"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





martes, 13 de octubre de 2015

Somnia (Reencuentro)















Una niña me toma de la mano y me lleva hasta una mujer embarazada. Luego hace que toque su vientre grávido y que permanezca quieto. ¿Ves?, me dice. Estás ahí dentro.  



(Fotografía de Keith Carter)


9 comentarios:

  1. Pues mira a propósito de embarazos: resulta una recurrente en los míos parir criaturas de ambos sexos sin dolor y sin supuesto embarazo. Esta noche ha llegado el último, un lindo varoncito que no lloraba!!!!

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    1. No te creas, lo interpreto como la forma que tiene de resarcirse el inconsciente cuando la consciencia se siente obligada y constreñida a sequías creativas por motivos aburridamente materiales pero necesarios para la supervivencia. Además el cuerpo duele y se cansa, una frustración más a considerar.
      La criaturica no debió llorar porque el inconsciente era consciente que no le serviría de nada.
      Por lo demás todo sigue su curso adecuado.

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  2. Excelente microrrelato. El tiempo es así de frágil.

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  3. Entregada la voz que narra primero a la mano infante y, luego, a la oscuridad que se esconde, podemos creer que estamos realmente fuera de lo que importa, solitarios entes que se saben otro respecto a la niña y el vientre. Misteriosamente solos y destinados a ser Mesías de nuestro propio parto... ¡¡ ya llego!! - grita sin que la niña se asuste o la mujer salga de misteriosas cuentas.

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    1. Sí, así es, misteriosa y miserablemente solos, me temo.

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  4. ¿Una reencarnación anticipada? O tal vez el hecho indiscutible de que todos formamos un todo y de que solos no somo nadie.

    Excelente micro.

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    1. No sé si como mito lo del eterno retorno sirve, o es aquello de estar volviendo a empezar cuando no nos gustamos a nosotros mismos. Lo que pasa es que el todo no satisface al uno, de ahí nuestro propio mendigar el re-comienzo imposible.

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