Érase que se era un país que desfilaba un día sí y otro también. Se diría que los hombres que poblaban su territorio hubieran nacido para desfilar. Si había procesión, salían los soldados a acompañar respetuosamente los ritos sacros. Si había exaltación del jefe de jefes, salían los soldados con sus pertrechos a mostrar su disciplina y lealtad. Si venía de visita el rey del Gran Reino, salían los soldados a rendir honores y presentar armas. Si había que mantener el orden, salían los soldados a mantenerlo. Si había que defender la patria, según las arengas de los altos mandos, salían los soldados a hacer que la defendían y cantaban aquello de que derramarían hasta la última gota de su sangre en el intento. Todo era sencillo y generoso entonces, y la gente salía a la calle la mar de contenta a ver desfilar a los soldados. Fin.
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Pues a mi nunca me lo contaron, pero de pequeña me creía que todo acababa bien. seguramente por motivos semejantes, aunque fuera en otra lengua. A estas alturas mi nivel de certidumbre se murió al igual que las células que animaron a la niña. Se dice que cada 7años se renuevan las células del cuerpo y cuando dejan de hacerlo ...malo...apoptosis. O quizá bueno!!!
ResponderEliminarNo me diga que usted se perdió el despliegue de desfiles de aquellos tiempos... sencillos.
EliminarAfirmativo, pero no le arriendo la ganancia a mi peor enemigo. Ya ve vd.
EliminarLa creo, la creo.
EliminarAhora desfilan de otra manera...
ResponderEliminarBesos.
Sí, pero siguen prestos a desfilar de la manera tradicional, si llega el caso.
EliminarHay un momento en la vida en el que crees que el mundo es un lugar ordenado. Que las cosas funcionan con reglas, como una partida de ajedrez. Eso te da una gran certidumbre. Pero luego caes del guindo y te das cuenta de que no. Que todo es incierto. Que el mundo sel parece mucho más a un fractal o a un conjunto de fractales. Estos soldaditos que desfilaban conformaban un mundo aparentemente ordenado. Sin embargo estos soldaditos ya no existen. Ahora es todo caótico y extraño. Incluso ya no va un soldado a la guerra sino un dron que persigue a su objetivo hasta dar con él y derrotarlo.
ResponderEliminarEn fin que las cosas han cambiado mucho.
Un abrazo
Tu prospección es sensata y excelente en sus conclusiones. Pero todo es más sencillo: había mucho cuento, mucha demagogia, mucho justificar los sueldos, bienes y prebendas que movían entre ellos, y la exhibición pública era para demostrar lo indemostrable. Recuerdo que de niño me llevaba mi padre a ver desfiles militares, lo había una vez al año. Los tanques, a mí me impresionaban, eran los que los norteamericanos habían vendido al Ejército español y se decía que era el sobrante de la guerra de Corea. En fin.
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