptico, no me creo nada de lo que dicen y pienso que dicen demasiado. Si hay una gripe como cada año, que la curen y dejen de hablar tanto, que de todo hacen espectáculo.
ResponderEliminarSabemos a quien prejudica esta gripe y estos miedos y me pregunto "Cui prodest".·
Salud y cuidadín con Glaucón
Francesc Cornadó
Ya te digo. Ojo, que estamos en los idus de marzo y nunca se sabe...
EliminarEl tema es preocupante. Personalmente procuro desconectar al máximo y no convertirlo en monotema obsesivo. En su día leí La Peste, pero no acostumbro a releer libros salvo algunos clásicos...
ResponderEliminarCordiales saludos
Preocupante, también martirizador, obsesivo, repetitivo y alarmista. Un suplicio poner informativos. Tampoco estoy releyendo ahora La peste, pero Camus es un autor que me gusta mucho y para mí es un clásico. En el sentido de primera clase.
EliminarOjalá aprendiéramos, como dices. Y pese a que tengo una confianza de base en que la humanidad sabrá reaccionar a tiempo (y ya tiene que empezar), confío poco en que tan siquiera haya interés en que lo hagamos. Se escapa a mi capacidad de comprender.
ResponderEliminarBesos
Yo creo que la Humanidad no es un ente único, ni por el forro, a la hora de reaccionar. Son grupos de individuos, en cualquier sociedad y cultura, los que tiran del carro, con mayor o menor acierto. Hoy mismo hay una gran denuncia mundial sobre el cambio climático. ¿Cómo son las reacciones de los que podrían incidir en paliar y reducir los factores destructivos? Mínimas, lentas, inseguras. Por mucho "concienciado" que haya. Pero es una causa que levanta simpatías, en parte porque afecta a todo el planeta y en parte porque no se ve a primera vista la "sangre" que causa el disfuncionamiento de la contaminación y etcétera. Pero con el asunto de las masas que emigran por doquier ¿qué pasa? A la mayoría nos gustaría que no existieses esos movimientos migratorios, porque perturban hasta al más pobre hombre de los países llamados desarrollados. NO creo que se te escape la posibilidad de comprender, porque nos ponemos a analizar todos los problemas -que gran parte de ellos son dese el principio de los tiempos pero ahora se agudizan- sino que se nos escapa la posibilidad de intervención, el saber cómo afrontar todo. Y porque no está solo en nuestra mano personal solucionarlos, es decir, sentimos impotencia, lo cual es arriesgado, porque la impotencia genera miedo y el miedo si no se racionalizan las circunstancias lleva a muchos conciudadanos a apoyar a los radicales y violentos extremistas con mentalidad siniestra, ya me entiendes. En fin.
Eliminar
ResponderEliminar...yo, que soy optimista por naturaleza, creo que nuestro mundo no tiene ya remedio.
Desconfío de todo lo que se dice, de los motivos y de los fines por lo que se dice...Y que ya, irremediable, la humanidad va hacia el derrumbe total. Y, ojalá me equivoque.
Ten un bonito día.
No es para ser pesimista, en cierto modo, pero no debemos olvidar lo que ha sido la trayectoria humana en toda su historia en cuanto a superación. Claro que hoy convergen problemáticas impensables antes, pero la cuestión es si la lucha de las hegemonías mundiales actuales permitirán la aplicación de la ciencia y la técnica ante los problemas o perecerá en la incapacidad para abordarlos. El sistema económico generado por los hombres en los últimos siglos está siendo cuestionado velozmente y no se ve clara otra alternativa. Tal vez se derrumbe -como otras veces- solo algunas partes de la Humanidad, ¿no?
EliminarTodas las cosas tienen que tener un equilibrio.
ResponderEliminarDesconozco si se está sobredimensionando el problema del Covid 19 (para que actúe como cortina de humo de otros problemas como por ejemplo la crisis bursátil, los problemas migratorios, la
robotización de los puestos de trabajo, el deshielo de los polos, la contaminación, etc.) o al revés y lo que sucede es que se está minimizando el problema y las cifras de los infectados por Covid 19 son
mayores, pero para que no cunda el pánico se recortan a la baja.
En cualquier caso no hay que olvidar que el ser humano ha convivido siempre con bacterias y virus. No es algo nuevo.
Puede que la estructura de este virus en sus cadenas de proteínas sea nueva, pero tiene los mismos aminoácidos que otros virus. Los mismos nucleótidos en su ARN y los mismos nucleótidos en su ADN. No hay nucleótidos desconocidos. Entonces... confiemos en nuestro sistema inmunitario, en nuestros científicos que pronto darán con un fármaco antiviral adecuado (de hecho ya se están empleando de modo experimental algunos fármacos antivirales) en que no cunda el pánico.
Reflexionemos sobre lo siguiente:
En el año 2019
¿cuánta gente murió de cáncer en el mundo?
¿Cuánta gente muriò de malaria?
¿y el Dengue?
¿la gripe común?
¿Como víctima de territorios en guerra o de otro tipo de conflictos armados?
¿De desnutrición?
Al mirar las cifras de todas estas muertes veremos que el Covid 19 se relativiza un poco. Es un mal más dentro de otros males. No es el rey de los males.
Mantengamos la calma. Sigamos las recomendaciones de los expertos sanitarios y procuremos pensar en que la vida sigue.
Cantar, bailar, estar con los seres queridos, cuidar a los que lo necesiten, estar con amigos, salir a la naturaleza, amar, soñar, crear... son cuestiones necesarias en estos
tiempos de crisis. No pensemos tanto en Covid 19 más allá de lo que dicte la prudencia. No veamos tanto la televisión. 15/30 minutos diarios y no más. La saturación informativa no aporta mucho más que hacernos entrar en la espiral del miedo.
Escuchemos nuestra música favorita, destinenos partidas económicas a la investigación científica y recordemos que el ser humano tiene capacidad para salir de esta crisis y más.
Por encima de las reacciones viscerales apliquemos el pensamiento racional. Todo se solucionará a su tiempo.
Abrazos
Muy completa tu exposición, que me hace pensar o sumarse a lo que ya pensaba. ¿Qué puedo añadir? Es un buen tratado de entender la situación y no sentirse desbordado por la psicosis que generan los medios informativos. "Por encima de las reacciones viscerales apliquemos el pensamiento racional. Todo se solucionará a su tiempo", es un gran lema. De todos modos estas situaciones sirven para ver cómo funcionan las cosas. Lo que hay de beneficio desmesurado en unos casos -lo de las residencias privadas de ancianos es un paradigma- o la relativa higiene de muchos conciudadanos o lo importante que es en el presupuesto de un Estado la inversión en Sanidad, Enseñanza, Asistencia social, etc. Todavía no se arriesgan opiniones sociológicas y políticas de por qué este tema está tan sobredimensionado. ¿Miedo de las autoridades internacionales a que se escape de las manos el control?, por ejemplo. Pero será muy interesante saberlo. Es lo que dices sobre otras enfermedades que de modo latente y cotidiano cunden, y no digo en todas aquellas propias del Tercer Mundo que causan una mortalidad y una incidencia en sus economías y que no tienen el eco que esta que parece haber tocado al sistema capitalista.
EliminarPienso en cómo muchos poderes -empresas multinacionales, inversionistas de las Bolsas, Estados- se estarán preparando para beneficiarse de la salida de todo esto y recuperar parcelas de beneficio, de poder, de dominio hegemónico. De todas las situaciones de catástrofe, incluidas las guerras, ciertos estamentos se han beneficiado con creces.
Muy interesante tu aportación, Ana.