"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 2 de abril de 2018

Deriva del sosiego
















BUSCAS sosiego y solo te cruzas con su verbosidad; a veces, como una nube, te cubre su sombra pasajera. Vano ejercicio que sortea la fuerza de la voluntad. Aliento más que palabra de persistente búsqueda. Estado de revelación truncado. Tenaz  resistencia de la esfera de las emociones. Mineral o química fonética tan ausentes como desconocidos de la gramática de tu vida. Y, sin embargo, tras la densa espera del paisaje te reclama sin tregua.



(Masha fotografió a su perra al borde del Lago Ladoga, Leningrado)


15 comentarios:

  1. "...Y, sin embargo, tras la densa espera del paisaje te reclama sin tregua".

    Quizá donde estuvo la glándula pineal del cerebro de reptil primitivo -lugar en que  mora lo que llaman alma- anide el sosiego y se deje encontrar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se supone que se ha trasladado a nuestra especie, pero esta anda tan agitada por lo secundario que olvida lo fundamental. Siempre es un objetivo loable seguir buscando, subconsciente o inconsciente o conscientemente, el sosiego, que ya es de por sí un valor cultural.

      Eliminar
  2. El silencio. Siempre el silencio atento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero aquel que debe surgir de lo profundo de uno es el más difícil. Se resiste.

      Eliminar
  3. el sosiego de esas apacibles tardes que traen la rutina, la lluvia de primavera, y un campaña lejana tocando las horas... El silencio atento, como dice Pedro... La dicha de la lectura de un buen libro, o unos amigos en la red...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son imágenes de infancia, y sin embargo no era percepción de sosiego por ello; había curiosidad, hastío, sorpresa y estremecimientos. Eso me hace pensar...¿por qué hay viejas percepciones y sensaciones de infancia que siguen en vigor a cualquier edad, como las que citas? Todo lo que se hace hacia fuera con placer -esas lecturas, esos diálogos- nos conduce hacia dentro de nosotros.

      Eliminar
    2. Esas imágenes que describo son tan actuales como de esta misma tarde... Mis recuerdos infantiles son muy urbanos. (Por cierto que la campaña era "campana"!, la torre de la iglesia del pueblo, esta suficientemente cerca para no necesitar mirar el reloj)... Puro sosiego... Será la edad, sin
      duda...

      Eliminar
    3. Vale un potosí todo eso, te felicito.

      Eliminar
  4. ¿Circula vuestra amistad por fibra óptica?
    Me aturde como un golpe de suerte.
    Extrañamente cálido debe ser.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La fibra óptica es un vehículo, se supone.
      La calidez no la da la fibra óptica.

      Eliminar

    2. Anonimo, la fibra óptica, como la tinta china, sirve para que circulen las ideas, las afinidades, el debate, y porqué no la amistad.

      saludos cordiales para todos!!!

      Eliminar
    3. Ese deseo de cordialidad que brindas es la mejor respuesta a la ironía.

      Por lo demás, también estoy de acuerdo contigo.

      Eliminar
  5. ¿Contubernio en mi contra? ¿Risitas y bisbiseos blogosferos? Solo hablaba de mí y de mis pensamientos. Solo mío, nada vuestro. Yo no me dedico a escribir y cuando hablo de mí lo hago en primera, segunda o tercera persona, o en abstracto, o como quiero. Me decepcionan vuestras palabras. Seguro que con los años consigo llegar a vuestro nivel y os entiendo. Aunque, a lo peor, no quiero.

    Y como la sensibilidad nada tiene que ver con la sensiblería y por si os puede servir a ambos  para encontrar sosiego, os dejo esto:

    SÓCRATES Y LOS TRES FILTROS DE LA VERDAD

    Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta manera:

    – “¡Maestro! Quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…”

    Sócrates lo interrumpió diciendo:

    -”¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de los Tres Filtros lo que me vas a decir?

    -”¿Los Tres Filtros…?”

    -”Sí” – replicó Sócrates. -”El primer filtro es la VERDAD. ¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?”
    -”No… lo oí decir a unos vecinos…”

    -”Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo Filtro, que es la BONDAD: ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?”
    -”No, en realidad no… al contrario…”

    -”¡Ah!” – interrumpió Sócrates.- “Entonces vamos a la último Filtro. ¿Es NECESARIO que me cuentes eso?”
    – “Para ser sincero, no…. Necesario no es.”

    – “Entonces -sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario… sepultémoslo en el olvido…”

    Pues eso. Olvidemos. Y yo, juicio a las once y aprendiendo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero hombre, más talante estoico, que en este humilde espacio no se pretende herir susceptibilidades y menos insultar a nadie, sino que se le acoge.

      Calma, mucha calma (un personaje de Carmen Martín Gaite dixit en una de sus novelas)

      Buena jornada y mejor transcurso de su tarea.

      Gracias por la cita sobre Sócrates.

      Eliminar
  6. yo creo que Sócrates no se hubiera molestado... mantengo los saludos, cordiales!

    ResponderEliminar