"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





domingo, 3 de junio de 2018

Deriva de la dibujante




MIENTRAS ella dibujaba una y otra vez minotauros él se perdía en su laberinto. 



(Picasso, de la Suite Vollard)


21 comentarios:

  1. Pues es posible salir de esa rueda. Malgré nous.

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  2. Se ha escrito mucho sobre Picasso. Supongo que se seguirá escribiendo con el mismo ímpetu, pero esta serie de dibujos no son lo que más me causa la atención.
    Y entre nosotros, supongo que él tenía tiempo de sobras para distraerse entre pincela y pincelada.
    En fin, un malagueño universal, eso si.
    salut

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    1. Pues fue uno de mis descubrimiento hace treinta años, la Suite Vollard, en el museo del ICO en Madrid. Me fascinó. Picasso era tan fecundo en invención, tanto en cantidad como en calidad, que no puedo decir no a nada de su obra. Incluso toda la obra cerámica que he visto a veces en Barcelona o en exposiciones itinerantes me ha desbordado. Es un pintor que se puede pasar uno toda la vida descubriéndolo y redescubriéndolo, como pasa con Goya, por poner un ejemplo más. Al final el descubrimiento de un autor -en pintura o música o literatura- es el descubrimiento de uno mismo. Si te has dado cuenta solemos descubrir a lo largo de nuestra vida a medida de nuestra evolución y captación de los significados. La gente creativa ofrece síntesis sobre la existencia y la búsqueda de los hombres muy superiores a la política o a otros sistemas de exploración.

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    2. Me fascina la luz de Las Meninas (no se de donde sale pero aquello puede quedar a oscuras que la sala se iluminaría totalmente gracias al cuadro). Me fascina El carro de heno. Me fascina una calle de París desde la ventana (o algo así, de Pissarro)..
      Me fascinó El escriba sentado en el Louvre...Y de Picasso la serie de caras femeninas del 45...el color y la forma de los cubos que le da...
      En fin Un abrazo

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    3. Por supuesto, por supuesto; además citas obras que me emocionaron cuando las vi en directo, pero es que la lista podría seguir. Dejémoslo en ese punto, no fuera a ser que nos entrara el síndrome de Stendhal sin salir de casa.

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  3. ¿Todavía tiene su hybris? Díle que la utilice como brújula para salir del laberinto.

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  4. Hay laberintos de los que conviene no salir.

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    1. Sin duda, sin duda, siempre que siga atrayendo la búsqueda de sus espacios interiores.

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  5. Igual él disfrutaba ese laberinto más que el propio minotauro.

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  6. Durante mi extravagante circunnavegación por estos weblogs veo pasar como meteoros a muchos escritores de relleno. A unos pocos, en cambio, se os queda esto muy -pero que muy- pequeño. Todos se autopromocionan. Sin embargo a ti te la trae al pairo el invento. En cuanto a vuestra opinión sobre mí, ya sabes: "vade retro..." ¿Deberé reclamar un traductor araucano? ¿Estaré pisando el hormiguero? No me juzgues todavía. Estoy en fase de desenganche y no procede hacerlo. So...


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  7. Cada mujer es un laberinto en sí misma.

    Brillante definición.

    Saludos,

    J.

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    1. Hoy, qué cuidado hay que tener en estos tiempos de políticas correctas y de compañeros y compañeras (ag) Eres valeroso, José A, Salud.

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  8. A vueltas con el PSOE o de cómo el agnosticismo empieza a ser mapeado.

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    1. Debo estar muy espeso pero no entiendo de qué va su comentario.

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  9. "Qué bien escribes, Irene!
    Qué bien escribes!
    Asisto a la fiesta disfrazado de espejo..."

    Sin comentarios.

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  10. Por cierto, mis alumnos me regalaron una bonita muñeca con mis rasgos, mi pelo y mi cuerpo y un tambor africano hecho con piel y cuerdas autóctonas. Para ti, nuestro entonces maestro, se supone que era esto último.
    Travestismo y/o transexualismo digital sin límites. Simulaciones, tonterías y disimulos. El de la vida real se me antoja mucho más sano y constructivo. Solo una pequeña observación: a veces, en distintos blogs, cuando se supone que hablas con el corazón, surgen párrafos idénticos de tú iluminado y torturado yo íntimo. Ten cuidado con eso. En caso contrario podrías convertirte en un fenómeno de circo. Me resultaba inaudito que no te dedicaras a escribir. Ahora lo entiendo. Eres listo, eso es un hecho objetivo. Suerte en lo tuyo. Te lo dije en su momento: tuve un juicio bastante interesante en Valladolid y pretendía invitarte al mismo. Yo no sé escribir, pero sí hablar. Para eso me he entrenado mucho. Te hubiera impresionado. Te lo aseguro. O no. Por favor, no creas que te juzgo. Para mí eres una sensación agradable a modo  mix cariñoso. Muy inteligente. Muy listo. Y muy tímido. Deberías escribir una novela. Invéntate lo que quieras y dale caña al asunto. Purgaré mis pecados cuando me adviertas en primera fila rogándote un autógrafo. Pero me moriré de gusto.

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