Cómo siguen en vigor los juglares. ¿Quién les puede disputar su clarividencia y su desencanto?
No voy a hablar de los que mueren por las ideas, o por sus fijaciones, o por sus fes, o por sus obsesiones maníacas. Solo recordar que muchos viven por sus ideas, ah pero no por las ideas puras, ni bondadosas, ni generosas, ni entregadas desinteresadamente. No, no creo que muchos vivan por ideas, sino por el chollo. No creo que haya nada sin interés en esta existencia. Siempre hay moneda de cambio o bien en dinero o bien en especie, y dentro de la especie está conseguir medios de poder, o un ascenso, o un puesto de trabajo, o simplemente el sentirte bien al hacer algo positivo por otro porque a cambio pues eso, te vas a sentir bien. Y hay unos otros que les hemos conocido de toda la vida que solo están para lograr más y más beneficios, usen a Dios o al Estado o a la Sociedad, conceptos unos fantásticos y otros relativos, pero que vienen de miedo para asegurar propiedades, ejercer influencias, ahondar en el control de los hombres. Lo malo es cuando progresan más en su línea de Gargantúas del poder y del dinero porque encima el fiasco de las supuestas izquierdas de este país se lo propicia. A este paso, ya no es solo que se adueñarán de todos, todavía más, sino que viejos tiempos estarán presentes con una imagen aparente pero con funciones de fondo como en el pasado. Sí, los cuadrilleros de la Santa Hermandad y la Santa Inquisición seguirán siendo formados de la mano de los que hablan de la otra vida y solo viven con ansia de ésta. Y seguimos llamando desde la Constitución de papel estado laico a lo que es, también, un fiasco.
http://politica.elpais.com/politica/2016/10/12/actualidad/1476270980_031399.html
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Hay decisiones que son definiciones, ¿verdad?
ResponderEliminarRevelaciones más bien. Ciertos personajes y entes son lo que siempre fueron. Y aún se encuentra uno gente tonta que dice que ya no tienen poder. Hay que ver.
EliminarLas ideas son poderosas armas con las que intentamos cumplir con los designios de nuestro instinto. ¿Cómo se explica sino la enorme fuerza de una de las ideas más sutilmente inicuas, la de la muerte como nacimiento, que, paradójicamente, satisface al instinto supremo, el de supervivencia? . El éxito de pícaros, sinvergüenzas, crápulas y chaqueteros no se debe a sus mejores ideas sino a sus mejores instintos y parejas cualidades para satisfacerlos.
ResponderEliminarLas ideas son sistemas de representación del mundo en toda su complejidad, lo cual no quiere decir que siempre se utilicen con acierto y profundidad. Pero lo que dices lo comparto. Tener ideas es condición innegablemente maravillosa, ahora qué ideas se tengan y cómo y para qué se utilicen es algo que aterra a su vez, pero seguramente son producidas en la misma factoría que aquellas que solemos considerar de ideas constructivas, ¿no?
EliminarY lo de morir por ideas...ese lado épico que inventan los hombres pero que ejecutan manipulados...Ya sabes, las grandes guerras estaban repletas de ideas que justificaban los intereses de las potencias. Y las sociedades entraron al trapo para lograr su gran objetivo: morir (otros beneficiarse)
EliminarLa bondad y malicia de las ideas es una apreciación subjetiva. El marco presuntamente objetivo con el que intentamos establecer su idoneidad se modifica según los intereses de quien tiene la potestad para hacerlo. Ética y moral tienen el mismo origen y recorrido que las costumbres que caducan conforme evolucionamos tecnológicamente porque la tecnológica es la única evolución apreciable en el transcurso de la historia. El destino, el de siempre, infierno o paraíso, según la única apreciación posible, la de los sentidos.
EliminarPero hay cierto margen para distinguir bondad y malicia, creo...independientemente del control de los códigos generalizados por los que detentan poder.
EliminarUno se va preparando paulatinamente para el destino que intuye.
Muchas generaciones nuevas no conocen a Brassens, ni su mentalidad ni sus ideas ni su intención ni sus principios éticos. Se premia a Dylan, se adapta mejor a los tiempos globalizados, pero un Dario Fo o un Brassens olvidado son incómodos, aunque sus obras sean extraordinarias. Qué se le va a hacer. Todo es tener las cosas claras y no dejarse embaucar por el mundo de ficción que solo reproduce capital y minusvaloriza humanidad.
ResponderEliminarSalvador Contreras
Te doy la razón. Los del subsuelo no podremos nunca entender la política de altos y complejos vuelos de la Academia Sueca, para cualquier tema, y no es que tenga nada contra Dylan, al contrario, sobre todo al Dylan de los 60. Aquellas canciones bonitas y poéticas que respaldaban a los estudiantes, que cantábamos farfullando un inglés de pacotilla, en nuestros encierros en facultades o parroquias comprometidas, de donde nos sacaban a palos los del Orden público. En fin.
EliminarCorrijo. Fo tuvo el Nobel hace unos años, no sé por qué mi desliz.
EliminarSaludos. S. Contreras