"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 1 de junio de 2015

Áspid



Despertar con una palabra bella en los labios. Áspid. No puedo explicar por qué es la primera voz que se abre paso en mi día. No he soñado con serpientes, o eso creo. Suena bien, mejor que en sus antecedentes griegos o romanos. También el animal al que se designa de ese modo es hermoso. Pero siempre que se menciona el animal o la palabra se piensa en su defensa. Y su veneno no las afea. Algo que no puede precisamente aseverarse de un individuo humano. Me niego en el futuro a utilizar el vocablo para designar alguno de los comportamientos más malditos de entre los de mi especie.



(Fotografía de Lee Jeffries)

16 comentarios:

  1. No hay animal ni ser vivo alguno -incluidos los virus- que merezca ser tomado como alegoría o paradigma de la indiscriminada maldad desplegada por los seres humanos.

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    1. Siempre he pensado lo mismo, pero esta especie sobrada a la que pertenecemos que usa y abusa hasta en el lenguaje de todo lo existente ya sabes cómo es. Y no soy de los que van de "políticamente correctos".

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  2. Bello término. Sonoridad silbante. Sssss de silencio.
    Si bien los vocablos más sonoros suelen estar constituidos por consonantes líquidas. Al menos eso le parece a mi pabellón auditivo, claro que soy parte interesada porque mi apellido se compone de ambas líquidas precedidas, protegidas u ocultas por una enorme "Tau", decimonovena letra del abecedario griego así como símbolo franciscano por excelencia.** ¡Simbolismo a tope hasta en la denominación de origen!

    **La "Tau" en tiempos de San Francisco:
    La devoción por la "Tau" no es original de Francisco. Parece ser que un tipo de cruz romana tenía esa forma (ver, por ejemplo, una de las representaciones más antiguas: el Grafito de Alexámenos), aunque no hay certeza absoluta sobre la forma que pudo tener la cruz en que fuera crucificado Jesús. En tiempos de San Francisco, o al menos desde 1191, la usaron profusamente como signo de pertenencia a la orden y de su vocación caritativa, los Crucíferos o antonianos de San Antonio Abad, que en Asís regentaban el hospital de San Salvador de las Paredes. Los Valdenses, fundados por Pedro de Valdo, contemporáneo de San Francisco, llegaron a declarar como dogma de fe que la cruz de Cristo tenía forma de T. La Cruzada de los niños de 1212 la tomó por distintivo. En Jerusalén, una orden caballeresca que tomó parte en la Segunda Cruzada era conocida como Orden de la Tau y sus miembros llevaban ese signo en el cuello de la capa. Por tanto, lo que hizo el santo de Asís fue asimilar un signo ya existente, que encajaba bien con su espiritualidad e ideales, basados en la contemplación e imitación de Cristo pobre y crucificado.

    Una consonante líquida es una clase de consonantes que incluye tanto a las consonantes laterales como a las consonantes vibrantes o róticas.
    Es decir, con su permiso, tomando mi ego por banda a modo de ejemplo: la fachada Tau protege vibración a tope unificada, o materializada por un círculo, por el dichoso círculo.
    https://www.youtube.com/watch?v=8TtdW--jhAQ

    https://www.youtube.com/watch?v=hVuXHY9BT6c

    Circulación oculta tras la materia porque nada como los ángulos de 90º para "sujetar" materia. Que los interpretadores de ciertas tradiciones le otorguen significante sacrificial. Bueno, también podría valer, habida cuenta que la materia siempre acabará deteriorándose y oculta tanto a la pobre visión de nuestro género. Pero es mi gusto otorgarle su realidad más obvia, la de "manifestación y soporte". Al fin y al cabo intercalando "palitos" es como se construyen espacios como los nidos, etc.

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    1. Una secta a base de palitos en tau construyó un nido que es ahora multinacional con dividendos, influencia y extensión por el mundo. Áspid, ya digo.

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    2. No era mi intención molestar semejante bello término. Aunque lo sectario resulte estresante para algun@s conviene recordar que la mayoría aún cargamos con la consecuencia de un agobiante tránsito vaginal y aparentemente aún no nos hemos recuperado.
      Luego las leyes naturales, las de oferta y demanda entre ellas, no sólo aplicables a lo económico, sino a lo emocional, se encargan de "rematar" la jugada. Me temo.
      Y las crucetas en la construcción del hogar resultan las que mejor soportan la carga, pero en sus rincones se acumula el polvo, nos guste o no , y aunque quienes lo perciben con mayor nitidez gusten de barrerlo, el aire que todo lo mueve vuelve a depositarlo.
      Quizás de ahí resistencia y protesta, pero algun@s nos agotamos y preferimos perecer, total ....polvo al polvo, o mejor "humus", ya puestos, que resulte ecológico a la descendencia.

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    3. Se agradecen mucho esos matices tan propios de usted, madame.

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  3. Despertar es el momento más arriesgado del día. Podemos confundir los vocablos o ver con claridad que los significados más funestos no corresponden a los sonidos más bellos.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. Es arriesgado porque es el gran momento de la duda existencial: ¿quién soy? ¿dónde estoy? ¿qué tengo que hacer?...todo ello se produce de manera refleja y veloz, pero es la duda. De ahí que planes, ideas, lenguaje o temperatura del cuerpo se nos confundan.

      Salud.

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  4. A mí también me pasa a veces, lo de despertarme con una palabra en mente, digo.
    La de áspid creo que nunca se vino conmigo pero es bonita sí. Yo la tengo asociada a Cleopatra.
    Saludos!!
    Sandra.

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    1. Soñamos con palabras como casi todo lo que hacemos, pensamos o nos emocionamos a lo largo del día consciente, Sandra. Asociemos palabras más allá de los estereotipos abusivos que las degradan. Salud.

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  5. En mi caso las palabras toman forma sin contar con mi voluntad consciente: Acabo de cruzarme bajo el orballo/sirimiri con un áspid precioso de unos 75 cm. !!! Es parte de la historieta pendiente.

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    1. Y pensar que de niños levantábamos las piedras y nos salían por doquier y en los ribazos...espanto, asombro y gozada de ver aquellos seres enigmáticos...Los sacará ahí el orbayu, seguro.

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  6. Jajj fui una pequeña alocada, también perseguía ratas como conejos que se escondían por entre las tumbas del cementerio de lo ingleses del monte Urgull de S.S......y gané un tercer puesto de cierto concurso de pesca infantil, "del pez chico" en el puerto del mismo lugar a los pies de dicho monte. Por supuesto, también atendía maternalmente a un par de muñecos de trapo. Corría 1959 !!!!! Había tiempo y dedicación para experimentar todo lo que la vida ofreciera. Alegría y vitalidad a mansalva y por doquier, aún perduran algo y mas me vale o me reboto, ya sabe. Rara me llamaban, nunca lo entendí ni mi madre me lo perdonó.

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    1. Imaginativa, díscola y salvaje, olé la infancia feliz, yo anduve en mis veranos en historias parecidas en otra ciudad del Norte muy próxima a esa, pero sin mar.

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