¿Por qué nos recordarán, Safo de sonrisa franca, en los siglos venideros? ¿Por nuestros dioses y héroes? ¿Por los templos y estatuas? ¿Por las navegaciones y las fundaciones de nuevos puertos? ¿Por nuestras artes declamatorias y musicales? ¿Por los acontecimientos guerreros de nuestra historia? ¿Por el pensamiento de nuestros sabios? ¿O sólo nos tendrán en cuenta por las ruinas que antes o después acaecerán?
(Fotografía de Herbert List)
Y qué es la ruina sino el vestigio de lo que hubo sido...
ResponderEliminarLas ruina son vestigio...pero cuando las ruinas están aquí y entre nosotros, ¿cómo se llaman?
EliminarMe gusta mucho tu reflexión. Quizá no nos recordarán sólo nos investigarán.
ResponderEliminarSaludos.
Y la investigación nunca será lo mismo. Como mucho, una aproximación (y acaso no es poco si está bien hecha)
EliminarComo nosotros recordamos a quienes nos precedieron y cada cual se proyecta en el proceso.
ResponderEliminar¿In saecula saeculorum?
Eliminar?? Quizás hasta que nuestro genero se uniformice más todavía, selección genética, mas autómatas aún, etc., por decir algo.
EliminarMuy sesuda tú, por ahí va la evolución de la especie, acaso.
EliminarSerán nuestras ruinas, las que representan hoy el mundo en el que vivimos: pilares de autopistas, pistas de aeropuertos y algún adminículo cuyo uso y utilidad no sabrán interpretar, como por ejemplo, un podómetro o unos auriculares que ni un futuro Levi Strauss atinará a darle significado. No somos nada.
ResponderEliminarRuinas in situ y ya de origen...y no te digo si ni siquiera se estrenan (relación: aeropuerto de tal sitio y de tal otro, etc.) Sobre los pequeños objetos de la cotidianidad del presente...pues una locura. Por cierto, el otro día me pasmé ante el escaparate de una ferretería: había infinidad de objetos de otro tiempo que jamás he visto en uso, y lo siguen estando porque los venden. Ponía un papelito diciendo su uso y el precio. ¡Y son objetos de otro tipo de sociedad menos tecnológica!
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