Conmemoro con un sencillo recuerdo que tal día como hoy murió asesinado hace cuarenta años Pier Paolo Pasolini. Para la mayoría de los que hayan oído hablar de él fue un director de cine, yo pienso que no cualquier director de cine. Para algunos fue también un hombre hondamente comprometido, ético, molesto para muchos, y los artículos en su columna periodística El caos, del diario italiano Il Tempo, dan fe de su capacidad crítica, inconformista, razonadora. Percibo su gigantismo y me duele que en nuestro país no exista ahora mismo un columnista tan audaz, clarividente e invendible como lo fue él allá por las décadas 60 y 70 del siglo pasado. Mientras la política líquida y el corrimiento táctico de la mayoría de los partidos en España desfiguran y olvidan la esencia de lo que acontece en la sociedad y en las vidas, uno se resarce y se deja compensar por aquellos escritos donde se decían las verdades como puños. A Pasolini no le guiaba el afán partidista sino el esclarecimiento de las circunstancias clasistas tan agudizadas en su tiempo. Pero ¿acaso no lo están ahora en nuestro país? Sin embargo aquí todo es apariencia, desvirtuación, olvido y obsesión por conseguir escaños a fuer de donde dije digo digo Diego y otros tacticismos absolutamente pérfidos.
Hallo este texto escrito por Pasolini en 1968, que muchos no entenderán, siquiera porque el lenguaje no es de uso y los conceptos se ignoran, o porque no quieren o porque les chirría que se les recuerde que en esencia nada cambia. " El burgués -digámoslo en son de broma- es un vampiro que no descansa mientras no muerde el cuello de su víctima por el puro, natural y simple placer de ver cómo palidece, se pone triste, se deforma, pierde vitalidad, se retuerce, se corrompe, se asusta, se anega en sentimientos de culpa, se vuelve calculadora, agresiva, terrorista igual que él. ¡Cuántos obreros, cuántos intelectuales, cuántos estudiantes han sido mordidos de noche por el vampiro y, sin darse cuenta, se están convirtiendo en vampiros a su vez!"
Mordidos por el vampiro estamos. Cuarenta años después, lo escrito por Pasolini destila sobre todo la necesidad de saber oír, saber interpretar, saber comprender y saber plantear las constantes alternativas al perecimiento, en su quebradiza condición, de los hombres y de sus existencias.
Danza de Narciso
ResponderEliminarEstoy negro de amor,
ni ruiseñor ni muchacho,
todo entero como una flor
deseando sin deseo.
Me he levantado entre las violetas
mientras aclaraba
cantando un canto olvidado
en la noche serena.
Me dije: «¡Narciso!»,
y un espíritu
con mi rostro
oscurecía la hierba
al claro de sus rizos.
P.D. Su poesía es de lo mejor que he leído del siglo XX
Pues si su poesía te parece buena tendrías que ver -poniéndote en lo que acontecía en su tiempo y que con nuevos rostros se arrastra hoy- lo que escribe en plan denuncia del acontecer político. No sobran tipos como Pasolini.
EliminarViví su época como director y poeta. Cuando murió yo tenía veintiún años y mi situación personal era complicada para implicarme en escritores politizados.
EliminarSiempre le he considerado un individuo de gran capacidad creativa y en las actividades de las que era seguidora, a día de hoy, poca gente me ha dejado esa impronta.