"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 2 de mayo de 2015

Ágora















En las tardes aburridas y lentas suele acudir junto al río. Entre el asfalto y los ribazos se abre un camino de tierra por donde se desplazan filas de hormigas. Un ágora de actividad y mimetismo. Aquella imagen innumerable, que no es sino un ejemplo de procreación principalmente, es calificada inmediatamente por la mentalidad humana como una muestra de laboriosidad y constancia e incluso de eternidad. Aunque la fila de los insectos se deshaga vuelve a formarse y a encontrar su dirección. Se pisoteen o se dispersen las hormigas, éstas parece que se reencarnasen de manera multiplicada. Sabe que este caso, como las vidas y comportamientos de otros animales, suele ser usado como metáfora. Hay fábulas, por ejemplo, utilizadas con intenciones de moralizar y hay tebeos también donde se encarnan de manera divertida e irónica con voluntad humana. Piensa en el poder de la metáfora como uso del lenguaje aplicado al cambio interior. Al fin y al cabo, metáfora y metamorfosis no difieren tanto. Hay mucho de disfraz en ambos conceptos. Un juego de figuraciones.

(Se puede decir que Walden vive entre una y otra)



(Fotografía de René Groebli)


4 comentarios:

  1. No, metàfora i metamorfosi són molt relacionades. Per això Kafka escrivia com escrivia.

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  2. Ciertamente, Helena, él las fusionó intensamente.

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  3. Metáforas, figuraciones, figuras...vida.
    Un saludo.

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    1. Pues sí, más o menos suele ser eso, si bien vida con recovecos. Saludo.

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