No sé si Max tiene razón o no pero es curioso lo que escribe de vez en cuando. Lee libros, se pone en la piel de autores, eso me dice, para mantenerse a distancia de la realidad, no para olvidarse de ella, sino porque necesita cierta perspectiva para digerir, que no necesariamente comprender, lo que nos rodea. Yo suelo añadir en algún momento de nuestra tertulia, que no brilla precisamente por su condición abstemia, que además de distancia es más urgente preservar un cierto grado de calma. ¿Acaso está en nuestras manos ya no salvar al mundo, sino lograr siquiera salvarnos a nosotros mismos?, concluimos. Y nos reímos a lo bestia. De ahí que la última escritura en la que toma una cita de Danilo Kis, un autor al que he leído poco pero que Max me anima a que lo haga, tenga visos de actualidad o, si se quiere, de inmediatez. Nos circundan magos de pacotilla, aprendices de brujo y vendedores de humo, pero ¿no es que acaso les gusta esa serie de personajes al pueblo llano que se decía antes? ¿No gusta la gente de la carnaza, los espectáculos de feria que concitan posicionamientos de siempre con tensiones arriesgadas de ahora? ¿No pide el pueblo vacas como si el país entero fuera una fiesta? ¿Pereceremos todos en los fuegos de artificio de los desencuentros? Como se ve, Max también me contagia su dialéctica de preguntas con respuestas intrínsecas, no es para menos. Dejo aquí el enlace por si alguien se interesa en los devaneos de Max.
https://reptilector.blogspot.com/2019/09/sabio-danilo-kis.html
(Imagen de Simón el Mago en Saint Sernin de Toulouse, fotografía de Carmen Baena Yerón)
Cómo vamos a salvar esta ludoteca global amenizada por magos.
ResponderEliminarNi loco de atar se me ocurriría salvar esta tierra asalvajada donde pululan los charlatanes y los vendedores de humo y de drogas enajenantes. Esto no lo salva ni el Tato ni Simón el mago.
Me conformo con la calma, el tedio creativo, la música tranquila y bien armonizada, la charla con los amigos y me río de la ingenuidad de aquellos que piensan que esto lo apaña algún iluminado que, bajando de la montaña, proclame que cuando él mande, las madres tendrán más leche y los niños no serán unos maleducados.
Saludos
Francesc Cornadó
Así es, Francesc, y mira que hoy, como bien sabes, es un día en que los magos de pacotilla de tu entorno querrán sacar conejos de chisteras varias. En fin, paciencia, lo que tú dices: bien estar entre amigos y familia, diálogos constructivos sin pretensiones misioneras y nada de tedio que no se pueda combatir leyendo u oyendo músicas. Y vade retro, Tedio Patrio, jaj.
EliminarPues ayer visité el enlace y Se agradecen mucho las sugerencias lectivas que propones, aunque inevitablemente, por condición supuestamente racional cada cual lo interprete todo desde su “burbuja” circunstancial y estas al final resulten tan pero tan diversas, aunque compartan una aparente esfericidad común donde toda distancia desde cualquier punto del círculo hasta el centro coincide. Esto es algo que nos suele inducir a confusiones posteriores. Pero algo tan obvio en teoría se conoce de antaño, diferentes son los hechos aleatorios (supuestamente) que origine proporcionales al grado de imaginación de cada individuo.
ResponderEliminarDesde mi burbuja ya en tierra nacional envío este comentario y su correspondiente saludo.
Por supuesto, cada cual debe escoger, como todo en la vida, sus lecturas. Lo interesante es que unas lecturas llevan a otras, unos autores descubren otros, unos amigos te ponen en la pista de textos de los que no sabías y, sobre todo, que notes una sensación interior de que lo que lees te entra, te dice, se identifica de algún modo con tus búsquedas íntimas, te proporciona placer, estímulo, flotar incluso. Combatir de este modo la gandulería de pensamiento y la práctica mundana de seguir a flautistas de Hamelín, simplemente ¡porque no somos ratas!
EliminarBienvenida al rincón.
Desde siempre nos han entretenido con fuegos de artificio y el anfiteatro ocupado por gladiadores, fieras y futbolistas. Panem et circenses.
ResponderEliminarUn saludo, Fackel.
Claro, claro, por supuesto, pero creo que muchas veces con consenso nuestro, como pasa ahora mismo. Nos va la marcha halehop!
EliminarEscribo desde otra terminal. La mía se niega a arrancar
ResponderEliminarMiquel
Mal me sabe, pero esto no tiene arreglo. No lo tiene porque nos han homogeneizado. Nos desinforman a base de información. Nos matan a base de medicamentos. Envejecen a los jóvenes negándoles el futuro; hacen creer a los viejos que somos jóvenes para vendernos un descapotable a cómodos plazos.
Hacemos una independencia para una república de siete segundos, dentro de una monarquía parlamentaria, y nos fugamos a otra monarquía porque no hay república que te acoja como fugado.
La banca ya no coge tu dinero para que ahorres, sino que su misión está en prestarte dinero para que gastes.
Con sesenta años hablamos de tener novios y novias, cuando a los cuarenta no nos hemos independizado ni nos hemos ido de casa.
Inventamos aparatos para ahorrar tiempo, y resulta que esos mismos aparatos nos roban el poco que nos queda.
Estamos condenados a desaparecer. La Tierra nos lo agradecerá.
Salut
Miquel
Sosiégate, hermano.
EliminarBueno, relativicemos tantas veces como sea, que no es bueno para la circulación sanguínea entrar en picado de la queja. Todo tiene sus luces y sus sombras. No se puede pintar todo de negro ni de rosita. Además no les va a todas las personas de la misma manera en la vida. Reducir la argumentación necesaria a la simple queja o lloro no lleva a nada sino a más confusión. En todo hay que elegir y no dejarse llevar al huerto a la primera de cambio. Es bueno tener calma ante las circunstancias, de lo contrario no podemos valorarlas. Con los objetos, como con las personas o las circunstancias, hay que tener buenas relaciones, quiero decir útiles en unos casos, afectuosas en otras y tanto el objeto como la persona con la que es difícil entablar comunicación pues mejor dejarlos de lado, sin mayor desprecio. Por supuesto que cada individuo está condenado a desaparecer por la propia inercia natural. Y a la Tierra le importa un pito si desaparecemos o no, ella seguirá transformándose en cualquier circunstancia que se produzca, no depende solo de los humanos, no perdamos el norte, ni por el forro. Los fenómenos extraterrestres, del Universo, cambiaron probablemente en más de una ocasión al planeta antes de que se inventaran los humanos y demás especies. El problema de la destrucción de la Tierra es problema porque somo nosotros la referencia; sin nosotros, insisto, ella seguirá el curso que le permitan otros agentes planetarios.
Lo mejor, observar, reflexionar y medir la dimensión de todo lo que se nos ofrece cada día. Sin dramatismos, Miquel.
Ya sé que muchos estamos un tanto rabiosos, pero entonces tendremos doble trabajo. Un abrazo.
Me atrae la literatura centroeuropea, la danubiana, la balcánica, pero desconocía a Danilo Kis. He buscado alguna información sobre él y me ha interesado. Me atraen escritores periféricos que expresen puntos de vista divergentes a los ya conocidos. Parece que vemos la realidad a través de la literatura anglosajona y francesa, pero hay otros puntos de vista, otras circunstancias, otros parámetros. Lástima que Danilo Kis no tenga libros en formato digital. Me cuesta ya adquirir libros en formato papel, entre otras cosas porque ya no tengo espacio físico. El lector que es uno va rastreando nuevos autores y planteamientos pero el mundo es tan vasto e interminable que continuamente se da cuenta de que es un ignorante. Me ha atraído y mucho Danilo Kis. Gracias. He entrado en el blog que enlazas. Saludos.
ResponderEliminarClaro que tenemos un gran desconocimiento de la literatura de muchos países. Lo que no ha sido del ámbito hispanoamericano o de las proximidades europeas lo conocemos poco y mal. Y sí, coincido, yo también tengo complejo, cada vez más, de que no sé nada, de que ya no tengo mucho tiempo, de que la vastedad cultural no la conoceré nunca, ni siquiera lo suficiente en la más cercana. Qué se le va a hacer, Joselu. Leamos lo que podamos, dejémonos seducir por textos que merezcan la pena y donde algo de nosotros se conecte y nos identifique. Al fin y al cabo la lectura es un ejercicio único y personal, dos personas no leen ni perciben lo leído del mismo modo, ni buscan en los libros lo mismo, es divertido, ¿no? Saludo.
EliminarQuizás sea un prejuicio, pero todo lo que suena a "salvadores" me alarma...
ResponderEliminarPues no te cuento a mí: me espanta. Soy de una época que conoció el espanto de los salvadores y me moriré sin reponerme. El otro día vi una foto del baño de masas del personaje ese apellidado Salvini y había personas histéricas con carteles que le llamaban salvador. No sé, como no fuera por la asociación Salvini-Salvatore. ¿Terrible o repugnante? ¿O ambas calificaciones?
EliminarMe ocurre igual que a Luis Antonio.
ResponderEliminarHe visitado el enlace que nos dejas y, la verdad, me sobrecoge ese tipo de literatura, ese tipo de reflexiones.
Quizás tenga que ver con mi incredulidad.
Saludos.
Positiva nuestra incredulidad, constructivo nuestro escepticismo. Importante que mejoremos en visión de perspectiva de las cosas. Estaremos mejor protegidos frente a los charlatanes. Gracias, Rosa.
EliminarHoy ya no está de moda, pero me gustan más aquellas épocas en las que el ser humano vivía sin necesidad de grandes ideas políticas. Las grandes ideas políticas suelen acarrear consignas y patrañas. Y conflictos.
ResponderEliminarAcuérdate de que la teología cristiana dice que no hay salvación colectiva. Claro, se aplica para otra cosa, pero no hay razón ya para salvar el mundo porque tras esa frase lo que se esconde casi siempre es un intento desesperado de salvar nuestra forma de vida, aquella que nos ha conducido exactamente hasta donde estamos. Quién sabe.
¿Crees que ha habido épocas sin grandes ideas políticas? ¿No será que las grandes o supuestas ideas eran las religiosas, que se imponían a las deficientes ideas políticas, al menos en el Occidente medieval? Y las ideas religiosas ¿no llevaban implícitamente sus modelos de patrañas, dogmas y visiones supraterrenales? Yo creo precisamente que la idea de salvación en política -que tiene su paradigma excelso en las revoluciones - viene de lo inoculado anteriormente por la Iglesia y los revolucionarios también heredaron. Pues es verdad que hay un intento desesperado por salvar nuestra forma de vida de este modelo de consumo capitalista, pero eso individualmente se denomina también "sálvese quien pueda". Bueno, en realidad nada es tan simple, pero lo cierto es que las quiebras ideológicas han conllevado las políticas, pero acaso porque hemos vivido demasiado centrados en un mundo, el occidental, que hoy está siendo echado un pulso y cuestionado por otras regiones muy potentes del planeta. Así que cosas veremos de hondo calado, no tardando mucho.
EliminarTal y como están las cosas, es quizá para pensar en qué salvar de la quema. Pocas y buenas cosas, y que no dependan de nadie más que de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo
Salvemos las pequeñas cosas del presente personal, recojámonos en nuestros rincones, animémonos con las gratas compañías, aligeremos nuestras cuitas con diálogos fecundos, rescatemos la gran sabiduría criada en los pequeños placeres, potenciemos la imaginación con los relatos más antiguos e ilustradores...Gracias.
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