Las conquistas del sueño no contienen la presuntuosidad que exhibe la consciencia. Mientras ésta, con la excusa de canalizar la vida individual respecto a la exigencia colectiva, se pierde en la ordenada apariencia los sueños se desbordan libres y ebrios de sí mismos. Tejen los desperfectos que los hombres se causan en su interior. En ese sentido, además de generosos los sueños son prudentes. ¿Y quién nos dice que no son los verdaderos artífices de la vida y sus manifestaciones?
(Fotografía de Tomislav Peternek)
En los sueños soy. Siento que alcanzo un instante de consciencia breve pero iluminadora. Me gusta soñar.
ResponderEliminarEn los sueños hay una apariencia de conciencia que nos hace ser. No desdeñemos nunca los sueños, somos ahí, claro que somos.
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