El libro, conseguido en su día en el barcelonés Mercat dels Encants, me ha hecho reflexionar de pasada. ¿Quién osaría en 1901 editar en la católica y ultramontana España un libro del herético y denostado Voltaire? Nada menos que Zadig o el destino, Cándido y Micromegas se recogen en un tomito de apenas trescientas páginas, esperando al lector ilustrado y sin prejuicios, ávido de saber y disfrutar en aquel recién comenzado siglo que devendría convulso y cruel. Díce el medallón de la portadilla (en mi deteriorado ejemplar falta la portada) que lo edita Lezcano y Compañía Editores, Barcelona. Para quien quiera saber más, la tirada se haría en Tipografía y Litografía de Pertierra, Bartolí y Ureña, calle Provenza, 61 y 63.
La mano editora catalana viene de muy antiguo. Leo por alguna parte de internet que la editorial estaba especializada en narrativa erótica. No lo sé, pero en este libro que traigo a colación publicita al final otras obras. Algunos títulos: Esclavas del oro (La trata de blancas), de Ramón Sempau; Aventuras galantes, de Casanova; El trabajo, del conde León Tolstoi; Vida de las damas galantes, de Brantome. Sí, realmente no era un catálogo ni para analfabetos ni para beatos. Ah, me llama la atención que figura como residencia del director literario, un tal Enrique Gómez Carrillo, la ciudad de París. El subdirector, Tomás Orts-Ramos, figura por el contrario en Barcelona. Quiero pensar que el director literario adoptara la residencia parisiense por aquello de estar más cerca de las fuentes literarias modernas o de tradición avanzada y ver la manera de verter los textos al español. Imagino que publicar en España en 1901 nada menos que a Voltaire, para escándalo de jesuitas y el resto del poliedro clerical, era de una osadía y un valor encomiables. Cuántos clérigos no invocarían su nombre con aquel acompañamiento: vade retro, Satanás. No hablo por hablar. Yo he conocido en tiempos mucho más recientes esa misma actitud ante el pensador ilustrado francés.
La mano editora catalana viene de muy antiguo. Leo por alguna parte de internet que la editorial estaba especializada en narrativa erótica. No lo sé, pero en este libro que traigo a colación publicita al final otras obras. Algunos títulos: Esclavas del oro (La trata de blancas), de Ramón Sempau; Aventuras galantes, de Casanova; El trabajo, del conde León Tolstoi; Vida de las damas galantes, de Brantome. Sí, realmente no era un catálogo ni para analfabetos ni para beatos. Ah, me llama la atención que figura como residencia del director literario, un tal Enrique Gómez Carrillo, la ciudad de París. El subdirector, Tomás Orts-Ramos, figura por el contrario en Barcelona. Quiero pensar que el director literario adoptara la residencia parisiense por aquello de estar más cerca de las fuentes literarias modernas o de tradición avanzada y ver la manera de verter los textos al español. Imagino que publicar en España en 1901 nada menos que a Voltaire, para escándalo de jesuitas y el resto del poliedro clerical, era de una osadía y un valor encomiables. Cuántos clérigos no invocarían su nombre con aquel acompañamiento: vade retro, Satanás. No hablo por hablar. Yo he conocido en tiempos mucho más recientes esa misma actitud ante el pensador ilustrado francés.
Más que interesante, al menos para mi, la identidad de la imprenta, y a su dedicación.
ResponderEliminarSiempre ha vendido el sexo. Siempre. En filosofía el método inductivo nos aplasta. Oler, sólo oler unas simples bragas nos in-duce.
A mi, con un recóndito espacio de editoriales extintas, me hace ilusión tus andanadas en una litografía, que además las señalas con mayúscula.
Siendo como soy un viejo verde, eso es por los sustratos de las pieles que se me decantan, no desiento de aquellas impresiones que nos ayudaban a corresponder en su justa medida a la proeación de la especie, tal como nos enseñó YHWH en su Antiguo Testamento, para bien y disfrute de los bienes terrenales salvo don Florentino, que por lo que se ve, hace acopio de los bienes hormigonales, que no es poco.
Un abrazo desde este punto de la España que empieza a no ser.
Salut
Él tema edición siempre me ha entusiasmado. Los tipos de letras, y mira que hay montones, me seducen y me extasían. Es increíble el arte que se puede hacer con los tipos y la caligrafía, sean en sánscrito, en latino o en árabe. También las composiciones, maquetas y sistema de imágenes pueden ser extraordinarias. Viene de muy atrás. Pero atrás quedaron también mis experimentos de edición en papel, que se retrotraen a la infancia, que cumplieron su rol para mí mismo y para el entorno, y que hoy son parte de mi minihistoria individual.
EliminarPor supuesto que el género erótico proviene de la Antigüedad, solo piensa en Catulo, aunque en él el sexo es excusa para desarrollar su magnífica ironía y carcajada, y pelearse verbalmente con el enemigo. En literatura llamada erótica no es oro todo lo que reduce, y hay que conocer el límite entre calidad literaria erótica y el relato superficial pornográfico. Cada cual sabe, y el triunfo es poder elegir.
Era un apunte tan solo, a propósito del libro que por casualidad he encontrado entre mis llamadas pertenencias, casi más recuerdo de la última vez que pasé por Los encantes que por el libro que, por otra parte, hoy me resulta dificultoso de leer. Menos mal que lo remedio con la obra de Monsieur Arouet publicada, entre otros, en Siruela y en Temas de hoy.
Asistimos a un incremento del puritanismo, hoy los medios y la mala educación fomentan la autocensura.
ResponderEliminarEl puritanismo no deja de ser una forma adocenada del romanticismo.
Salud
Francesc Cornadó Estradé
Los medios son cada vez más cutres, por mucho que presuman de objetivos y amplios de miras. La mala educación impregna el ser de nuestros coetáneos y paisanos, por mucho que utilicen formas aparentes y fórmulas verbales obsequiosas (nadie quiere pasar por maleducado, pero este existe) Mira, no se me había ocurrido pensar que romanticismo y puritanismo acaso iban paralelos en pro de la represión del individuo.
EliminarSalut i bon vi
Tiempos no tan pasados ni remotos, a los que algunos nos quieren hacer volver.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es. La mala memoria (o el no querer recordar), la falta de ejercicio de pensar y dialogar, y el confundir el culo con las témporas a la hora de tener una idea clara de las cuestiones sociales y culturales en general puede llevarnos de nuevo a una cierta forma de pasado. Si vuelve el infame pasado, que el azar nos ampare. Saludo y esperanza.
EliminarUn tema más que interesante, sin dudas. Un abrazo
ResponderEliminarEn efecto, ya ves que podríamos decir que nada de la obra humana nos resulta ajeno. Solo que no sabemos lo suficiente sobre ella. Recuerdos al Paraná.
EliminarUn edición que no nos deja indiferentes. Los actuales encants parecen un batiburrillo, donde libros de interés o no están o es difícil de encontrarlos. En el de Sant Antoni habái comprado algunos ejemplares muy curiosos
ResponderEliminarUn abrazo
De hecho cuando me hice con ese resto de libro fue en un montón de libros tirados, un batiburrillo. Y coincido contigo en que para hallar calidad, y buen precio también, nada como Sant Antoni. Bon diumenge.
EliminarIndex librorum prohibitorum. Voltaire siempre fue para los ultra católicos la bestia negra, el hereje a perseguir. Volverán esos tiempos si no lo remediamos.
ResponderEliminarUn saludo.
El Índice, un No-Libro donde se registraban los Sí-Libros. Lo curioso de muchos libros prohibidos es que fueron leídos con sumo placer por clérigos. No todos estaban en la misma onda reaccionaria. En el proyecto y realización de la Enciclopedia del tenaz y perseguido Diderot también participaron clérigos ilustrados, de mentalidad avanzada.
EliminarEsos tiempos y esos extremistas ya han vuelto. Ya hay gérmenes en desarrollo. Parafraseando a cierto profeta con predicamento tengamos presente que los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz. Saludo, Cayetano.
La valentía es una característica del caleidoscopio humano muy de mi agrado y bastante denostada en estos tiempos con tanto miramiento , aunque algunos la tilden de atrevimiento. Mientras esos algunos campen lejos .......y no toquen las narices demasiado!
ResponderEliminarMuy interesante tu información, me introduce en un universo tan ajeno al mío!, al igual que los comentarios.
Todo lo leído me induce nuevamente a ratificar mis actitudes. Como niña foránea al mismo tiempo que heredera de la cultura de esta península leer algunos comentarios hace que me sienta afortunada por tantos morbos que me fueron ahorrados durante mi formación. Te aseguro que vivir en dicho contradictorio equilibrio implica atraer demasiada incomprensión ajena definitoria que agota mi cada vez más exigua paciencia y me induce a seguir callando,aunque de cuando en cuando explote muy a mi pesar.
Los siguientes párrafos no tienen que ver con tu entrada aunque deben pertenecer al apartado de “manías repetitivas de vieja gruñona”
Me da la sensación que el pensamiento de tantos filósofos como Voltaire, como Rousseau, frutos de su tiempo e influyentes en tiempos algo posteriores ya ha sido desmontado por una actitud analítico-científica de cuyos medios no se disponía en el pasado. Poco a poco irán cayendo los mitos y conceptos más o menos filosóficos de antaño bajo el enfoque del microscopio sobre el comportamiento del tejido neuronal. ( Espero que lo básico perdure) Parece que esa será la circunstancia bajo la cual se desarrollen los embriones del futuro. .....me parece, y hasta puede que sientan cierta conmiseración por sus ancestros, programación mediante
Suena frío y devastador, lo siento, pero no se puede evitar la evolución del universo que conocemos. .. ..me parece, y si aplico el denostado razonamiento analógico al respecto ajito y agua......de nuevo me parece.
En realidad me encantaría errar las suposiciones y ser agradablemente sorprendida por novedades inesperadas, como los críos, pero me temo que ya pasó el momento.
No sé si todo lo que indujo a los defensores del pensamiento libre del XVIII (sin los cuales no dispondríamos ahora de nuestras libertades y nuestros conocimientos) ya ha sido desmontado o no. No se trata para mí de eso. Cuando hablo de esos autores o de alguno de ellos es para concederlos el valor (no me refiero a la valentía en este sentido) que tuvieron en su momento para los proyectos del desarrollo del conocimiento y de la conquista (siempre parcial) de una sociedad laica. Como en mi caso me entusiasmo con todo lo que me supone luz y sacia algo mi curiosidad, lo cual no es difícil porque mis conocimientos son reducidos y limitados, pues me gusta sacar a colación aportaciones del pasado que en su momento supusieron pasos adelante. Te recomiendo "Encyclopédie" de Philipp Blom. Me quedé conmovido, aparte de conocer el tema en una profundidad en la que nadie me había enseñado antes, por el esfuerzo, las dificultades, el ingenio, la tenacidad y el enfoque progresista de cierta gente del siglo XVIII.
EliminarY esperemos que no volvamos a esa época de represión literaria que comentas, aunque hay quien sigue intentándolo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues no nos limitemos a esperar. El próximo domingo hay una ocasión que, si bien relativa y con grandes dudas, no se debe desaprovechar. Aunque el tema es más complejo y largo. Gracias, Carmela.
EliminarPor cierto, si te interesa el tema de la Ilustración y La Enciclopedia hay un par de libros del mismo autor, Philipp Blom, uno titulado "Encyclopédie" y otro "Gente peligrosa". En ellos se ve lo costoso pero necesario que es desarrollar el pensamiento libre.
Pues una actitud muy sensata y loable la tuya. Creo recordar que ya me recomendaste esa enciclopedia hace tiempo. Seguro que me gusta! En cuanto vuelvan mis incursiones diarias por la biblioteca me lo agencio, ya va quedando menos de mi laberinto y sueño con acabar pronto. Es que en lo referente al orden y la estructuración de la materia conjugando utilidad máxima, estética y optimización espacial he debido salir muy “exigente”, siempre mejorando lo presente y remediando múltiples despistes!
ResponderEliminarLa búsqueda del orden siempre es un intento y no solo una entelequia, pero mira que nos martirizamos os humanos actuales. Buen lunes casi del libro, jej.
EliminarPor cierto el libro citado y los otros del catálogo que se mencionan en la entrada costaban en 1901 una peseta. Alguien con información y capacidad comparativa ¿sabría actualizar su valor a precio actual?
ResponderEliminarNo creas que este tipo de publicaciones es una rareza, huroneando por las librerías de viejo se descubren auténticos tesoros, literatura y filosofía muy lejos de la ortodoxia y mucho más barata que la que se vende hoy.
ResponderEliminarYa, me lo imagino, lo que pasa es que leer ahora a un autor traducido en 1900, por ejemplo, independientemente del estado de conservación del libro y de su tamaño de letra, no me parecería de lo más acertado. Ha evolucionado bastante la traducción, sobre todo en esas últimas décadas, y ya sabes que las traducciones se adecuan a la manera de hablar de cada época. Siempre me fijo en esas ediciones antiguas, pero no suelo ni buscarlas ni adquirirlas, salvo alguna excepción. Gracias, Marga, feliz Día del Libro.
Eliminar